El Congreso Nacional Indígena denunció que el Gobierno federal y el neoliberalismo «buscan las formas de acabar con nosotros y nosotras», haciendo referencia a la conquista española, que sucedió hace 500 años.
Por Pedro Pablo Cortés
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo/EFE).- El Congreso Nacional Indígena criticó al Gobierno federal porque aunque hoy conmemoró los 500 años de la conquista española persiste la indiferencia y desprecio a los pueblos originarios, además del «despojo y la imposición” de megaproyectos, los asesinatos de ambientalistas y activistas indígenas, y la falta de respuesta frente a la toma del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
El Gobierno mexicano conmemoró este viernes como “un rotundo fracaso” los 500 años de la conquista española, una efeméride que ha rebautizado como de “resistencia indígena” tras la caída de Tenochtitlan por las tropas de Hernán Cortés.
En respuesta, el Congreso Nacional Indígena (CNI) hizo una crítica al Gobierno federal al señalar que este viernes se cumplen también 305 días de la toma del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) por la comunidad indígena otomí residente en la capital del país.
“A 500 AÑOS DEL INICIO DE LA RESISTENCIA” NO NOS CONQUISTARON SEGUIMOS EN RESISTENCIA Y REBELDÍAhttps://t.co/QNT6uEQlE1 pic.twitter.com/UXPuG6Zc2m
— CNI México (@CNI_Mexico) August 13, 2021
«Denunciamos que a 305 dias, es decir, 10 meses de la toma del INPI, sólo hemos recibido de los malos gobiernos olvido, indiferencia, desprecio, despojo y la imposición de megaproyectos como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, el Proyecto Integral Morelos, el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía y la Refinería dos Bocas por encima del derecho a la vida. Esta política gubernamental, es la columna vertebral de la mal llamada Cuarta Transformación, al mismo tiempo, la militarización y la guerra contrainsurgente contra nuestros pueblos, es la garantía para salvaguardar los intereses de las transnacionales y el capital financiero», acusó el CNI.
«Les decimos (al Gobierno), que con dignidad, resistencia y rebeldía seguiremos sosteniendo esta toma INPI, hasta no alcanzar trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. No nos rendimos, no claudicamos y no traicionamos», compartieron por medio de un comunicado.
Exigieron al Gobierno mexicano, en sus diversos niveles, un alto a la «guerra» en contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a los ataques paramilitares en contra de las bases de apoyo zapatista, a los asesinatos de ambientalistas y activistas indígenas y a la criminalización de la protesta.
Durante la ceremonia por la conmemoración de los 500 años desde la conquista, el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que «la conquista y la colonización son signos de atraso» al citar que medio siglo después de la llegada de los españoles la población de la región se redujo en más del 90 por ciento por las guerras, destrucción y enfermedades.
“Este desastre, cataclismo, catástrofe, como se le quiera llamar, permite sostener que la conquista fue un rotundo fracaso. ¿De qué civilización se puede hablar, si se pierde la vida de millones de seres humanos?», manifestó en el Zócalo de Ciudad de México frente a una maqueta del Templo Mayor azteca.
RESISTENCIA INDÍGENA
López Obrador celebró cinco siglos de «resistencia indígena», como su Gobierno ha rebautizado a la conquista del 13 de agosto de 1521, para cuestionar los efectos de las «matanzas de los conquistadores» y de los tres siglos de la colonia.
El mandatario rebatió la visión que «justifica las matanzas de los conquistadores» con el argumento de que civilizaron a los indígenas.
“Empezó desde hace 500 años para los pueblos sometidos una era de violencia, sobreexplotación, esclavitud, desánimo y tristeza, y como las malas noticias nunca llegan solas, siempre se hacen acompañar de otras, la conquista provocó una crisis sanitaria, una catástrofe», sostuvo.
El acto es uno de los eventos claves que su Gobierno preparó para este 2021, cuando conmemora los 200 años de la independencia del país, los 500 años de la conquista y los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, donde actualmente se asienta Ciudad de México.
Las celebraciones han estado marcadas por una reivindicación de los indígenas y por la insistencia de López Obrador para que el Rey de España y el Papa Francisco ofrezcan disculpas a los pueblos originarios, como lo ha hecho el Estado mexicano.
«Recordamos la caída de la gran Tenochtitlan y ofrecemos perdón a las víctimas de la catástrofe originada por la ocupación militar española de Mesoamérica y del resto del territorio de la actual república mexicana», reafirmó el Presidente este viernes.
NUEVO DEBATE
El homenaje del Gobierno de México ha recibido críticas de pueblos originarios que cuestionan el simbolismo mientras el Presidente ha impulsado megaproyectos en sus territorios, como el Tren Maya en el sureste del país.
«Así como en 1521 se intentó acabar con los pueblos originarios, hoy los malos Gobiernos y el sistema neoliberal, buscan las formas de acabar con nosotros y nosotras», denunció el Congreso Nacional Indígena (CNI) en un posicionamiento.
Asimismo, historiadores han cuestionado la visión centralista de la efeméride al señalar que los pueblos indígenas de México no se reducen a los aztecas ni a los del centro del país.
Pero la Jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, defendió el acto como una forma de cuestionar la «imposición de una visión».
«No se trata de olvidar el imperio y el sojuzgamiento de los mexicas frente a otras culturas, o la alianza de los españoles y otros pueblos para derrotar al imperio mexica, se trata de debatir, de poner en el centro lo que significó la invasión española», expresó en su discurso.
Al acto acudieron representantes de pueblos originarios de Norteamérica, como Kahsennenhawe Sky-Deer, jefa del Consejo Mohawk en la comunidad Kahnawa:ke, en Canadá.
La líder destacó «el resurgimiento» de la cultura indígena como «un gran momento para sobrellevar los obstáculos de la opresión».
“Se ha dicho que los pueblos indígenas tienen conocimientos ancestrales que pueden ayudar a la humanidad en estos momentos difíciles de calentamiento global y los problemas que están causando el sobreconsumo y la destrucción de nuestra madre tierra”, resaltó.
Jamescita Mae Peshlakai, senadora del estado de Arizona y representante del pueblo navajo, coincidió en que el reconocimiento de la resistencia indígena abona a causas actuales, como la crisis climática, el combate al racismo y la distribución justa de vacunas.
“Nuestros lazos indígenas no tienen fronteras, no están limitados por tiempo y espacio, fuimos creados por entes sagrados y se nos ha puesto aquí en tierras sagradas”, observó.
-Con información de EFE.