El economista que dijo haber «aprendido a no hacer nunca predicciones» compara la aceleración tecnológica que vive la humanidad con la propagación de un virus.
Ciudad de México, 13 de agosto (RT).- La inteligencia artificial va a ganar la batalla contra la inteligencia humana y eso implicará «enormes cambios» que, al parecer, «no sucederán silenciosamente», estima el premio Nobel de Economía 2002, Daniel Kahneman.
Se trata de una «alteración múltiple» que se producirá en la vida de las generaciones contemporáneas, aunque no en la suya, especificó en una entrevista por Zoom con el periódico The Guardian el psicólogo, filósofo y economista de 87 años, que alguna vez dijo que ha «aprendido a no hacer nunca predicciones».
«La forma en que la gente se adaptará a eso es un problema fascinante», adelantó el científico, y comparó el progreso tecnológico que experimenta la humanidad con la propagación de un virus. Los dos son «fenómenos exponenciales» que resultan «casi imposibles de comprender para nosotros», dijo la semana pasada en referencia a la geometría del cambio.
«Tenemos mucha experiencia en un mundo más o menos lineal», porque la naturaleza del ser humano es lineal, mientras que por el momento «no estamos equipados» para comprender la aceleración que vivimos, algo que requiere «mucho tiempo para entrenar la intuición».
Kahneman apunta a la medicina como un área donde los humanos serán reemplazados, «y ciertamente en términos del diagnóstico». En otros ámbitos también será eso posible, al punto de que ya hay «escenarios bastante aterradores cuando se habla del liderazgo», una capacidad que también podría verse afectada tan pronto como sepamos a ciencia cierta que «puede haber una IA que tenga un juicio empresarial mucho mejor» que el de una persona.
El científico, que reside actualmente en EU, es uno de los expertos más influyentes en materia de economía conductual, disciplina que explora cómo y por qué los humanos piensan como lo hacen y que distingue entre un «rápido» pensamiento de carácter intuitivo y otro «lento» y racional. Fue también pionero en la «teoría de las perspectivas», que explica cómo las personas racionalizan la diferencia entre ganancias y pérdidas y de qué manera funciona su percepción de los riesgos.