El veterinario Prentiss Madden, de Florida, Estados Unidos, se declaró culpable de cometer tortura animal y abusar sexualmente de mascotas que se encontraban bajo su cuidado. Madden también fue imputado con cargos de recepción y posesión de pornografía infantil.
Samantha Cole
Florida, 6 de agosto (Vice).– El jueves, un veterinario en Aventura, Florida (EU), se declaró culpable de abusar sexualmente de las mascotas bajo su cuidado y de hacer «videos de tortura», donde los animales son pisoteados, pateados o golpeados hasta la muerte para gratificación sexual.
Según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia, Prentiss Madden, director del hospital de animales Caring Hands, se declaró culpable de tres cargos por recibir pornografía infantil, un cargo por posesión de pornografía infantil y un cargo por crear videos de tortura animal, una forma ilegal de fetichismo. El porno de tortura implica ver a alguien pisotear a un animal pequeño. El contenido denominado «tortura suave», que implica aplastar insectos y caracoles, es legal, pero incluso las personas que consumen este tipo de porno generalmente consideran que la categoría «tortura fuerte» es aborrecible.
En mayo de 2020, DropBox le dio al Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados mil 667 archivos que considera pornografía infantil en la cuenta de Madden entre junio de 2018 y febrero de 2020. Madden fue arrestado por primera vez en marzo, luego de una orden de cateo en su casa.
La denuncia contra Madden revela que cometió abuso sexual de perros con consoladores, sus manos y pene, y se tomó fotos abusando de diferentes perros. Los investigadores utilizaron la localización GPS contenida en las fotos para descubrir que fueron tomadas en el hospital de animales donde trabajaba.
La gente amaba a Madden como veterinario de sus mascotas, y tiene cinco estrellas en varias reseñas de Yelp. En el momento de su arresto en marzo, los clientes se sorprendieron al escuchar que había sido demandado. Ahora que los detalles del abuso son públicos, algunos de los dueños que acudían a Caring Hands están tratando de averiguar si sus mascotas están entre los abusados.
Al igual que muchos hospitales de animales en Estados Unidos, Caring Hands tenía una política de seguridad para la COVID-19 según la cual solo el personal podía ingresar al edificio y los dueños tenían que dejar a sus mascotas en la puerta. “Eso es lo más repugnante. Nadie sabe lo que sucedió allí”, dijo Gina Silvestri, dueña de un perro que era paciente de Madden, al South Florida New Times. «Es horrible».
La sentencia de Madden está programada para octubre de 2021. Se enfrenta a una pena máxima de 87 años de prisión.