Las familias fueron obligadas a salir de sus casas en el municipio de Pantelhó, epicentro de conflictos armados por el crimen organizado en la dos últimas décadas en Chiapas.
Por Manuel de la Cruz
TUXTLA GUTIÉRREZ, México (AP) — Unas 370 personas de 74 familias indígenas desplazadas por la violencia en un municipio del sur de México, en el estado de Chiapas, regresaron a sus casas después de que se iniciará un proceso de negociación para la paz, informó el jueves Marcelo Pérez, un sacerdote de la zona.
Niñas y niños, mujeres y hombres cargando sus escasas pertenencias, algunos con alimentos, subieron en 30 camionetas repartidas en los tres sitios de refugio para retornar a San José del Carmen, un empobrecido poblado del municipio de Pantelhó enclavado en las altas montañas de la región, epicentro de conflictos armados en la dos últimas décadas en Chiapas.
«Con gran esperanza retornaron a sus casas, que ante la violencia generada por el crimen organizado se vieron obligados a desplazarse para salvar sus vidas», dijo el religioso.
Esta semana se iniciaron conversaciones para hacer cambios políticos en el municipio, exigir al gobierno que reconozca que en Pantelhó hay un problema de crimen organizado, demandar que haya justicia para las víctimas de la violencia y auditar a las autoridades locales actuales.
En los últimos dos meses, los conflictos han ido escalando y en julio surgió un grupo armado autodenominado «El Machete», con la supuesta intención de expulsar y combatir a miembros de los cárteles de la droga que habían incursionado en las comunidades de la sierra de Chiapas, habitadas principalmente por indígenas.
El pasado 21 de julio unos doscientos hombres armados irrumpieron en la cabecera de Pantelhó donde incendiaron vehículos y al menos una docena de casas, vandalizaron el ayuntamiento y secuestraron a 21 personas. Las autoridades responsabilizaron de los hechos a «El Machete».
La aparición de grupos que se consideran autodefensas es un fenómeno que se ha visto durante años en algunos estados occidentales del país. Tras la aparición de «El Machete», el Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no aceptará la presencia de grupos de autodefensa, ni en Chiapas ni en ninguna región de México.