La “zona muerta” o zona hipóxica se encuentra frente a las costas de Luisiana y Texas. Es un área de 16 mil 405 kilómetros cuadrados, en donde el oxígeno es poco, lo que complica la sobrevivencia de la vida marina.
Ciudad de México, 4 de agosto (AP).- La “zona muerta” del Golfo de México —un área con muy poco oxígeno como para sustentar vida marina— tiene este año una dimensión mayor a la promedio, señalaron investigadores.
Los científicos, con apoyo de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), determinaron que esa área frente a las costas de Luisiana y Texas abarca unos 16 mil 405 kilómetros cuadrados (seis mil 334 millas cuadradas), dijo el martes la agencia en un comunicado.
En los últimos cinco años, el tamaño promedio de la zona hipóxica, o baja de oxígeno, era de 13 mil 934 kilómetros cuadrados (5 mil 380 millas cuadradas). Esa superficie es 2.8 veces mayor a la meta fijada por un equipo federal especial de reducir el promedio de cinco años a cuatro mil 921 kilómetros cuadrados (mil 900 millas cuadradas) o menos para 2035.
Debido a que las mediciones de un año a otro pueden variar considerablemente —la dimensión del área este año es tres veces mayor a la de 2020—, la NOAA afirma que el promedio de varios años “capta la verdadera naturaleza dinámica de la zona”.
El área medida este verano resultó mayor a la promedio que la agencia había pronosticado en junio con base en los datos de la escorrentía de nitrógeno y fósforo del río Mississippi.
La descarga del río hacia el Golfo de México fue mayor a lo normal durante tres semanas antes de que comenzara el estudio de una semana el 25 de julio. Este fue realizado por científicos de la Universidad Estatal de Luisiana y del Consorcio Marino de Universidades de Luisiana.
“La distribución del oxígeno disuelto en el agua en baja cantidad fue inusual este verano”, declaró Nancy Rabalais, la principal investigadora. “Las condiciones de niveles bajos de oxígeno ocurrieron en aguas muy próximas a la costa y muchas observaciones mostraron una falta de oxígeno casi total”.
Las actividades humanas en las zonas urbanas y agrícolas en toda la cuenca del río Mississippi son la causa principal de la “zona muerta” anual. Un exceso de nutrientes fluye hacia el Golfo de México y estimula el crecimiento excesivo de algas, que mueren y se descomponen. Las algas agotan el oxígeno conforme se hunden al fondo.
La NOAA destacó las acciones para reducir la escorrentía de fertilizantes y otros contaminantes que contribuyen a la zona hipóxica. Radhika Fox, administradora adjunta para el agua de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), dijo que también es necesario tomar en cuenta el cambio climático para lograr avances.
“Este año hemos visto una y otra vez la profunda repercusión que el cambio climático tiene en nuestras comunidades, desde una sequía histórica en el oeste hasta eventos de inundaciones”, señaló Fox. “El clima está vinculado directamente con el agua, incluyendo el flujo de la contaminación de nutrientes hacia el Golfo de México”.