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Martín Moreno-Durán

04/08/2021 - 12:05 am

Consulta fracasada: las consecuencias

Las urnas recibieron votación paupérrima, lejos de los cálculos iniciales hechos por el régimen obradorista.

Cierra De Las Mesas Receptoras De La Consulta Popular En La Ciudad De Toluca
la Pregunta Ambigua Causó Desconfianza Por Lo Que 87 Millones De Mexicanos La Ignoraron Foto Crisanta Espinosa Cuartoscuro

+ ¡No a la engañifa!

+ Y viene el referéndum

Más allá de triunfalismos y condenas  – a favor o en contra de una estrategia propagandística a todas luces tramposa, manipuladora y estéril realizada el domingo -, el fracaso de la llamada consulta popular para juzgar delitos del pasado, exhibe y demuestra algunas realidades más que interesantes y que, a querer o no, influirán en el futuro político de López Obrador y del partido en el Gobierno.

Por lo pronto, y con base en los hechos ocurridos frente a las solitarias urnas del uno de agosto, de las cifras y los escenarios desprendidos, echemos un vistazo a las razones y consecuencias por las cuáles dicha consulta – desairada hasta por su creador e impulsor: AMLO, que se cubrió de antemano del fracaso dominical culpando al INE – obtuvo un sonoro fracaso, tal como se anticipaba:

–Los ciudadanos no se tragaron esa patraña de “enjuiciar a los expresidentes”, un delirio político imaginario que el propio López Obrador ha desechado de antemano, mostrándose en público partidario del borrón y cuenta nueva. La engañifa no prendió en esta ocasión, y solamente participó un siete por ciento promedio del padrón electoral. Las urnas recibieron votación paupérrima, lejos de los cálculos iniciales hechos por el régimen obradorista. La pregunta ambigua causó desconfianza, por lo que 87 millones de mexicanos la ignoraron. Y gastar 500 millones de pesos en otra ocurrencia presidencial en tiempos de pandemia y crisis, es una factura que desde el domingo se le empezó a cobrar – y se le cobrará a futuro- a AMLO.

–La votación fue un desaire directo hacia López Obrador y eso es lo que, en el fondo, le preocupa al Presidente y a Palacio Nacional, que esperaban que millones sobre millones se volcaran en las urnas para responder al mandato del amo. Sí, las “mascotas y solovinos de cariño” – como les llama el propio Andrés Manuel-, esta vez no respondieron: el techo electoral de AMLO en 2006 y 2012 (15 millones de votos), se partió a la mitad. Más allá del “enjuiciar a los expresidentes”, estaba en juego el poder de convocatoria de López Obrador, y al menos en esta ocasión, ese poder no tuvo la repercusión esperada.

–Quienes magnifican el número de votación recibida en la consulta popular – casi siete millones de votos-, comparado con los 16.5 millones registrados el 6 de junio en la intermedia en favor de Morena, y los 30 millones del 2018 (10 millones de voto útil/indeciso que decidió castigar al PRI y cinco millones de votos más provenientes del propio priismo inconforme con la candidatura de Meade), pecan de simplistas: independientemente de las motivaciones electorales recientes (Presidencia en juego, Congreso y gubernaturas en disputa), en el centro del uno de agosto estaba a prueba el llamado de López Obrador a sus huestes, y ese llamado se desinfló. El marcado descenso en cifras electorales les preocupa, y mucho, en Palacio Nacional, porque el dato duro es uno: la votación para AMLO y Morena se ha desgajado.

–No son los expresidentes y su linchamiento popular lo que estuvo en juego. No. Esas figuras políticas solamente son utilizadas por AMLO para seguir culpando al pasado de los múltiples errores del presente (4T), y continuar manteniendo el discurso que tanto le gusta a sus fanáticos y le conviene al Presidente: responsabilizar al pasado del desastre actual sin asumir su propia responsabilidad. Eso es más que evidente. Así que el desaire de la mayoría (93 por ciento no se prestó a esa farsa salida de la cabeza de López Obrador), es un síntoma claro que lanza un mensaje a futuro: no nos prestaremos a los cada vez más abiertos y delirantes engaños emanados desde Palacio Nacional.

–El desencanto electoral con el régimen de AMLO es manifiesto. No sólo perdió, en la pasada elección intermedia, la mitad de los votos obtenidos en 2018 (30 millones contra 16 millones) sino que, de paso, refrendó durante la consulta popular que los niveles de respaldo ciudadano a AMLO (55 por ciento en promedio) han repercutido directamente y de manera negativa con las votaciones recibidas hacia AMLO y Morena. Van de la mano.

–“La consulta sirvió para algo: gracias a ella conocemos el auténtico voto duro e incondicional de AMLO y Morena. Se trata, más o menos, de siete millones de personas, menos de la cuarta parte de los 30 millones de 2018”, definió en su cuenta de TW el maestro Raúl Trejo Delarbre, especialista en elecciones y medios. Allí están las cifras. ¿Quién lo desmiente?

–La votación de la consulta popular hace inevitable el cálculo electoral rumbo a marzo del 2022: el Referéndum Revocatorio en el cual se decidirá la permanencia o la salida de López Obrador de la Presidencia. Estamos a sólo ocho meses de que se realice y las votaciones para AMLO/Morena cada vez son menores, los resultados de la 4T son un desastre, el desgaste de Gobierno cada vez es mayor, las mentiras y disparates del Presidente han hartado a los ciudadanos, la «mañanera» es una ópera bufa, mientras la pinza se cierra: de acuerdo a Roy Campos, número uno de consulta Mitofsky, hoy, un 51 por ciento de los mexicanos está a favor de que AMLO permanezca en Palacio Nacional, y un 48 por ciento quiere que ya deje la presidencia. Hay empate técnico. Solamente son tres puntos de diferencia. En 240 días pueden ocurrir muchas cosas, y ya sabemos que la aprobación ciudadana, conforme pasa el tiempo, tiende más a bajar que a subir para con cualquier mandatario.

*****

López Obrador, las cabezas de Morena y los voceros alineados al régimen – aún desde antes del domingo pasado-, comenzaron a culpar al INE del fracaso que se avecinaba. Chorradas. Su intención, más que justificar el fracaso de la consulta popular, es debilitar o matar al instituto de cara al Referéndum Revocatorio del 21 de marzo próximo, para que dicho proceso no lo encabece la actual dirigencia del INE. No lo lograrán. Se quedarán con las ganas con todo y sus fanatismos. El actual INE liderado por Lorenzo Córdova organizará y contará los votos del referéndum.

La consulta popular fue un fracaso para AMLO.

Nos enfilamos hacia el Referéndum Revocatorio.

¿AMLO se queda o se va a su rancho?

TW @_martinmoreno

FB / Martín Moreno

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Martín Moreno-Durán
Periodista. Escritor. Conductor radiofónico. Autor de los libros: Por la mano del padre. Paulette, lo que no se dijo. Abuso del poder en México. Los demonios del sindicalismo mexicano. El Derrumbe Retrato de un México fallido. El Caso Wallace. 1/Julio/2018: Cambio Radical o Dictadura Perfecta, y de la novela Días de ira.
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