La Caja es el filme con el que Lorenzo Vigas cierra su trilogía sobre paternidad en Latinoamérica después del cortometraje Los elefantes nunca olvidan y Desde allá. La cinta podría convertirse en el segundo León de Oro para el director que ahora representa a México.
Ciudad de México, 2 de agosto (SinEmbargo).– El director venezolano Lorenzo Vigas vuelve seis años después al Festival de Cine de Venecia con su cinta La Caja, pero esta vez en representación de México, país al que le debe haberse convertido director de cine y al que su partición dedica.
«Una satisfacción enorme de poder representar a México, como que tenía ese pendiente en mi vida porque yo llegué aquí hace 20 años, y me formé en este país como director. Yo llegué con el sueño de algún día de convertirme en director. Todo se lo debo a Mexico. Para mí este es un regalo que yo le hago a este país que fue tan generoso y al que yo le debo tanto», recalca el director en entrevista con SinEmbargo.
En 2015, Vigas viajó hasta el festival más longevo del cine para presentar su ópera prima Desde allá, filme con el que obtuvo el León de Oro y logrando convertirse en el primer director latino en ganar ese reconocimiento.
Ahora, en septiembre próximo volverá a La Mostra para presentar La Caja, protagonizada por el actor Hernán Mendoza y el debutante Hatzín Navarrete. El filme explora el arquetipo latinoamericano de lo que es el padre y tiene como telón al México violento.
«Hatzín un niño que está desesperado por tener un papá, como todos los niños del mundo, de Latinoamérica. Este niño creció sin un padre y se va a Chihuahua a buscar los restos del suyo, y le entregan una caja. Pero de pronto ve un hombre idéntico a sus papá, y él está seguro que es él, pero este hombre le dice que no, que no es, que está confundido. ¿Entonces éste hombre le está mintiendo porque se cambió su nombre y no puede confesarle que es su papá o porque no quiere asumir la paternidad? o ¿Quizás el niño está confundido y el hombre en realidad no es su padre? Ese es el punto de partida de esta historia que reflexiona un poco sobre eso, en cómo nuestra vida en cierta forma depende mucha de esa relación que tuvimos con nuestro padre y cómo nuestras acciones también son un reflejo de las relación que tuvimos con nuestro padre o que no tuvimos».
PATERNIDAD EN EL MÉXICO VIOLENTO
La Caja es el filme con el que Lorenzo Vigas cierra su trilogía sobre paternidad en Latinoamérica después del cortometraje Los elefantes nunca olvidan y Desde allá.
El interés del director por «arquetipo paterno» asegura que no proviene de una experiencia personal, pues señala que la relación con suyo, el artista plástico venezolano Oswaldo Vigas, fue muy cercana y emocionalmente satisfactoria. Vigas acuñe atracción a la conexión que tiene realidad latinoamericana.
«Yo creo que es fundamental el tema de la paternidad en Latinoamérica, en este caso en México. Somos sociedades muy matriarcales en donde la madre es lo más importante, pero esa presencia o es ausencia del padre también lo es para definir nuestro carácter, nuestras necesidades. A mí me apasionó este tema, yo no escogí este tema, el tema me atrapó a mí. No pude sino trabajar con él, por alguna razón este tema me atrapó».
El filme se sumerge en un relato que busca encontrar respuestas en medio de un México violento en donde también se toca la desaparición de mujeres. Una realidad que el director no pudo ignorar al vivir ya 21 en el país.
«Soy México de corazón. Inevitablemente uno se permea de todos estos temas y si tú eres una persona sensible, pues lo sientes y se mete dentro de ti la realidad de México, que no es una realidad actual sino que viene desde hace mucho tiempo atrás. Cuando estaba escribiendo la historia de este niño y la búsqueda de su padre, todos estos temas salieron naturalmente. Sin querer tener una intención de hablar sobre estos temas, naturalmente salieron dentro de la historia».
El estado de Chihuahua se convierte en el escenario de la cinta. Desde que Vigas pisó el estado se convenció que ahí debía filmarla aunque eso implicara un mayor costo. El cineasta movió a todo el equipo a través de 10 locaciones como Ahumada, San Juanito, San Francisco de Borja, entre otros.
«Sabía que quería que fuera el norte porque ya desde un principio el niño iba al norte a buscar a su padre. Me puse a viajar por todo el país, todo el norte del país y cuando llegué a Chihuahua, me di cuenta que no podía ser en otro lugar porque es un estado impresionantemente bello, contrastante, de unos paisajes impresionantes, desoladores, y al mismo tiempo bellos. Yo quería que la historia fuera situada en este contexto».
Lorenzo Vigas competirá de nuevo por el Léon de oro junto al Mexicano Michel franco en el Festival Internacional de Cine de Venecia que se llevará a cabo del 1 al 11 de septiembre.