El IPN presentó una investigación que apunta a que que no hay peligro en el agua contenida en el socavón porque, entre otros factores, no tiene contacto con rocas carbonatadas.
Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo/ Periódico Central).– El socavón ubicado en la comunidad Santa María Zacatepec, Puebla, se encuentra lleno de agua potable que puede beberse, de acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Una investigación del IPN señaló que dentro del socavón de Puebla no hay agua residual ni sulfurosa, sino agua potable que podría consumirse por los seres humanos.
«El agua no es agua residual, no es agua sulfurosa, es agua apta para el consumo humano. Hoy tenemos analizados 14 elementos, pero se siguen analizando en un laboratorio de Canadá hasta 60 parámetros más para conocer las condiciones básicas de esa agua», explicó Beatriz Manrique Guevara, Secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot) en conferencia de prensa.
Los resultados se presentaron por medio del estudio «Proyecto de investigación geocientífica prospectiva de un reciente socavón en Santa María Zacatepec, Puebla, México», en el cual se demostró que no existe peligro al no haber contacto con rocas carbonatadas o no tener relación con el agua sulfurosa del municipio de Juan C. Bonilla, pues tiene una temperatura de 28°C.
Existen registrados y publicados 47 pozos, sin embargo, se han localizado otros más de tipo artesanal; el 80% de ellos son de uso agrícola, 15% doméstico y 5% industrial, detalló la titular de @AmbienteGobPue, @BetyManrique, en videoconferencia. (2/3)
— Gobierno de Puebla (@Gob_Puebla) July 8, 2021
¿QUÉ PROVOCÓ EL SOCAVÓN DE PUEBLA?
La intensiva extracción del agua, el tipo de sedimentos naturales y los elementos climáticos, son las tres causas que provocaron el socavón en la comunidad Santa María Zacatepec, de acuerdo con los primeros estudios realizados por científicos del IPN.
En conferencia de prensa, Manrique Guevara explicó que el suelo presenta una extracción intensa del agua que ha arrastrado los limos o arcillas, el elemento que cohesiona la tierra y deja sólo las arenas de distintos volúmenes.
Sobre los elementos climáticos, determinaron que coadyuvaron porque durante tres años hubo una sequía intensa, donde se registró 35 por ciento menos agua respecto al promedio, y este año la precipitación ha sido del 85 por encima del promedio, lo que en conjunto provocó una erosión natural del suelo que con las lluvias hizo que el suelo colapsara.
Otro hallazgo fue que el nivel del punto donde se ha extraído el agua durante los últimos 15 años disminuyó ocho metros.
Se detectaron otras áreas que se encuentran susceptibles por las mismas condiciones de suelo donde se hizo el socavón; por ello, se procederá a realizar una delimitación del perímetro.
Manrique indicó que es necesario actualizar los atlas de riesgo de los municipios porque ya existe información científica, metodológica y registrada para agregar, fomentar el ordenamiento territorial en los planes de desarrollo urbano y actualizar los usos de suelo de acuerdo a las condiciones naturales.
Los estudios geohidrológicos continuarán y se revisarán los pozos, que son más de 47, de los cuales sólo uno es de uso doméstico y el resto de intensiva extracción del agua.
Por otra parte, la titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano, indicó que el Gobierno ya entregó las indemnizaciones a los productores de la zona afectados, sólo falta uno.
El día sábado, se reunirá con la familia que perdió su casa para que se elija el terreno que pagará la administración estatal.
-Con información de Jessica Zenteno vía Periódico Central.