El Ministro Mijail Murashko espera que unos 2.5 millones de dosis de la vacuna Sputnik Light estén disponibles para finales de junio.
Madrid, 26 de junio (Europa Press).- El Ministro de Salud de Rusia, Mijail Murashko, ha anunciado este sábado el inicio de la distribución de los primeros suministros entre la población de la vacuna monodosis rusa Sputnik Light, en medio de nuevos repuntes en la capital, Moscú, y un récord de fallecidos en la ciudad de San Petersburgo.
«Ayer concluyó la fase de control y las primeras series de la vacuna Sputnik Light se han puesto en circulación civil», ha anunciado el Ministro, quien espera que unos 2.5 millones de dosis estarán disponibles para finales de junio.
La Sputnik Light es una versión monodosis de la vacuna Sputnik V, que requiere la administración de dos dosis con un intervalo de 21 días para la inmunización completa.
Por otro lado, Rusia ha registrado 21 mil 665 nuevos positivos de COVID-19 y 619 decesos asociados a esta enfermedad en la última jornada, según los datos de este sábado proporcionados por el centro operativo nacional para la lucha contra el coronavirus y recogidos por la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.
El Alcalde de la capital rusa, Sergei Sobianin, ha lamentado la situación actual y ha confirmado que están ante un repunte de los contagios. «Estamos experimentando de nuevo la pandemia», declaró Sobianin a la cadena Rossiya 1, donde señaló que Moscú ya habría acabado con la pandemia, si no hubiera aparecido «una nueva mutación del coronavirus» en referencia a la variante Delta identificada en India.
Moscú ha registrado ocho mil 457 casos en las últimas horas y otros 96 fallecidos que quedan por debajo del récord local de decesos que ha batido San Petersburgo, con 107 muertes desde el viernes.
El total de fallecidos por la pandemia en Rusia es ya de 132 mil 683 mientras que 5.4 millones de personas han dado positivo por el virus.
Mientras tanto, cunde la preocupación entre las autoridades por el lento ritmo de vacunación en un país donde sólo el 11 por ciento de la población rusa, de 146 millones de personas, está completamente vacunada, según estimaciones recogidas por The Guardian.
A partir del lunes, los cafés y restaurantes de Moscú requerirán códigos QR de vacunas para que los clientes estén sentados. Los hospitales rechazarán a los pacientes que busquen cirugías que no sean de emergencia. Se han cerrado los espacios públicos, incluidos los parques infantiles al aire libre, mientras el Gobierno y las industrias de servicios se han fijado el objetivo de vacunar en los próximos días al 60 por ciento de sus empleados.