La plaga de roedores, que algunas zonas de Australia han sufrido durante los últimos meses, va acompañada de pérdidas de cosechas, envenenamiento de otras especies, incendios de viviendas, incluso podría convertirse en un serio problema de salud pública.
Ciudad de México, 20 de junio (RT).- El estado australiano de Nueva Gales del Sur y el sur de Queensland siguen sufriendo una masiva plaga de ratones, que es una de las peores en el último tiempo.
En estas condiciones, «la gente está literalmente atando cuerdas alrededor de sus pantalones si caminan entre ratones porque no quieren que se suban por las perneras», afirmó Steve Henry, experto en ratones de la agencia gubernamental científica CSIRO, a VICE News.
Mientras tanto, el granjero Greg Younghusband, que vive cerca de la localidad de Gilgandra, relató que los ratones destruyeron su lavadora, secadora y dos frigoríficos, así como parte del mobiliario de su casa.
Además, lamentó el olor que dejan los roedores. «No puedes deshacerte del olor, porque mueren en las paredes. […] Es el peor olor que has olido. Es increíble», declaró, citado por The Washington Post.
PÉRDIDA ECONÓMICA Y RIESGO PARA LA SALUD
De acuerdo con VICE News, la plaga es la peor de la última década, mientras The Sun la califica como la peor de los últimos 30 años. Al mismo tiempo, la cadena 9News estimó que provocó pérdidas que superan los mil millones de dólares australianos (más de 748 millones de dólares estadounidenses).
9News reportó este jueves que las bajas temperaturas pueden contribuir a la reducción del número de ratones.
La plaga de roedores, que algunas zonas del país insular sufrieron durante los últimos meses, va acompañada de pérdidas de cosechas, envenenamiento de otras especies por ingesta de raticidas e incluso incendios de viviendas.
Para ayudar a los agricultores en la lucha contra los ratones, las autoridades de Nueva Gales del Sur anunciaron en mayo un paquete de asistencia que asciende a 50 millones de dólares australianos (37.4 millones de dólares estadounidenses).
Además de las pérdidas económicas en las cosechas, la plaga podría convertirse en un serio problema de salud pública. La presencia de ratones —y de sus desechos— por todas partes aumenta el riesgo de enfermedades como la salmonelosis. En Queensland, se registraron al menos 78 casos de la leptospirosis, que, sin un tratamiento adecuado, puede provocar insuficiencia renal y complicaciones respiratorias, entre otros problemas de salud.