Considerado por analistas políticos como un «vicepresidente» en los años del peñismo, Luis Videgaray Caso fue inhabilitado por la SFP para ocupar cargos públicos en los próximos 10 años, una sanción que puede ser la primera de muchas. A parte están los procesos judiciales, pues la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera mantienen investigaciones por diversos señalamientos en su contra ligados con presunta corrupción.
–Con información de Dulce Olvera y Efrén Flores
Ciudad de México, 8 de junio (SinEmbargo).– Señalado de ser uno de los artífices en casos como la desventajosa compra de plantas chatarra de Pemex, desvíos y presunta triangulación de recursos públicos, Luis Videgaray Caso sumó una acusación más en su contra por presunta corrupción: la Secretaría de la Función Pública (SFP) lo inhabilitó por la falta de veracidad en sus declaraciones patrimoniales de tres años consecutivos.
El poderoso exfuncionario federal, a quien muchos analistas políticos veían como un vicepresidente en los años del peñismo, podría estar cada vez más cerca de ser llamado a cuentas en este sexenio, pues sobre él pesan investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) por diversos señalamientos que lo ligan a presuntos actos de corrupción a raíz de una denuncia realizada por Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) quien afronta tres acusaciones en libertad.
De acuerdo con la denuncia de Lozoya Austin, Videgaray fue pieza clave en la compra de votos a legisladores para que aprobaran la Reforma Energética en el sexenio pasado.
Las investigaciones que llevan a cabo la UIF y la FGR desde noviembre del año pasado son las únicas formales que el Gobierno federal realiza a Luis Videgaray (Ciudad de México, 1968), el hombre más cercano al expresidente Enrique Peña Nieto y quien desde 2019 mantiene un bajo perfil viviendo en Cambridge, Massachusetts, donde trabaja como académico y director del Proyecto Mundial de Políticas de Inteligencia Artificial en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Incluso la Fiscalía General de la República informó en noviembre de 2020 que “perfecciona” la carpeta de investigación para conseguir una orden de aprehensión en su contra.
Los demás señalamientos que pesan sobre quien fuera Secretario de Hacienda (2012-2016) y de Relaciones Exteriores (2017-2018) en el sexenio de Peña Nieto no han llegado a denuncias formales y hasta el momento la única sanción que se le ha impuesto es la de la inhabilitación por 10 años por parte de la Función Pública.
De acuerdo con la dependencia, a cargo de Irma Eréndira Sandoval, “se ordenó en junio de 2019 el inicio de la investigación patrimonial sobre quien fuera Secretario de Hacienda y Crédito Público de diciembre de 2012 a septiembre de 2016, luego de conocer su posible participación en la compra irregular de la planta de fertilizantes AgroNitrogenados”, la cual ocasionó un millonario daño patrimonial al Estado.
Sobre este tema, Luis Videgaray aclaró, a través de su cuenta de Twitter, que las cuentas bancarias a las que se refiere la SFP son en realidad tarjetas de crédito que no tenían saldo deudor a la fecha del reporte de la declaración, por lo que no se incluyeron en el apartado de «pasivos» sino en el de «observaciones y declaraciones».
Informo sobre el comunicado emitido por la Secretaría de la Función Pública el día de hoy respecto a mi persona. pic.twitter.com/kFw5ctk9IG
— Luis Videgaray Caso (@LVidegaray) June 8, 2021
Sin embargo, la SFP rebatió su explicación y aseguró que su sanción es «sólida», pues las cuentas bancarias sí tenían saldo.
LOS SEÑALAMIENTOS COMO SECRETARIO
Luis Videgaray, economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) considerado cuna de tecnócratas, llegó al círculo más cercano de Enrique Peña Nieto desde el Gobierno en el Estado de México (2005-2011) como su Secretario de Finanzas.
El nexo fue el entonces Secretario de Hacienda de Carlos Salinas de Gortari, Pedro Aspe Armella, con quien laboró en su consultora Protego, donde reestructuraban deudas estatales. Además, el Secretario de Energía de Ernesto Zedillo, Jesús Reyes Heroles González Garza, fue sinodal de su examen profesional.
Luego llegó al Congreso como Diputado federal y hasta 2011 presidió la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública. Ahí, contrató como asesor al exsecretario de Educación, Aurelio Nuño, quien junto con Emilio Lozoya también participó en la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
Ya como Secretario de Hacienda, lo primero que hizo fue gestionar el Pacto por México con los dirigentes de los principales partidos de la oposición para aprobar las once reformas estructurales que continuarían la apertura económica del salinismo, entre ellas, la Energética, que abrió la puerta a la inversión privada en la producción y explotación de los hidrocarburos.
En 2014, después de la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa, para tratar de “apagar el incendio” iniciado por la “casa blanca”-Tren México Querétaro, a Videgaray Caso se atribuyó la decisión de nombrar en la Secretaría de la Función Pública a Virgilio Andrade, quien terminó en agosto siguiente exonerando a Peña Nieto y a su propio amigo, encontrado también por The Wall Street Journal como propietario de una casa en Malinalco comprada al contratista Armando Hinojosa.
Videgaray recibió el reconocimiento “Mejor Secretario de Finanzas del Año” por las revistas Euromoney, The Banker y América Economía. Pero de acuerdo con un seguimiento de SinEmbargo durante los tres años y nueve meses que dirigió la Secretaría de Hacienda, sus acciones desembocaron en el freno del crecimiento económico y el acelerado incremento de la deuda pública alertado por calificadoras, además de que, por los bajos precios internacionales del petróleo y la depreciación del peso, no se observaron los resultados prometidos de las reformas estructurales, sólo gasolinazos.
La corrupción y las irregularidades tuvieron diversos rostros y caminos durante el sexenio pasado y en muchos de ellos, de manera directa o indirecta, estuvo relacionado Luis Videgaray Caso, de acuerdo con diversos señalamientos de exfuncionarios que investiga el Gobierno federal.
“Tiene que ser comprobado jurídicamente pero, Videgaray fue como el cerebro de todas estas tramas de corrupción que se destaparon en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Cerebro porque es una forma de tomar decisiones de Luis Videgaray, en donde confunde los intereses privados con la toma de decisiones del Gobierno”, dijo el analista político de la Universidad de Guadalajara (UdeG) Enrique Toussaint en una entrevista con SinEmbargo publicada en 2019.
“Videgaray como Carlos Salinas son mentes brillantes que, definitivamente, no usaron esa brillantez y esa inteligencia para construir bien público, sino para enriquecerse y plantear una agenda transversal a la del Gobierno. Hasta donde se sabe, Videgaray tenía presencia en todas las secretarías de Estado con fines fieles a él”, dijo a su vez el doctor Juan Luis Hernández Avendaño, director de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Iberoamericana de Puebla en otra entrevista con este medio.
El académico refirió que los miles de millones de pesos desviados durante el sexenio pasado “no se pueden entender en espacios autónomos de corrupción de mandos medios superiores hacia abajo. Los miles de millones de pesos no pudieron perderse sin el evidente conocimiento de la Secretaría de Hacienda. […] Videgaray —como muchos otros— por supuesto que lo sabía; pero también sabía cómo no dejar huellas o cómo, eventualmente, no quedar implicado en los grandes saqueos”.
En 2019, Javier Coello Trejo, abogado del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, pidió que el Gobierno federal investigue a Videgaray y al expresidente Peña por las irregularidades en las compras de las plantas de fertilizante Agro Nitrogenados y Fertinal, entre los años 2013 y 2015.
Las actas de Pemex indican que Videgaray fue integrante del Consejo de Administración de Pemex durante 2013-2014. Y la Ley de la Empresa Productiva del Estado, en su Artículo 35 establece que, como tal, Videgaray sería “solidariamente responsable” de las irregularidades y daños que puedan ser probados, toda vez que estuviera enterado de los hechos, pero sin actuar para evitar el perjuicio y enmendar el daño.
Sin embargo, la responsabilidad de Videgaray en las irregularidades de casos como el de Pemex va más allá de su actuar como funcionario público. Antes de formar parte del Consejo de Administración de la petrolera, el exsecretario de Hacienda laboró (1998-2000) para Evercore (antes Protego). Una compañía que en 2015 fue contratada por el Gobierno federal, para valuar la compra de las plantas de Fertinal.
La vida laboral de Videgaray en Evercore no sólo fue una pieza clave para la compra de las plantas “chatarra” sino que, asimismo, hizo que Videgaray y Lozoya —quien entonces trabajaba en OHL— terminaran por conocerse y entablar una gran amistad y vínculo profesional, según las declaraciones del ex titular de Pemex, en entrevista (2012) con ADNPolítico.
A esto señalamientos se suma uno más: En 2016 habría orquestado, junto con el entonces presidente del partido tricolor, Manlio Fabio Beltrones Rivera, y el otrora Gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, el desvío de 250 millones de pesos de las arcas estatales a los bolsillos del PRI, para los comicios federales del 1 de julio de 2018.
El escándalo de corrupción electoral surgió a raíz de una investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua. En el entramado de malversación de fondos públicos también habrían estado involucradas las administraciones de Durango, Puebla, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz, cuyas secretarías de Hacienda y Educación Pública participaron como excipiente de transferencia de recursos estatales al PRI.
MÁS ACUSACIONES
Pero el nombre del excanciller mexicano y su presunta relación con actos de corrupción aparece no sólo en el sexenio presidencial de Peña Nieto, sino también en su campaña.
Luis Videgaray Caso coordinó en 2012 la campaña política del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto. Era febrero, cinco meses antes de las elecciones y como mano derecha de Peña ya dejaba huellas en el lodo con una presunta triangulación de recursos ilícitos provenientes de una cuenta del Estado de México (Scotiabank no. 03800806935) para favorecer al PRI, de acuerdo con una denuncia pública del entonces coordinador de campaña de López Obrador, el Senador Ricardo Monreal Ávila.
Monreal también aseguró que Videgaray estaba registrado (cliente no. 123941072) como uno de los administradores de la cuenta bancaria del Gobierno mexiquense que, de febrero a junio de 2018, tuvo ingresos “inusuales” de más de 8.6 mil millones de pesos mientras que, desde 2011, dicha cuenta tuvo movimientos mensuales promedio de 153 mil pesos. Sin embargo, el rastro de los “ríos de dinero” denunciados por Monreal fue incierto pues, tan pronto como inundaban la cuenta, fluían “para tratar de comprar la Presidencia de la República”.
Como director de campaña, Luis Videgaray estuvo metido en las decisiones financieras de Peña Nieto. De acuerdo con Enrique Toussaint, “cuando se acercan inversionistas —como Odebrecht, OHL, entre otros— lo normal es que el director de campaña sepa los números, los compromisos y el costo que tiene recibir ese tipo de inversión de empresas trasnacionales”.
Las irregularidades durante la campaña política de 2012 —que surgieron a la par que el caso Monex— no pararon con la afluencia de dinero. Monreal acusó que Videgaray manejaba recursos del Estado de México a pesar de que, a partir de 2009, dejó de ser funcionario público en la entidad federativa. De ahí en adelante, hubo incongruencias administrativas que acompañaron a Videgaray en sus años de gestión como funcionario del Gobierno federal y que lo persiguen a la fecha.