El Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, informó hoy que las y los atletas que integrarán la delegación mexicana olímpica viajarían a Tokio en el avión presidencial.
-Con información de EFE.
Ciudad de México, 31 de mayo (SinEmbargo).- Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), rechazó hoy que atletas mexicanos vayan a utilizar el avión presidencial para ir a las Olimpiadas de Tokyo.
En entrevistas con El Universal y Reforma, Padilla dijo que agradecía el ofrecimiento del Gobierno mexicano, pero señaló que por la logística y las medidas sanitarias por la COVID-19, era complicado aceptar.
«Agradecemos mucho el ofrecimiento que hizo este día el Secretario de Hacienda para usar el avión presidencial, pero nosotros ya tenemos confirmados boletos de avión con una aerolínea japonesa y además la logística para un vuelo de esta naturaleza es muy complicada por toda esta situación de la COVID-19 y las medidas sanitarias que está implementando Japón», dijo Padilla a Adrián Basilio, de Reforma.
“Es una buena intención en respaldo, pero será muy complicado viajar en él, porque no puede hacer los suficientes vuelos para llevar a los atletas, que tienen que estar cinco días antes y regresar al día siguiente de su participación. Es muy difícil”, comentó Carlos Padilla a El Universal.
«A finales de mes se tiene hasta ahora programado trasladar a los atletas a los Juegos Olímpicos de Tokio», reveló este lunes el Secretario mexicano de Hacienda, Arturo Herrera, a un grupo de periodistas en Palacio Nacional.
El Secretario confirmó que el avión salió ya del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con destino a California (Estados Unidos) para su mantenimiento rutinario, que fue «adelantado para que esté en las mejores condiciones posibles» para el traslado de los deportistas.
Cuando el presidente López Obrador llegó al poder en diciembre de 2018, puso en venta el avión presidencial usado por su antecesor porque lo consideraba demasiado lujoso, sin embargo la aeronave se ha convertido en un quebradero de cabeza para el actual Gobierno.
El Presidente mandó el avión a un hangar de Boeing en Estados Unidos pero tras más de un año sin encontrar comprador regresó a México, donde López Obrador anunció un sorteo para deshacerse del aparato, que derivó finalmente en septiembre del año pasado en una rifa simbólica en la que solo se sorteó el valor de la aeronave.
El Secretario de Hacienda explicó este lunes que «se acaba de iniciar un nuevo proceso de compra» y que el mantenimiento que se realizará en Estados Unidos servirá para «determinar el estado actual y los precios base» para la negociación.
El famoso avión es un Boeing 787, apodado Dreamliner, con una autonomía de 14,5 horas y una velocidad de 900 kilómetros por hora, que fue adaptado para el uso del presidente y de su equipo, con una elegante y completa recámara, cinta para correr, asientos de piel, cocina y sala de prensa.
Aunque fue adquirida por el presidente Felipe Calderón (2006-2012) por un precio que levantó escándalo de 218,7 millones de dólares, la aeronave llegó a México en 2016 y fue utilizada para las giras nacionales e internacionales de Peña Nieto.
Siendo líder de la oposición, López Obrador popularizó la frase de que un avión tan lujoso «no lo tiene ni Obama».