La llamada entre los presidentes de EU y Rusia es la segunda que se ha hecho pública desde que Biden llegó al poder en enero, y se produjo después de que Rusia anunciara que había enviado dos ejércitos y tres unidades aerotransportadas a sus fronteras occidentales.
Washington, 13 de abril (EFE).- El Presidente estadounidense, Joe Biden, exigió este martes a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que «rebaje las tensiones» con Ucrania, durante una llamada telefónica en la que expresó su «preocupación» por la movilización militar rusa en la frontera con ese país.
Durante la conversación, Biden también le propuso a Putin mantener «una cumbre en un tercer país» en algún momento de los «próximos meses», para «conversar sobre todos los temas que enfrentan Estados Unidos y Rusia», informó la Casa Blanca en un comunicado.
La llamada fue la segunda entre ambos que se ha hecho pública desde que Biden llegó al poder en enero, y se produjo después de que Rusia anunciara que había enviado dos ejércitos y tres unidades aerotransportadas a sus fronteras occidentales.
«El Presidente Biden expresó nuestras preocupaciones por el repentino aumento de tropas en la Crimea ocupada y en las fronteras de Ucrania, y pidió a Rusia que rebaje las tensiones», afirmó la Casa Blanca.
President Biden spoke today with President Putin, making clear the United States’ resolve to defend our national interests and expressing our support for Ukraine’s sovereignty and territorial integrity.
— The White House (@WhiteHouse) April 13, 2021
Ucrania ha alertado en las últimas semanas a la comunidad internacional del aumento de la presencia militar rusa cerca de su frontera y en Crimea, además del incremento de las violaciones del alto el fuego en el Donbás, donde desde 2014 se enfrentan el Ejército ucraniano y los separatistas prorrusos.
Biden «enfatizó el férreo compromiso de Estados Unidos con la soberanía e integridad de territorial de Ucrania», de acuerdo con su oficina.
Moscú aseguró este martes que el movimiento de tropas a la frontera se enmarca en ejercicios militares para hacer frente a las actividades de la OTAN, cuyo secretario general, Jens Stoltenberg, reclamó después que Rusia detenga «de manera inmediata» su movilización alrededor de Ucrania.
Durante la llamada, Biden también le dejó claro a Putin «que Estados Unidos actuará de forma firme en defensa de sus intereses nacionales como respuesta a las acciones de Rusia, como sus intrusiones cibernéticas y su interferencia electoral», indica el comunicado.
EU sospecha que Rusia estuvo detrás de un ciberataque masivo que comenzó presuntamente en 2019 y penetró en los sistemas del Gobierno federal y grandes compañías del país mediante un programa de la empresa SolarWinds, y ha prometido que habrá represalias por lo ocurrido en cuestión de «semanas».
Además, las agencias de inteligencia de EU acusaron en marzo a Rusia de haber intentado interferir en las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 a favor del expresidente Donald Trump, quien perdió frente a Biden.
El Kremlin ha negado tanto cualquier injerencia electoral como una implicación en el ciberataque de SolarWinds, y a la tensión por esos temas se ha sumado la situación en Ucrania y la decisión de Biden de describir a Putin como un «asesino» durante una entrevista en marzo.
Sin embargo, Biden insistió en la llamada en que quiere «construir una relación estable y predecible con Rusia, de forma coherente con los intereses estadounidenses», y por eso le propuso mantener una cumbre, según la Casa Blanca.
Esa sería la primera reunión de alto nivel entre los líderes de ambas potencias desde que Putin y Trump se reunieron en Helsinki en 2018, en la que el estadounidense ignoró las conclusiones de sus propias agencias de inteligencia y dijo que creía a su homólogo ruso cuando decía que Moscú no interfirió en las elecciones de 2016.
Biden y Putin también hablaron este martes sobre su intención de lanzar «un diálogo de estabilidad estratégica, centrado en el control de armas y otros asuntos emergentes de seguridad», para dar seguimiento a la prórroga en febrero por cinco años más del tratado bilateral Nuevo START, que limita el número de armas nucleares estratégicas.