Los chaneques se relacionan con pequeños seres traviesos que esconden las cosas, pero también son criaturas mitológicas que se relacionan con el inframundo y se dedican a cuidar los montes, árboles y manantiales. Aquí te compartimos algunos datos de los chaneques que forman parte de la tradición y cultura mexicana.
Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).- La cultura mexicana está llena de leyendas y figuras míticas, una de ellas es la de los chaneques, unos pequeños seres que se presentan como guardianes del bosque, ríos y manantiales. Su nombre viene del náhuatl y quiere decir «seres que habitan en lugares peligrosos». Las características de estos seres varían de acuerdo a la localidad que se visite, sin embargo, forman parte de las creencias y cultura en lugares como Tabasco, Chiapas y Veracruz.
De acuerdo con la Mediateca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los chaneques forman parte de la mitología mexica y son seres asociados al inframundo que se dedican a cuidar los montes, árboles, manantiales y animales silvestres. Estas criaturas de pequeño tamaño habitan en los bosques y selvas, se cree que son capaces de asustar a las personas y hacerlas perder su espíritu, que está asociado con el día de su nacimiento, este recibe el nombre de tonalli y para recuperarlo debe realizarse un ritual.
Los chaneques se reconocen en el sureste como espíritus traviesos de tamaño pequeño y con aspecto de niños que esconden las cosas y distraen a la gente para que pierdan el camino o desaparezcan. En otras zonas se les identifica con pies al revés y cuerpo deforme, otros sitios señalan su rostro avejentado. En Veracruz se habla de dos tipos de chaneques: buenos y malos, los primeros se aparecen a la gente y los segundos se esconden en lo profundo de la selva, en cuevas o lugares muy alejados de todos, ya que detestan a los humanos.
Los chaneques de Veracruz responden a Chane, dios de la tierra y el agua, quien vela por los humanos y castiga a los adúlteros. Otra versión, también de Veracruz, indica que si te portas mal con algún chaneque, este te enfermará no sólo de cuerpo, sino también de espíritu, lo que se manifiesta con pérdida de apetito y energía.
Muchas personas afirman haberlos visto, además tratan a esta figura con respeto, incluso se dice que si los encuentras en el bosque es buena idea agradecerles por cuidar de los ríos y manantiales.