En una grabación hecha por los científicos poco después de la autoamputación del cuerpo, se puede ver que la cabeza se desplaza rápidamente alrededor del resto del organismo. Al acercarse al cuerpo y tocarlo, éste también se mueve reflexivamente. Reacciona a estímulos durante varios días o incluso meses, determinaron los investigadores.
–Con información de RT
Nueva York/Ciudad de México, 9 de marzo (SinEmbargo).– La autoamputación, o autotomía, es un fenómeno conocido en varios organismos. Así, diversos reptiles pueden deshacerse de una parte de su cola, y algunos insectos de sus patas, para escapar de un peligro. Y en ciertas especies, los segmentos mutilados vuelven a crecer.
En un artículo publicado ayer en la revista Current Biology, un equipo de científicos japoneses describe algo mucho más impresionante: la regeneración completa de todo el cuerpo autoamputado en las babosas marinas Elysia f. marginata. El extraño comportamiento de esos moluscos fue descubierto por casualidad en un laboratorio. Durante una inspección rutinaria, la bióloga Sayaka Mitoh notó que la cabeza de un nudibranquio se separó del cuerpo y continuaba moviéndose.
«Nos sorprendió ver que la cabeza se movía justo después de la autotomía», confiesa Mitoh en un comunicado del grupo editorial Cell Press.
En una grabación hecha por los científicos poco después de la autoamputación del cuerpo, se puede ver que la cabeza se desplaza rápidamente alrededor del resto del organismo. Al acercarse al cuerpo y tocarlo, éste también se mueve reflexivamente. Reacciona a estímulos durante varios días o incluso meses, determinaron los investigadores.
Sacoglossan sea slugs don't mind losing their heads. Not only can the sea slugs elect to detach their heads and survive, but they can regrow a whole new body. Read more in @CurrentBiology https://t.co/7ueo5HL0Vn@NaraWomensUniv
Video: Sayaka Mitoh pic.twitter.com/oL5bh9psQ7— Cell Press (@CellPressNews) March 8, 2021
Aún más asombrosa fue la capacidad de las babosas jóvenes de regenerar todo su cuerpo en menos de tres semanas.
«Pensábamos que moriría pronto, al estar sin corazón ni otros órganos importantes, y nos sorprendió nuevamente descubrir que regeneraba todo el cuerpo», indica Mitoh. En cuanto a cómo logran restablecer todos los órganos vitales, sugiere que usan una especie de células madre. Asimismo, indica que las cabezas podrían prolongar su vida gracias a la incorporación de cloroplastos de algas devoradas, característica única de la Elysia f. marginata.
No se saben las causas de esa autonomía voluntaria. Una explicación posible es que se hace para combatir parásitos que inhiben la reproducción de las babosas.
“Hace unos años, Mitoh, candidata a doctora por la Universidad de Mujeres de Nara en Japón, estaba examinando la vasta colección de babosas marinas de su laboratorio cuando se topó con una visión espantosa. Una de las babosas marinas criadas en cautiverio del laboratorio, una Elysia marginata, había sido decapitada de alguna manera”, cuenta The New York Times.
Cuando Mitoh miró dentro de su tanque para ver mejor, notó algo aún más impactante: la cabeza cortada de la criatura se movía alrededor del tanque, masticando algas como si no hubiera nada inusual en ser una babosa incorpórea.
Detectan un animal que puede regenerar todo el cuerpo tras separar voluntariamente la cabeza
En una grabación hecha por los científicos pronto después de la autoamputación del cuerpo se puede ver que la cabeza se desplaza rápidamente alrededor del resto del organismo pic.twitter.com/0gSvPzS9HF
— RT en Español (@ActualidadRT) March 8, 2021
Mitoh también vio señales de que la herida de la babosa marina fue autoinfligida: era como si la babosa marina hubiera disuelto el tejido alrededor de su cuello y se hubiera arrancado la cabeza. La autoamputación no es infrecuente en el reino animal. Tener la capacidad de deshacerse de una parte del cuerpo, como una cola, ayuda a muchos animales a evitar la depredación. Sin embargo, nunca se había observado que ningún animal abandonara todo su cuerpo.
Esperaba que la babosa muriera, pero no sólo continuó con vida, sino que también regeneró la totalidad de su cuerpo perdido en tres semanas.