La compañía extenderá la suspensión de la producción en Fairfax (EU), San Luis Potosí (México) e Ingersoll (Canadá) y, como medida provisional, en algunos casos producirá vehículos en otras plantas, como en Wentzville (EU) y Ramos Arizpe, en México.
Los vehículos incompletos serán almacenados hasta que GM reciba los chips de sus proveedores.
Washington, 9 de febrero (EFE).- General Motors (GM) tendrá que extender la suspensión de la producción de automóviles en tres plantas de montaje de Estados Unidos, México y Canadá hasta mediados de marzo ante la persistente escasez de chips fabricados en Taiwán.
GM dijo este martes que «a pesar de los esfuerzos de mitigación» que está realizando para asegurar el suministro de microchips se ve obligada a extender la suspensión de la producción en las factorías de Fairfax (EU), San Luis Potosí (México) e Ingersoll (Canadá).
«Estamos extendiendo las suspensiones en esas plantas y volveremos a evaluar a mediados de marzo», señaló la compañía en un comunicado.
GM también dijo que, como medida provisional, en algunos casos producirá vehículos en otras plantas, como la de Wentzville en EU y la de Ramos Arizpe en México, sin los módulos que necesitan los microprocesadores y que terminará las unidades «tan pronto como sea posible».
«Esto nos ayudará a responder a la fuerte demanda tan pronto como los semiconductores estén disponibles», añadió la empresa.
Los vehículos incompletos serán almacenados hasta que GM reciba los chips de sus proveedores.
Mientras tanto, GM dedicará los chips que tiene disponibles para «producir y enviar nuestros productos más populares y de mayor demanda, incluidos camionetas de gran tamaño, todocaminos SUV y los Corvette».
La planta de Fairfax, situada en Kansas City, emplea a unas 2.300 personas y produce los vehículos Cadillac XT4 y Chevrolet Malibu. En San Luis Potosí se producen los modelos Chevrolet Equinox, Chevrolet Trax y GMC Terrain mientras que en la planta canadiense se manufactura el Chevrolet Equinox.
El pasado 4 de febrero, GM anunció la suspensión inicial de la producción en esas factorías y dijo que estaba «evaluando el impacto global» de la falta de chips.
La escasez de microprocesadores para el sector del automóvil está afectando a fabricantes de todo el mundo, como Honda, Nissan, Stellantis, Volkswagen y Daimler.
En enero, Ford se vio obligado a eliminar turnos de trabajo en algunos casos e incluso suspender la producción en otros, debido a los problemas de suministro.