Los diversos problemas en el arranque de la campaña de vacunación europea forman parte de una crisis sanitaria y global de proporciones históricas, en la que se han visto progresos extraordinarios como desarrollar varias vacunas en menos de un año para un virus desconocido, pero en la que también surgen casi a diario inconvenientes y obstáculos desconocidos.
Bruselas, 1 de febrero (EFE).- La Comisión Europea (CE) intenta pasar página tras un mes de enero aciago, en el que la Unión Europea (UE) ha visto dispararse las infecciones de COVID-19 al tiempo que Pfizer-BioNTech y Moderna anunciaban recortes en las entregas de vacunas y Bruselas se enzarzaba públicamente con AstraZeneca.
«Vengo de un país de cultura católica y hay un refrán que dice que sólo el papa es infalible», dijo en rueda de prensa el portavoz jefe de la Comisión Europea, el francés Eric Mamer.
Se refería, en concreto, a la crisis desatada el pasado viernes a propósito de Irlanda del Norte por la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, a propósito de un mecanismo de emergencia creado para controlar las exportaciones de vacunas desde la UE, que entró en vigor el sábado y podía poner en peligro el acuerdo del Brexit en el punto sensible de las dos Irlandas.
El error, fruto de la improvisación en la disputa contractual con la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca, finalmente se enmendó y el Úlster queda fuera de ese mecanismo. Al igual que parece haber bajado la tensión con el laboratorio, que ha prometido 40 millones de dosis en el primer trimestre, frente a los 80 millones firmados.
Pero la frase de Mamer sirve también para resumir las intenciones del Ejecutivo comunitario de dejar atrás las recientes polémicas y alejar la presión a Von der Leyen, muy criticada en las últimas fechas en un contexto de escasez de vacunas y mucho nerviosismo doméstico en los Estados miembros, que ni siquiera logran administrar todas las que ya tienen.
Von der Leyen acudirá este martes a las reuniones de los principales grupos en la Eurocámara para explicar a puerta cerrada la estrategia de vacunación comunitaria.
DOSIS ENTREGADAS, ADMINISTRADAS Y ESPERADAS
La UE ha recibido 185 millones de dosis de Pfizer-BioNTech y de Moderna y ha administrado al menos una a más de 12 millones de personas, según los datos facilitados este lunes en rueda de prensa por el portavoz de Salud del Ejecutivo comunitario, Stefan de Keersmaecker, y en el Parlamento Europeo por la directora general de Sanidad de la Comisión, Sandra Gallina.
«No debería tener ningún complejo» al compararse con el ritmo en otros países como Estados Unidos o Israel, dijo Gallina, que destacó que farmacéuticas rivales como Pfizer y Sanofi estudian producir conjuntamente.
Bruselas espera, además, que esos dos laboratorios, cuyas vacunas rondan una efectividad del 95 por ciento entreguen 500 millones de dosis a la Unión Europea para el próximo mes de octubre, lo que supondría fármacos para cerca del 67 por ciento de la población adulta de la UE.
Es decir, unos 250 millones de personas de los 370 millones de adultos europeos, sobre una población total de 448 millones de personas, aproximadamente.
Quedan fuera de esos cálculos cerca de 75 millones de europeos menores de 18 años, no incluidos por ahora en los planes de vacunación al ser infrecuente que desarrollen formas graves de la COVID-19.
El objetivo que fijó hace dos semanas la presidenta Von der Leyen pasa por vacunar al 70 por ciento de la población adulta «para el verano», período que el Ejecutivo comunitario precisó después que comprendía hasta el final de septiembre.
Además, el laboratorio AstraZeneca, cuya vacuna desarrollada con la Universidad de Oxford también ha recibido la aprobación de la UE y que, tras una semana de intensas disputas con la Comisión Europea, ha prometido entregar 40 millones de dosis en el primer trimestre del año, si bien la EMA fija la efectividad de su vacuna en el 60 por ciento y carece de datos sobre si funciona en mayores de 55 años.
Se desconoce el número de dosis totales que Bruselas espera que AstraZeneca entregue en el conjunto del año tras los problemas de producción de la farmacéutica anglo-sueca, si bien el contrato original firmado el pasado agosto preveía 300 millones de dosis con opción a 100 millones adicionales.
Por otro lado, si el laboratorio Johnson & Johnson solicita la autorización para su vacuna, que se espera pida en el primer trimestre, y la Agencia Europea del Medicamento aprueba ese fármaco, cuya efectividad en estudios preliminares ronda el 66 por ciento, aportaría otros 100 millones de dosis millones para «final de septiembre».
En total, aunque con diferentes porcentajes de efectividad aparente y suponiendo que se autorice la vacuna de Johnson & Johnson, la UE tendría al menos 640 millones de dosis de vacunas para el final de septiembre, según se deriva de los números facilitados por el Ejecutivo comunitario.
RESTRICCIONES A LOS VIAJES Y MERCADO DE PCR FALSAS
Los diversos problemas en el arranque de la campaña de vacunación europea forman parte de una crisis sanitaria y global de proporciones históricas, en la que se han visto progresos extraordinarios como desarrollar varias vacunas en menos de un año para un virus desconocido, pero en la que también surgen casi a diario inconvenientes y obstáculos desconocidos.
Prueba de ello es que Europol alertase este lunes de un mercado negro de falsas pruebas de diagnóstico PCR para viajar en la UE.
Esa agencia europea de coordinación policial advirtió de esa nueva estafa en el mismo día en el que los embajadores de los países de la UE en Bruselas adoptaron hoy la normativa que permite aplicar restricciones a los viajes y aislar a los territorios comunitarios con una incidencia acumulada superior a 500 casos por 100 mil habitantes en 15 días.
En las últimas semanas, en diferentes aeropuertos de España, Francia, Países Bajos o Reino Unido, las fuerzas de seguridad han desmantelado redes de falsificación que ofrecían pruebas negativas falsas a cambio de entre 40 y 300 euros.