Los supermercados de Chetumal se muestran llenos de compradores que descuidan las medidas sanitarias, las tiendas se limitan a checar la temperatura corporal y proporcionar gel antibacterial.
Las playas de Cancún sin supervisión y con grupos de turistas que incumplen los protocolos sanitarios. Bañistas nacionales e internacionales no utilizaron los cubrebocas dentro de los arenales.
Por Gabriel E. Manzanilla y Lino Sarmiento
Quintana Roo, 31 de diciembre (Por Esto).- Desde las primeras horas de este 31 de diciembre, y a pesar de estar en medio de una pandemia, los supermercados de Chetumal reportan alta afluencia de clientes, de personas que acuden a realizar las compras relacionadas con la cena y los festejos de fin de año.
Respecto a las autoridades de Salud, estas no instalaron vigilancia sanitaria alguna en estos sitios, que pueden ser focos potenciales de contagio de la COVID-19 ante las aglomeraciones de personas.
Hay una alta demanda en aquellos alimentos y bebidas relacionados con la cena de fin de año, como es el pavo, pierna, uvas, cerezas, vinos y licores para el brindis, botanas, pastas, entre otros.
Distintos supermercados están operando con las medidas sanitarias mínimas de prevención COVID-19, entre las que se encuentran checar la temperatura corporal y proporcionar gel antibacterial a cada persona que ingresa, pero ya en el interior la gente se aglomera en los pasillos y no respeta la sana distancia, además que dejan pasar tanto a niños como adultos mayores, los cuales son grupo de riesgo ante el virus.
PLAYAS SIN PROTOCOLOS
A unas horas del Año Nuevo, las playas de Cancún fueron abarrotadas por bañistas nacionales y extranjeros que después del medio día comenzaron a llegar en grupos de cinco a 15 personas, así como parejas a los diferentes balnearios de la Zona Hotelera.
En Playa Gaviota Azul, mejor conocida como Forum, se registró la mayor afluencia de personas, quienes arribaban con cubrebocas, pero una vez instalados en los arenales los olvidaron por completo.
En el sitio no se observó ninguna autoridad que revisara o recomendara por lo menos el uso de cubrebocas, guardar la sana distancia o usar gel antibacterial; solo un letrero deshilachado en la entrada al acceso que advertía de estas medidas, pero prácticamente pasaba desapercibido.
De Playa Chac Mool al arrecife artificial de Punta Cancún, prácticamente las playas fueron ocupadas por camastros, sombrillas y toallas que ocupaba la gente para sentarse o dejar sus cosas mientras nadaban.
En el lugar había desde familias completas, hasta grupos de amigos, amigas, parejas e incluso bañistas solitarios
que disfrutaban leyendo u observando a la gente.
Por el clima un tanto brumoso con viento y oleaje un poco alto, los prestadores de servicios turísticos náuticos no estaban rentando paracaídas o motos acuáticas, únicamente tablas de surf, sombrillas y camastros.
Alrededor de las 2:30 de la tarde fue cuando comenzó a llegar la mayor cantidad de personas, “venimos a esta hora porque ya bajó un poco el sol, aunque hace un poco de fresco”, comento Gerardo Iturbe, quien iba llegando con unos amigos.
La afluencia en las playas es reflejo del aumento en la llegada de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Cancún, que esta semana se ha mantenido arriba de las 400 operaciones, pese a las restricciones internacionales de viaje en algunos países.
