Lo que pasó en septiembre pudo ser algo similar a lo ocurrido en los reactores de Fukushima, Japón, pues la planta estuvo expuesta al drenado de la alberca de combustible gastado.
Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).– El pasado 3 de septiembre se registró una situación de riesgo en la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde, en Veracruz, debido a «deficiencias del desempeño humano» en el recambio de uranio, según reporta el diario El País.
De acuerdo con una investigación realizada por el periodista Emilio Godoy para este medio, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) reportó un incidente de alerta máxima para la seguridad de la planta de Laguna Verde en septiembre, pero no fue el único, en octubre y principios de diciembre se tuvieron dos casos más.
Se detalló que en esta central, propiedad de la CFE, se tienen «dos reactores con capacidad instalada de 810 megavatios cada uno. Representa un cuatro por ciento de la capacidad eléctrica instalada de México y un dos por ciento de la generación total del país».
Para poder determinar el funcionamiento de la misma, se utiliza un monitoreo por colores para indicar los grados de peligro «del derretimiento del núcleo o componentes desconectados».
El País informó que en agosto se inició la recarga de combustible en esta planta, procedimiento que se lleva a cabo cada 18 meses, y dura un mes ejecutarlo, pues se remplazan las varillas de uranio que alimentan la estación.
Las varillas que ya perdieron energía son llevadas a una alberca de combustible gastado, en esta se almacenan los tubos retirados hasta que pierden radiactividad.
¿UN ERROR NIVEL FUKUSHIMA?
En este reporte analizado por El País, se reveló que lo que pasó en septiembre pudo ser algo similar a lo ocurrido en los reactores de Fukushima, Japón, pues la planta estuvo expuesta al drenado de la alberca de combustible gastado.
«Esto implica que el agua hierva, se evapore y las barras de uranio gastado queden al descubierto y se derritan por el aumento de temperatura. El derretimiento del uranio gastado podría provocar desde la emisión de gases radiactivos hasta un incendio que podría desencadenar eventos mayores, como explosiones», se lee en la publicación.
CFE LO NIEGA TODO
A pesar de la existencia del reporte, Luis Bravo, coordinador de comunicación para la CFE, ha indicado que no ha existido «ninguna situación de riesgo».
La dependencia se ha apegado a declarar que la generadora de Veracruz opera con normalidad, y que no han existido accidentes que hayan puesto en riesgo al personal y a la ciudadanía.
Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, la Comisión no ha presentado evidencias que respalden la versión anterior sobre el «buen funcionamiento de la planta».
El País menciona que el primer reactor de la central de Laguna Verde comenzó a operar desde 1990, mientras que el segundo reactor inició su funcionamiento en 1995, ambos con una vida útil de 40 años cada uno.
«En julio de este año, después de que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias de México revisara las condiciones de seguridad de la planta, la Secretaría de Energía renovó la licencia de operación por otros 30 años», dice este medio.
Aunado a esto, la planta ha tenido tres gerentes desde diciembre del 2018, y enfrenta tres demandas legales por el nombramiento de Héctor López Villarreal, que actualmente se desempeña en el cargo.