Después de un año con estadios y arenas en silencio por la pandemia de coronavirus, el desarrollo de las vacunas ilusiona sobre un pronto retorno de los eventos deportivos con público en las gradas.
Ciudad de México, 25 de diciembre (AP).– Con público o nada.
Tal fue el condicionamiento que el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, puso con respecto a la Copa América que debió realizarse este año en Colombia y Argentina pero que se aplazó para junio de 2021.
“Es un torneo que depende de los ingresos, si no es imposible. Estamos atados a la venta de las entradas”, dijo Domínguez en una entrevista con Radio Colonia de Argentina.
Después de un año con estadios y arenas en silencio por la pandemia de coronavirus, el desarrollo de las vacunas ilusiona sobre un pronto retorno de los eventos deportivos con público en las gradas.
Es algo esencial para la subsistencia de ligas y jugadores, sobre todo en la industria del fútbol en Latinoamérica. Avizorar todo un 2021 con butacas vacías, transmisiones con ruido artificial de hinchas y otras soluciones de realidad aumentada resulta insostenible.
Lo que se factura con los contratos audiovisuales no alcanza.
En México, por ejemplo, la falta de público en los estadios provocó una caída del 50 por ciwnto en los ingresos de los clubes, de acuerdo con el presidente de la federación nacional, Yon de Luisa.
“La pandemia nos ha afectado. El 2020 ha sido un año muy complicado, hemos tratado de sobrellevarlo con algunos recortes al gasto. Pero esperemos que, en el cierre del cuatrienio, en el 2022, se nivele todo con la aparición de la vacuna”, dijo De Luisa.
Hoy por hoy, la situación no es alentadora.
Los contagios en el continente aumentan mientras la distribución de la vacuna es incipiente.
“Falta mucho para que vuelva el público a los estadios”, advirtió recientemente el ministro de Turismo y Deporte de Argentina, Matías Lammens. “Yo no creo que a corto o mediano plazo pueda volver el público a los estadios del fútbol argentino”.
La pandemia ha puesto al límite al fútbol latinoamericano — y más en Sudamérica donde incluso en la bonanza se sobrevivía con lo justo.
Ha sido encomiable que la Copa Libertadores — el máximo torneo de clubes en el hemisferio sur — se haya podido reanudar y llegar a completar los cuartos de final, programándose sus últimas dos etapas en enero. La CONMEBOL también acabó convirtiéndose en la única de las seis confederaciones de la FIFA que pudo montar fechas de las eliminatorias para el Mundial de 2020, lidiando incluso con un brote de coronavirus en la selección de Uruguay que marginó a su astro Luis Suárez para el clásico contra Brasil.
Lo que se contempla sería una apertura escalonada durante 2021, con grupos limitados de aficionados a partir de febrero.
Mikel Arriola, el nuevo presidente de la Liga MX, planteó un panorama complejo en cuanto al torneo mexicano.
“He seguido de cerca la pandemia desde febrero y generó una crisis económica que no se resolverá si no se resuelve lo epidemiológico”, dijo el dirigente. “No es como en el pasado que se resuelve con inyecciones de capital al sector financiero. Estamos en un nivel de infección parecido a los que teníamos en los meses de abril – mayo y eso implica que la reapertura de estadios se vea difícil”.
No sería sino hasta 2022 cuando se podría ver recintos llenos en México.
Algo similar se daría en Sudamérica.
La Asociación del Fútbol Argentino trabaja para la reapertura de los estadios a los hinchas a partir de febrero, fecha de inicio del próximo torneo. Sería con menos de la mitad de la capacidad.
Alguien que se lamenta de manera insistente por la ausencia de público es Miguel Ángel Russo, el técnico de Boca Juniors. Considera que ello incide en los resultados.
Pese a ser semifinalista de la Copa Libertadores, Boca ha sido frágil como local: apenas dos victorias de los últimos seis partidos que disputó en la otrora inexpugnable Bombonera.
“Ojalá pronto volvamos a tener al púbico de nuevo, lo necesitamos”, admitió Russo.