Limitados financieramente, restringidos localmente y cautelosos son las tres principales características que Nielsen Global Connect prevé plaguen el panorama de los compradores.
Las celebraciones van a ser diferentes, acompañadas de la forma en que la pandemia de la COVID-19 impactó el poder adquisitivo.
México, 21 de diciembre (Economía Hoy).- Son numerosas las circunstancias económicas y sociales relacionadas con la pandemia que siguen alterando cuándo y cómo los consumidores se comportan y, en este caso, cómo se celebrarán las festividades.
Aunque la realidad sea distinta este año, los consumidores buscan mantener sus celebraciones y las marcas y retailers que deseen sobresalir, deben adaptarse a estos nuevos escenarios ajustando las ofertas de temporada a las condiciones locales y comodidad de sus clientes.
Para muchos hogares las celebraciones van a ser diferentes dependiendo de dónde viven, qué restricciones enfrentan y cómo la pandemia de la COVID-19 ha impactado su poder adquisitivo. Nielsen Global Connect ha identificado cinco grupos de consumidores diferentes que abarcan el espectro de cómo las restricciones financieras y físicas podrían manifestarse antes de la temporada festiva.
1. Limitados financieramente y restringidos localmente: con una menor libertad para reunirse físicamente y hacer las compras habituales para la época habitacional, así como las restricciones locales, las limitaciones en las aperturas de negocios y una menor oportunidad de interacción social sus hábitos de consumo se verán directamente impactados ya que tendrán menos oportunidad de buscar y encontrar el mejor valor o surtido de opciones.
2. Limitados financieramente: pero sin restricciones locales: ya que previo a la temporada festiva, optaron por una cultura y mentalidad del ahorro, se sentirán con una mayor libertad para celebrar con otros y buscar físicamente los productos y precios adecuados para sus necesidades.
3. Cautelosos del medio: aunque muchos se han saltado las medidas de prevención, una gran mayoría como resultado de la pandemia que nos sobrevino este 2020 han heredado y conservado el temor por lo que pueda ocurrir en un futuro cercano. Esto, serán mucho más cautelosos con el gasto y su presupuesto, por lo que optarán priorizar las ocasiones y la entrega de regalos con solo los más cercanos.
4. Con poder adquisitivo pero restringidos localmente: una de las pocas ventajas que probablemente veremos en la temporada navideña tiene que ver con el tamaño de las celebraciones, ya que al tener reuniones más pequeñas se podrá reducir los gastos normales y fomentar celebraciones con un toque autocomplaciente. Esta flexibilidad financiera es una oportunidad para que los consumidores puedan derrochar de alguna manera para compensar las experiencias que por el momento se mantienen prohibidas.
5. Con poder adquisitivo y sin restricciones locales: aunque es uno de los escenarios con menor probabilidad. Estos consumidores continuarán gastando con mayor libertad y preservarán el comportamiento de las fiestas a los más cercanos.
Cada grupo de consumidores ajustará su comportamiento de compra en las fiestas de manera única.
«Si bien los planes cambian diariamente en relación con el desarrollo de la COVID-19, aún hay grandes oportunidades para las marcas y los retailers, por lo que es importante que alineen sus planes con las nuevas circunstancias en las que se encuentran los consumidores», comparte Juan Felipe Saavedra, Líder de la Unidad de Negocio Consumer Intelligence para Latinoamérica.