Desde el organismo opinaron que el polietilenglicol (PEG) —que forma parte no sólo del fármaco de Pfizer, sino de la vacuna de Moderna—»podría ser el culpable».
Ciudad de México, 20 de diciembre (RT).- La Administración de Medicamentos y Alimentos de EU (FDA, por sus siglas en inglés) está investigando cinco casos de reacciones alérgicas que se registraron tras la administración de la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNTech.
Peter Marks, director del Centro de la Evaluación y Estudio Biológicos de la FDA, declaró que la reacción alérgica fue registrada en más de un estado —además de Alaska— y que el organismo «está trabajando mano a mano» con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y «estrechamente con nuestros colegas del Reino Unido, que por supuesto reportaron la reacción alérgica».
De acuerdo con sus declaraciones, la FDA trabajará para «tratar de entender qué componente de la vacuna podría estar ayudando» al desarrollo de las reacciones. Marks sostuvo que el polietilenglicol (PEG) —que forma parte no sólo del fármaco de Pfizer, sino de la vacuna de Moderna— «podría ser el culpable», agregando que este tipo de reacciones pueden ser más comunes de lo que habían estimado previamente.
REACCIONES ALÉGICAS EN EU Y EL REINO UNIDO
Esta semana se dio a conocer que dos sanitarios de un mismo hospital del estado de Alaska desarrollaron reacciones preocupantes poco después de que les administraran la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la COVID-19.
El hecho se suma a otro ocurrido la semana pasada, cuando dos trabajadoras sanitarias británicas sufrieron también reacciones anafilácticas después que se les administró la vacuna de Pfizer.
Como resultado de estos casos, June Raine, jefa de la agencia británica de regulación de medicamentos, advirtió que «cualquier persona con antecedentes de anafilaxia ante una vacuna, medicamento o alimento, no debe recibir la vacuna de Pfizer y BioNTech». Al mismo tiempo, aseguró que «la mayoría de las personas no sufrirán anafilaxia» y que «los beneficios de proteger a las personas contra la COVID-19 superan los riesgos».