Rodrigo, de dos meses de edad, murió por una aparente negligencia médica el pasado 22 de julio del 2020.
Por Magarely Hernández
Puebla, 1 de diciembre (Periódico Central).- El caso del bebé Rodrigo, el cual destapó una ola de casos de negligencia médica en el Hospital de La Margarita del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, ha demostrado que sirve de muy poco que sus familiares hayan presentado una denuncia ante las instancias correspondientes porque las investigaciones simplemente no avanzan y los responsables siguen sin recibir una sanción.
Rodrigo, de dos meses de edad, murió por una aparente negligencia médica el pasado 22 de julio del 2020. Su muerte causó mucha indignación, pero después de él, al menos otros cuatro pequeñitos fueron víctimas de la misma situación; entre ellos, Lázaro, el bebé prematuro que fue declarado muerto y enviado al mortuorio cuando, en realidad, seguía vivo.
En entrevista con Periódico Central, Jorge Salinas, tío de Rodrigo, explicó que su hermano y cuñada presentaron una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) por los delitos de homicidio y negligencia médica.
Cuando se dio parte a la dependencia de esta situación, el Ministerio Público llegó de inmediato al lugar y, de momento, dio la impresión de que en verdad estaban interesados en realizar una investigación porque, incluso, los agentes exigieron al Subdirector del hospital el expediente del bebé, pero este se los negó. Después, accedió solo a que le tomaran fotografías y no permitió que se lo llevaran físicamente.
Han pasado ya más de cuatro meses y la investigación está estancada. De hecho, no hay ningún avance porque todavía no se sabe cuál fue la causa de muerte del bebé Rodrigo.
«Nada, no se ha hecho nada. Es el día que no nos han esclarecido la causa de muerte”.
Al no obtener respuesta ni de la Fiscalía ni del Hospital de La Margarita, los padres de Rodrigo optaron por presentar una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Incluso, a través del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) están buscando saber qué provocó la muerte del bebé.
«Sí, hay una carpeta es Fiscalía pero es una carpeta que no tiene nada. Hemos ya acudido a instancias federales”.
Lamentablemente no es el único caso que se encuentra en esta situación. Ayer, el Gobernador Miguel Barbosa acusó que la Fiscalía General de la República (FGR) no ha mostrado ningún interés por investigar el caso de Lázaro, el bebé prematuro que fue declarado muerto y, horas después, su padre y el personal de la funeraria lo encontraron llorando en el mortuorio.
Es importante precisar que en este caso fue el gobierno del estado, a través del director jurídico de la Secretaría de Salud, quien presentó la denuncia por negligencia médica.
Además, la delegada del IMSS en Puebla no ha salido a emitir ninguna postura pese a los múltiples señalamientos de negligencia médica con recién nacidos en el hospital.
¿QUÉ OCURRIÓ CON RODRIGO?
Rodrigo fue un bebé muy deseado durante varios años, pues sus padres no se podían embarazar. El menor nació prematuro y por esta situación se quedó internado en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital de La Margarita; sus padres nunca lo pudieron llevar a casa.
Los médicos informaron a los padres de Rodrigo que el bebé debía ser sometido a una cirugía oftalmológica ambulatoria para tratar retinopatía y como el recién nacido evolucionó favorablemente, la cirugía fue programada para el pasado 22 de julio.
Por la mañana de ese día, Maribel tuvo la oportunidad de ver a su hijo. El reporte médico señalaba que el bebé estaba en perfectas condiciones para entrar a cirugía. Incluso lo tenían en ayunas.
Adrián acompañó a las enfermeras y vio cómo su hijo quedó en manos de los médicos que entrarían a quirófano. Aproximadamente 30 minutos después, los médicos salieron y le informaron al padre que Rodrigo había caído en paro y fue necesario intubarlo.
Minutos después, le dijeron que el bebé había muerto por broncoaspiración.
«Lo lamentamos mucho, pero ya no pudimos hacer nada por su bebé”, le dijeron.
Al pedir una explicación, los médicos culparon a las enfermeras; las enfermeras a los pediatras de piso; los pediatras a los anestesiólogos y hasta los camilleros salieron a relucir, pero ninguno dio alguna explicación.
Los anestesiólogos dijeron que cuando recibieron al bebé, ya había caído en paro y ellos lo intentaron reanimar. El bebé nunca fue anestesiado porque, al parecer, las personas responsables de cuidarlo mientras se preparaba la sala de quirófano, lo descuidaron y no se dieron cuenta cuando el bebé broncoaspiró.
El neonatólogo que se encargó de revisar al bebé desde que nació insistió en que Rodrigo se encontraba bien. Incluso, fue por ello que se autorizó la cirugía. Además, el médico no aceptó la versión de que el bebé broncoaspiró, por lo que él mismo acusó una posible negligencia médica.
La causa de muerte que dio el médico forense no fue igual a la que dio el IMSS. Los órganos del bebé fueron llevados a patología pero, como ya se dijo, hasta el momento no ha quedado claro cuál fue la causa.