Los dos contendientes son ahora más viejos y lucen más tranquilos. Pero volverán a un cuadrilátero este sábado por la noche, con la intención de recapturar algún destello de su pasado brillante.
Por Greg Beacham
LOS ÁNGELES, 28 de noviembre (AP).—Mike Tyson subió el viernes a un escenario iluminado por incontables reflectores y dio un peso de 220 libras. Se arrancó la camiseta para revelar un torso musculoso que bien podría pertenecer a un atleta de la mitad de su edad.
El ex monarca de los pesados, de 54 años, ingresó en un gran cubo de cristal, como medida de protección contra el COVID-19, y se encaró con Roy Jones Jr., quien alguna vez fue considerado el púgil más talentoso en el mundo. Con un peso de 210 libras, el cuerpo de Jones lucía ligeramente menos tonificado, pero evidentemente tampoco reflejaba su edad de 51 años.
Los dos contendientes son ahora más viejos y lucen más tranquilos. Pero volverán a un cuadrilátero este sábado por la noche, con la intención de recapturar algún destello de su pasado brillante. Y ambos han trabajado duro para evitar cualquier bochorno en su combate de exhibición.
“Ésta es la parte divertida”, dijo Tyson, quien peleará por primera ocasión en 15 años. “Todo lo demás que implicó llegar aquí fue un infierno”.
La pelea en el Staples Center está pactada a ocho años y fue aprobada como una especie de sesión con un sparring. Cada asalto durará dos minutos, no habrá jueces oficiales y buscará limitarse el daño que puedan infligirse los dos contrincantes. Pero esto último depende de a quién se le pregunte, si a la Comisión Atlética de Clifornia o a los dos contendientes.
“Tal vez yo no sepa cómo pelear suave”, advirtió Tyson. “No lo sé. No quiero decir algo incorrecto. No quiero que la Comisión se disguse conmigo”.
Pero para Tyson y Jones, este espectáculo único que se transmitirá por la televisión en la modalidad de pago por ver no es tanto un encuentro deportivo amigable. Se asemeja más a una oportunidad de que dos deportistas trascendentes muestren que la edad es sólo un número.
“No veo la vida como algo relacionado con la edad”, recalcó Tyson. “La veo como energía. No pones tu edad sobre la mesa. Pones tu energía. No vas por la vida diciendo: ‘Hola, soy Bob. Tengo 59 años’. No haces eso”.
For the first time in 15 years, Iron Mike weighs in and looks into the soul of his opponent ?
Mike Tyson faces off with Roy Jones Jr ahead of tomorrow night’s fight ?#TysonJones | Saturday, 1am | BT Sport Box Office pic.twitter.com/gmkOqVP1Sl
— Boxing on BT Sport ? (@BTSportBoxing) November 27, 2020
Tyson parece sorprendido por la sucesión de hechos que lo llevó de vuelta al ring. Confiesa que de joven no se imaginaba como un marido y padre maduro que tuviera la urgencia de perder 50 kilogramos (100 libras) hace un par de años para cuidar su salud.
“Ni siquiera pensé que viviría tanto”, dijo. “Yo era muy intenso y me tomaba demasiado en serio a mí mismo”.
Tyson buscó ponerse en forma de nuevo a instancias de su esposa, quien lo llevó a ejercitarse 15 minutos diarios en la caminadora. Los 15 minutos se convirtieron en dos horas y en otras actividades. Corrió, anduvo en bicicleta, adoptó una dieta vegetariana y eventualmente decidió dar unos puñetazos con los guantes.
Fue entonces cuando difundió en las redes sociales un video que lo mostraba propinando potentes golpes. Generó millones de reacciones y llevó a que surgieran ofertas para un regreso al cuadrilátero.