Los hallazgos sugieren que el SARS-CoV-2 no se distribuye de manera uniforme entre la población, sino que se propaga en una proporción similar a «todo o nada» en comparación con otras situaciones epidemiológicas.
Ciudad de México, 23 de noviembre (RT).- Un equipo de científicos liderados por la Universidad de Washington en EU señala que los «supercontagiadores» juegan un papel clave en el brote de la pandemia de COVID-19, pues un pequeño grupo de infectados serían los responsables de la mayor cantidad de infecciones. Los resultados del estudio fueron publicados este fin de semana en la revista Plos Biology.
Los expertos explican que la transmisión del nuevo coronavirus está «dominada por un pequeño número de individuos, y fuertemente influenciada por eventos de «superdifusión» (SSE, por sus siglas en inglés).
Además, los hallazgos sugieren que el SARS-CoV-2 no se distribuye de manera uniforme entre la población, sino que se propaga en una proporción similar a «todo o nada» en comparación con otras situaciones epidemiológicas. Entonces, un individuo puede infectar a «10, 20, 50 o incluso más personas», declaró el autor principal Benjamin Althouse a AFP.
En este sentido, el científico agregó que el 90 por ciento de casos de COVID-19 pueden provenir potencialmente de tan solo el 10 por ciento de los portadores.
Superspreading events in the transmission dynamics of SARS-CoV-2: Opportunities for interventions and control https://t.co/JjHPZwaLSy @PLOSBiology
— Behav Ecol Papers (@BehavEcolPapers) November 14, 2020
Asimismo, la investigación afirma que muchas infecciones se produjeron de forma explosiva, especialmente en espacios interiores, «avivando la pandemia y configurando su propagación».
Entre las instalaciones, los autores citan centros de cuidado a largo plazo, prisiones, plantas empacadoras de carne y de procesamiento de productos agrícolas, fábricas de pescado, cruceros, reuniones familiares, fiestas y clubes nocturnos.
Finalmente, los especialistas consideran «urgente» la necesidad de comprender las rutas de transmisión con el fin de contener eficazmente los brotes a través de intervenciones específicas que permitan bloquear los efectos de los llamados «supercontagiadores».