México no pagó por el muro en la frontera sur de Estados Unidos como una y otra vez ofertó el Presidente Donald Trump a sus millones de seguidores en Twitter. Sin embargo, sus tuits iracundos contra los migrantes, el TLCAN, las inversiones automotrices en México y la amenaza de aranceles depreciaron la moneda mexicana un 31.95 por ciento de junio de 2015, cuando comenzó su campaña, a la noche de su derrota casi un lustro después.
Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).– En enero será el fin del reino de terror del Presidente de Estados Unidos Donald Trump a través de Twitter, vía en la que se refugió al no confiar en la prensa tradicional. Desde su campaña en 2015, cada que tuiteaba sobre el muro fronterizo y el fin del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), el peso mexicano se depreciaba más y más frente al dólar. Por el temor de los inversionistas sobre un país con una deuda en rojos, un crecimiento estancado pese a las reformas estructurales, con niveles altos de violencia y señalamientos de corrupción del Gobierno de Enrique Peña Nieto, la moneda nacional llegó a mínimos históricos constantemente, lo que presionó los precios de bienes y la confianza del consumidor.
El dólar mayoritario cotizaba en 15.43 pesos el 15 de junio de 2015 cuando Trump lanzó su campaña; tocó un máximo de 21.90 pesos cuando tomó la presidencia en enero de 2016 e, influenciado también por la COVID-19, valía 20.36 pesos un día después del discurso de la victoria del demócrata Joe Biden el 9 de noviembre, de acuerdo con el registro histórico del Banco de México (Banxico). Por su impacto a pesar de solo llegar a la audiencia con internet, entre los operadores del tipo de cambio circulaba la broma de que el banco central, en vez de seguir subastando dólares, debía mejor comprar Twitter y cerrarlo, reportó en su momento Bloomberg. Un hacker alertó a la Casa Blanca que debía usar contraseñas más seguras puesto que en 2016 tenía «youarefired», como en su programa televisivo, y luego «maga2020!» (Make America Great Again). Ahora, en la era de la posverdad, la red social alerta si tuitea fake news.
Al final de estos años de golpeteo, el republicano con casi 89 millones seguidores en Twitter no logró su promesa de «build the wall!» por obstáculos geográficos y falta de presupuesto y la discusión y firma del T-MEC se concretó sin percances. Pero hubo turbulencias cuando desde octubre de 2015 pidió a las automotrices –un sector clave para la economía mexicana– no invertir en México y, ya en el primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, amenazó en mayo con tasas arancelarias de entre 5 y 25 por ciento a las exportaciones mexicanas, si no se controlaban las masivas caravanas de migrantes centroamericanos. Ante el acuerdo binacional de enviar a la Guardia Nacional a la frontera sur, la oposición y organizaciones de derechos humanos señalaron que México estaba siendo el muro y se había doblegado al capricho de Trump.
La pesadilla comenzó la noche del 24 de febrero de 2015 (el Día de la Bandera), cuando México arrasó con los premios Oscar por el director Alejandro González Iñárritu y la película Birdman. El magnate recordó un episodio en Quintana Roo, tomó su celular y aseguró en la red del pájaro azul que México estaba «estafando» a Estados Unidos más que casi cualquier otra nación. Iñárritu, quien al siguiente año volvió a ganar por El Renacido, dijo durante su mensaje de agradecimiento que rogaba que los mexicanos viviendo en territorio estadounidense tuvieran el respeto y dignidad que tuvieron las personas migrantes que fundaron la nación norteamericana.
«Tengo una demanda en el corrupto sistema judicial de México que gané, pero hasta ahora no puedo cobrar. ¡No haga negocios con México! El sistema legal mexicano es corrupto, al igual que gran parte de México. Páguenme el dinero que se me debe ahora y dejen de enviar criminales a nuestra frontera», escribió sobre Rodolfo Rosas Moya, un empresario de Mérida que fungió como aval para garantizar el cumplimiento del contrato con el que se realizó el concurso Miss Universo 2007, organizado por una de las empresas de Donald Trump para reactivar la economía de Quintana Roo tras el paso del huracán «Wilma».
GOLPEAR MÉXICO, SU ESTRATEGIA
El ataque a los migrantes se repetiría una y otra vez. El 15 de junio de 2015 lanzó su candidatura para conseguir la nominación republicana a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 señalando a los mexicanos de violadores.
«Están enviando gente que tiene muchos problemas, están enviando sus problemas. Están enviando drogas, enviando crimen, son violadores, y asumo que algunos son buenas personas, pero hablo con los guardias fronterizos y nos dicen lo que estamos recibiendo», declaró.
Pero en el mundo de Twitter desde marzo de ese año había propuesto su solución antinmigrante: «No quiero tener nada que ver con México más que construir un muro impenetrable y evitar que estafen a Estados Unidos». En abril afirmó que México «no era amigo» de los Estados Unidos. Ante ello, recibió apoyo de sus seguidores, quienes le pidieron contender por la presidencia. El presentador de televisión decidió que era una gran idea y usó a México como una herramienta para su campaña.
De los señalamientos de migración se brincó al comercio y a la acusación de que los empleos del sector manufacturero se iban a México. Aunque tuiteó que le gustaba México y «amaba» el espíritu de los mexicanos, el país «está matando a Estados Unidos económicamente, porque sus líderes y negociadores son mucho más inteligentes que los nuestros. ¡Pero nadie le gana a Trump!», ofreció a sus millones de followers.
«Solo la gente muy estúpida piensa que Estados Unidos está haciendo buenos acuerdos comerciales con México ¡México nos está matando en la frontera y en el comercio!», acusó. «Amo al pueblo mexicano, pero México no es nuestro amigo. Nos están matando en la frontera y nos están matando en trabajos y comercio. ¡A luchar!, ¡A despertar!».
When will people, and the media, start to apologize to me for my statement, «Mexico is sending….», which turned out to be true? El Chapo
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 13, 2015
En el verano de 2015, cuando el líder del cártel de Sinaloa Joaquín «El Chapo» Guzmán se escapó por un túnel de la prisión de alta seguridad de El Altiplano, Trump agudizó su discurso contra los migrantes y comenzó a ofrecer que el muro sería pagado por México. «El narcotraficante más grande de México se escapa de la cárcel. Corrupción increíble y Estados Unidos está pagando el precio. ¡Se los dije!», tuiteó.
Posteriormente su estrategia de campaña se enfocó en prometer empleos. «Se dice que Ford Motor, debido a mi constante insistencia en eventos abarrotados, cancelará su trato para ir a México y quedarse en Estados Unidos», celebró el 25 de octubre de 2015.
Para entonces, sumado a la crisis de precios del petróleo, el dólar ya valía 16.55 pesos frente a los 14.74 con los que comenzó el 2015. Llegó el 2016, año de la campaña y elecciones.
TRUMP DURANTE GOBIERNO DE EPN
El candidato republicano Donald Trump tuiteó el 30 de agosto de 2016 que había aceptado la invitación del Presidente Enrique Peña Nieto de visitarnos durante su campaña. La idea vino del Secretario de Hacienda y más cercano al Presidente, Luis Videgaray Caso, actualmente bajo la lupa de la Fiscalía General (FGR) por su presunta relación con los sobornos de la constructora Odebrecht para la campaña de 2012 y la aprobación de la Reforma Energética. Además de desatar una ola de críticas de ciudadanos y políticos en este lado de la frontera, el dólar subió al siguiente día hasta 19.15 pesos.
I have accepted the invitation of President Enrique Pena Nieto, of Mexico, and look very much forward to meeting him tomorrow.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 31, 2016
Durante su visita fugaz a Los Pinos, Trump dijo que tener una «frontera segura» es un derecho soberano y de beneficio mutuo. «Respetamos el derecho de cualquier país a construir un muro en cualquiera de sus fronteras para detener el movimiento ilegal de personas, drogas y armas”, aseveró el 31 de agosto. Después regresó a su gira en Arizona. No obstante, desde Twitter dio el tiro de gracia: insistió que México pagaría por el muro. Ocho días después, Videgaray presentó su renuncia.
«México ha perdido a un brillante Secretario de finanzas y un hombre maravilloso que sé que es muy respetado por el Presidente Peña Nieto. Con Luis, México y Estados Unidos habrían hecho tratos maravillosos juntos, en los que tanto México como Estados Unidos se habrían beneficiado», escribió en su red social el 8 de septiembre de 2016. Para entonces, el dólar ya valía 18.64 pesos.
Justamente dos meses después se realizaron las elecciones presidenciales, donde resultó electo esa misma noche. Los mercados, que daban a Hillary Clinton como ganadora, enloquecieron. Cuando los resultados comenzaron a favorecer al republicano, además del desplome de las bolsas de todo el mundo, el peso en el mercado de futuros –era de noche– cayó a su mínimo histórico.
“El peso ha caído debajo de los 20 frente al dólar por primera vez (20.29)”, sentenció el diario Financial Times alrededor de las nueve de esa noche.
Ya como Presidente electo del principal socio comercial de México, Trump insistió en discursos y en Twitter que las empresas de manufactura permanecieran en su país para que no se fugaran las fuentes de trabajo hacia este país. «Acabo de recibir una llamada de mi amigo Bill Ford, presidente de Ford, quien me informó que se quedará con la planta de Lincoln en Kentucky, no en México», celebró.
A un mes de que tomara la Presidencia, se reunió con el empresario más rico de México, Carlos Slim Helú, en Florida, lo cual presumió en su cuenta de Twitter. «Sí, es cierto, Carlos Slim, el gran empresario de México, me llamó para reunirnos. Nos conocimos, ¡es un gran tipo!», dijo sobre la cena del sábado 17 de diciembre en el Mars-a-Lago.
Finalmente, el día 1 llegó. El 19 de enero de 2017, un día antes de que se convirtiera en el 45 Presidente de los Estados Unidos, el dólar alcanzó el máximo histórico de 21.90 pesos. La presión principal venía de la insistencia de Trump de cancelar el TLCAN.
«Estados Unidos tiene un déficit comercial de 60 mil millones de dólares con México. Ha sido un trato unilateral desde el comienzo del TLCAN con cifras masivas de puestos de trabajo y empresas perdidos. Si México no está dispuesto a pagar por el muro que tanto se necesita, sería mejor cancelar la próxima reunión», tuiteó el 26 de enero. El dato del déficit lo cambió más de una vez los siguientes días.
Mexico was just ranked the second deadliest country in the world, after only Syria. Drug trade is largely the cause. We will BUILD THE WALL!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 22, 2017
Sin embargo, la sobrereacción de los mercados se estabilizó en los siguientes meses y el billete verde cotizaba entre 17 y 18 por unidad en el segundo semestre de 2017, en el marco de la renegociación del TLCAN y los sismos de septiembre que devastaron el centro y sur del país.
Por los terremotos, vino una tregua de Trump contra México en la red social de septiembre hasta enero de 2018, cuando lanzó otra bomba. Anunció que la automotriz Chrysler estaba trasladando una planta enorme de México a Michigan. Y en abril, justificando que el Gobierno de Peña Nieto no frenaba la violencia por el narcotráfico y «se burlaba de sus leyes de migración», amenazó con eliminar el TLCAN si no había muro.
Mexico is doing very little, if not NOTHING, at stopping people from flowing into Mexico through their Southern Border, and then into the U.S. They laugh at our dumb immigration laws. They must stop the big drug and people flows, or I will stop their cash cow, NAFTA. NEED WALL!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) April 1, 2018
Para verano de 2018, en elecciones presidenciales en México y diversos tuits de Trump contra las caravanas de migrantes, el dólar volvió a romper la barrera de los 20 por unidad.
«Nuestra frontera sur está sitiada. El Congreso debe actuar ahora para cambiar nuestras débiles e ineficaces leyes de inmigración. Debe construir un muro. México, que tiene un enorme problema de delincuencia, ¡está haciendo poco para ayudar!», acusó en mayo.
TRUMP Y SU RELACIÓN CON AMLO
El Presidente Donald Trump felicitó al Presidente electo Andrés Manuel López Obrador la noche del 1 de julio de 2018. A partir de entonces, por el proceso de transición de Gobierno los focos se fueron hacia el fundador de Morena haciendo sombra al aún Presidente Enrique Peña Nieto.
«Felicitaciones a Andrés Manuel López Obrador por convertirse en el próximo Presidente de México. Tengo muchas ganas de trabajar con él. ¡Hay mucho por hacer que beneficiará tanto a Estados Unidos como a México!», tuiteó.
El 25 de agosto, a tres meses de que López Obrador arrancara su denominada Cuarta Transformación, el republicano celebró el nuevo acuerdo comercial, gracias a la colaboración de «algunas personas realmente buenas tanto dentro del Gobierno nuevo como del anterior».
United States-Mexico Trade Agreement: https://t.co/E1AzveYPli pic.twitter.com/ZYbHt1pD8a
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) August 27, 2018
Aún emocionado por el logro del T-MEC como lo prometió en campaña, Trump charló vía telefónica con el Presidente electo el 3 de octubre. «¡Gran charla, trabajaremos bien juntos!», tuiteó. Sin embargo, ya como Presidente, el 13 de diciembre insistió en la red del pájaro azul que México pagaría por el muro, idea que repitió una y otra vez en el primer semestre de 2019 por las caravanas masivas de centroamericanos. Incluso habló de construir «un muro humano» o cerrar la frontera, si era necesario. En abril finalmente lanzó la amenaza de los aranceles.
«México, por primera vez en décadas, está deteniendo significativamente a los ilegales en su frontera sur, antes de la larga marcha hacia los Estados Unidos. Esto es genial y como debe ser. El gran flujo se detendrá. Sin embargo, si por alguna razón México deja de detener y llevar a los ilegales de regreso a su lugar de origen, los Estados Unidos se verán obligados a aplicar aranceles del 25 por ciento a todos los automóviles fabricados en México y enviados a través de la frontera. Si eso no funciona, lo cual funcionará, cerraré la frontera», tuiteó el 5 de abril de 2019.
Ya molesto, en mayo cumplió su promesa de «hacer algo» ante la pasividad del Gobierno de López Obrador frente a la ola de migrantes. «El 10 de junio, Estados Unidos impondrá un arancel del 5 por ciento a todos los bienes que ingresen a nuestro país desde México, hasta que los inmigrantes ilegales por México dejen de entrar a Estados Unidos. La Tarifa aumentará gradualmente hasta que se solucione el problema de la inmigración ilegal», amenazó y el dólar brincó de 19 pesos a casi 20.
Ante ello, el Gobierno federal envió a una delegación liderada por el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón para negociar la amenaza de los aranceles. «México envía una gran delegación para hablar sobre la frontera. El problema es que han estado ‘hablando’ durante 25 años. Queremos acción, no hablar. Podrían resolver la crisis fronteriza en un día si así lo desearan. De lo contrario, nuestras empresas y empleos volverán a los Estados Unidos», acusó en Twitter. La presión al peso duró ocho días hasta que se llegó a un acuerdo migratorio sin relacionarlo con lo comercial.
We have fully signed and documented another very important part of the Immigration and Security deal with Mexico, one that the U.S. has been asking about getting for many years. It will be revealed in the not too distant future and will need a vote by Mexico’s Legislative body!..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 10, 2019
Un mes después del acuerdo, agradeció a México ratificar el T-MEC, recibió al Presidente Andrés Manuel López Obrador en la Casa Blanca y agradeció por hacer «mejor trabajo» en la frontera que los demócratas. En noviembre del año pasado incluso ofreció ayuda armada contra los cárteles. «Si México necesita o solicita ayuda para limpiar estos monstruos, Estados Unidos está listo, dispuesto y capaz de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva. El gran nuevo Presidente de México se ha encargado, ¡pero los cárteles se han vuelto tan grandes y poderosos que a veces necesitas un ejército para derrotar a un ejército!», tuiteó.
Llegó 2020, año en que buscó su reelección presumiendo el avance del muro. Pero se atravesó la pandemia de la COVID-19 que, tras su descuido e información alejada de la ciencia, colocó a los Estados Unidos como el país con más casos acumulados y fallecidos. Sin contar los millones de desempleados. Trump, pese a alegar un presunto fraude, lo pagó en las urnas. Ahora, el Gobierno federal de México espera que se oficialicen los resultados para felicitar al demócrata Joe Biden. Mientras, solicitó a las autoridades estadounidenses extraditar al exsecretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, para que sea la Fiscalía General (FGR) quien lo investigue en territorio nacional.