La artista dice que el mundo ha vivido un año muy intenso por la pandemia. “Con este altar se honra a los muertos, pero también busco inspirar a todos los que hemos sobrevivido para un cambio positivo que nos ayude a tener una mejor vida”.
Por Araceli Martínez Ortega
El altar de muertos de la artista plástica Dalila Paola Méndez está dedicado a honrar a los muchos caídos por la pandemia de COVID-19, pero también busca inspirar a los vivos en estos tiempos de desafíos económicos y de salud.
“Hemos perdido a mucha gente por el virus, pero también a causa de la injusticia racial”, dice Dalila Paola.
El altar de muertos es parte de la celebración del Día de los Muertos en México. La gente los monta en sus casas o en escenarios públicos para honrar principalmente a sus familiares o personajes que han fallecido. Los adornan con flores, fotografías de los difuntos, veladoras, cirios, calaveritas de azúcar, agua, pan de muerto, frutas y los platillos que más les gustaban a sus difuntos.
Según la tradición, las ánimas retornan el Día de Muertos para disfrutar las comidas que más disfrutaban en vida.
El altar creado por Dalila Paola se encuentra en el centro comercial FIG at 7th en el centro de Los Ángeles, frente al área de restaurantes; y fue instalado con el apoyo de la organización Self Help Graphics & Art.
“Es el tercer altar que diseño. Hace dos años lo instalé en la Grand Plaza”, recuerda la artista.
Sin embargo, montar el altar de muertos de este año ha tenido un significado más emotivo para ella, por tanta gente a la que el coronavirus se ha llevado, y aquellos que han muerto por los excesos policiacos, o han perdido la vida en accidentes trágicos.
Son varios los personajes a los que honra su memoria en su ofrenda del Día de Muertos.
“He puesto fotos de Kobe Bryant y su hija Gigi; de la jueza de la Suprema Corte de Justicia, Ruth Bader Ginsburg; del líder de los derechos civiles John Lewis; y de quienes han muerto a causa de la violencia policiaca como George Floyd, Breona Taylor y Andrés Guardado”, dice.
A Andrés Guardado, un menor de 18 años, los policías del sheriff de Los Ángeles le quitaron la vida el 18 de junio pasado.
Dalila Paola dice que con su altar quieren inspirar a quienes han sobrevivido a la crisis de salud y están batallando porque perdieron el empleo, y temen ser desalojados de sus viviendas.
En su altar de muertos, hay flores frescas de cempasúchil, papel picado, molcajetes, calabazas, retratos, algunos instrumentos musicales, calaveras, ollas, veladoras, frutas y diversos ornamentos.
“También he puesto juguetes en honor a los niños que han sido separado de sus padres”.
También quiere rendir tributo a los inmigrantes que nos han antecedido, y ya se han marchado de la tierra. “Quiero honrar el brillante legado que nos han dejado”.
La artista dice que hemos vivido un año muy intenso por la pandemia. “Con este altar se honra a los muertos, pero también busco inspirar a todos los que hemos sobrevivido para un cambio positivo que nos ayude a tener una mejor vida”.
Dalila Paola nació en Los Ángeles, y es hija de inmigrantes de El Salvador y Guatemala. Es pintora, muralista, grabadora y productora de diseño de películas. Actualmente vive en el barrio de Echo Park de Los Ángeles.
A través de su trabajo artístico narra historias de resistencia, sobre ancianos, la comunidad LGBTQ, matriarcas y del medio ambiente.
Su trabajo – dice en su sitio online – ha sido influenciado por la línea matriarcal de sabiduría y conocimiento de su abuela.
Define su arte como una combinación de narrativas modernas y ancestrales. Explora las conexiones indígenas como una forma de reinterpretar y navegar los problemas que confrontan las minorías.
Actualmente trabaja en una serie de blusas típicas tejidas conocidas como Huipiles para explorar las narrativas contemporáneas.