La investigadora dijo comprender «a la perfección» que en relación a la tecnología no se puede dar vuelta atrás en muchos aspectos porque el avance trae efectividad en procesos y una vida más cómoda, y más ahora durante la pandemia mundial de coronavirus en la que una gran cantidad de personas trabajan o estudian en línea.
México, 22 de octubre (EFE).- El almacenamiento de datos en un servidor o en los propios dispositivos como computadoras de mesa, portátiles y teléfonos móvil genera grandes cantidades de CO2, advirtió este jueves a Efe Gabriela Jiménez Casas, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
«No es en realidad el mensaje o el correo como tal lo que genera dióxido de carbono (CO2). Sino que en algún momento se almacenan ya sea en el servidor de su correo o en el computador o teléfono y esa computadora, disco duro o servidor necesita electricidad», explicó Jiménez Casas.
La transmisión de datos por internet genera en el mundo, cada 24 horas, de 25 mil a 35 mil toneladas de CO2, y la reproducción, por ejemplo, de un vídeo de una hora, emite 720 gramos de CO2, de acuerdo con sus datos.
Dentro de América Latina, los países que mas CO2 producen son México y Brasil, en ese orden y a nivel mundial el primer productor es China.
La investigadora dijo comprender «a la perfección» que en relación a la tecnología no se puede dar vuelta atrás en muchos aspectos porque el avance trae efectividad en procesos y una vida más cómoda, y más ahora durante la pandemia mundial de coronavirus en la que una gran cantidad de personas trabajan o estudian en línea.
Sin embargo, consideró que cada persona desde su trinchera debe, en primer lugar, ser consciente de la contaminación que genera el uso de dispositivos, que se agrava con su mal uso.
«El asunto va a ser que tratemos de ser conscientes, de que nos limitemos hasta donde podemos. Desde hace más de diez años decimos ‘si no vas a usar un foco apágalo, si no vas a usar el microondas desconéctalo, si vas a desocupar tu computadora no la pongas a dormir sino apágala’… eso hay que aplicarlo a todos estos equipos: a la tablet a los celulares o a computadoras», sentenció.
Jiménez Casas también insistió en que todo lo que almacenamos «en la nube» va a parar a granjas de servidores enormes que necesitan electricidad y mantenimiento, algo que mucha gente desconoce por imaginarse «una nube ahí arriba en el cielo, bonita y blanca», espetó.
Además, las granjas de servidores que menciona generan calor y para que el equipo siga funcionando bien es necesario que se mantenga frío o al menos templado.
«Se necesita aire acondicionado muy potente -que también genera mucho CO2- o mantener otro tipo de enfriamiento», dijo la experta, quien se refirió a la «hipercomputadora de la UNAM», cuyo mecanismo se basa en una piscina de agua helada bajo el suelo.
Por todo lo anterior, invitó a la ciudadanía a hacer un uso responsable de sus dispositivos: hacer limpiezas del almacenamiento -tanto en los equipos como en servidores-, apagar los dispositivos cuando no se estén utilizando o reducir la longitud de mensajes y correos.