El director del centro Véktor, que desarrolló la segunda vacuna rusa contra la COVID-19, recomienda cumplir con las normas necesarias antes de que se obtenga la inmunidad colectiva necesaria.
Ciudad de México, 22 de octubre (RT).- Los directores de los centros Gamaleya y Véktor, Alexánder Guíntsburg y Rinat Maksiútov, junto con el director del Fondo de Inversión Directa de Rusia, Kirill Dmítriev, han opinado este martes durante una sesión especial del Club de Discusión Valdái sobre las posibilidades de vacunar a la población mundial contra la COVID-19.
Alexánder Guíntsburg asegura que «si se unen las capacidades de producción que hay en el mundo, como mucho se puede contar con una producción anual de 500-600 millones de dosis de la vacuna».
«Y como esta infección se ha extendido a todo el mundo, entienden que esto es inferior al 10 por ciento», dijo el director del Centro Nacional ruso de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, donde se creó la primera vacuna del mundo contra el coronavirus, «Sputnik V». En otras palabras, se necesitarán como mínimo 10 años para vacunar a toda la población mundial.
Por su parte, Kirill Dmítriev, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia, expresó que «ninguna vacuna puede ser producida en cantidad suficiente». «Ninguna vacuna, ninguna tecnología reduce los riesgos de los problemas que, como vemos, han surgido durante los ensayos clínicos de varias compañías», agregó Dmítriev.
Rinat Maksiútov, director del centro científico estatal de virología y biotecnología Véktor que desarrolló la segunda vacuna rusa contra el coronavirus, EpiVacCorona, registrada el 14 de octubre, sugiere, a su vez, que «antes de que obtengamos la inmunidad colectiva necesaria, tanto mediante un gran número de recuperados, como a través de la vacunación, vivir de manera segura sólo es posible cumpliendo estrictamente las normas necesarias: usar mascarillas y guantes, el distanciamiento. Sólo esto nos permitirá vivir de una forma segura».