El «efecto Maradona» define el manejo de las expectativas por parte de los bancos centrales: se trata de «amagar sin dar» y sólo con la retórica influir en la economía sin necesidad de tomar medidas críticas, como llevar al negativo las tasas de interés.
La estrategia Maradona ha vuelto a primera plana de los medios financieros británicos y está conteniendo a la libra en un momento crítico.
México, 22 de octubre (Economía Hoy).- La jugada de Diego Armando Maradona contra Inglaterra en el Mundial de Fútbol de 1986 en cuartos final ha marcado a la sociedad inglesa hasta el punto que una de las estrategias de política monetaria del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) lleva el nombre del futbolista argentino.
El término «efecto Maradona» se utiliza para definir el manejo de las expectativas por parte de los bancos centrales, más en concreto del BoE. Se puede resumir en «amagar sin dar». Solo con la retórica de los miembros de un banco central pueden influir en la economía sin necesidad de tomar medidas críticas. La estrategia Maradona ha vuelto a primera plana de los medios financieros británicos con las vueltas que le está dando el BoE a la posibilidad de aplicar tasas negativas.
El BoE, junto a la Reserva Federal, ha sido de los grandes bancos centrales del mundo que han esquivado la lacra de las tasas negativas. Pero con la crisis del coronavirus su nuevo presidente Andrew Bailey ha suavizado su postura al hundir las tasas de interés para impulsar la economía. Pero para muchos expertos es una estrategia para insinuar sus intenciones sin llegar a tomar una decisión dolorosa para un banco central.
«Lo está anunciando de manera muy destacada, pero eso no significa que lo haga», comenta Thomas Costerg, economista senior de Pictet Wealth Management a Bloomberg. «Todavía no estoy completamente convencido de que el BoE llegue a ese extremo».
Para el BoE la estrategia del amago no es nueva para la institución y fue marca de la casa durante el mandato de Mervyn King, gobernador del banco entre 2003 y 2013. El banquero británico la bautizó hace 15 años en discurso que giró sobre cómo los bancos centrales pueden gestionar las expectativas para alcanzar sus objetivos. Y lo hizo de una manera muy gráfica recordando el gol de Maradona contra la selección inglesa en el Mundial de México.
Uno de los dos goles del jugador argentino en el partido lo consiguió regateando desde el medio campo a cualquier defensa británico que le salía al paso, utilizando fintas, hasta que engañó también al portero. El gol fue elegido por la FIFA como el mejor gol del siglo XX y sirvió a King para explicar una de las estrategias de un banco central.
«La política monetaria funciona de manera similar, las tasas de interés del mercado reaccionan a lo que se espera que haga el banco central», explicó King.
Desde entonces se conoce a la gestión de expectativas del BoE como el Efecto Maradona. «El efecto Maradona se utilizó con bastante éxito en el pasado, pero hay que tener cuidado con él», advierte Steven Major, director global de renta fija de HSBC. «De tanto gritar que viene el lobo, puede ser que cuando llegué nadie te crea», comenta el experto.
La actual situación a la que se enfrenta las tasas de interés en Reino Unido se ajusta como anillo al dedo al escenario planteado por King. En los últimos cinco meses el BoE lleva amagando con aplicar tasas negativos y el mercado se lo está creyendo. Los futuros del Líbor apuntan que llevará las tasas de interés a cero en junio y recortará la tasa de depósitos hasta el -0.4 por ciento el próximo año.
En un momento crítico para la economía británica golpeada por la pandemia y amenazada por un Brexit caótico, el efecto Maradona también está manteniendo bajo control a la libra, evitando que se dispare y complique más la situación. Hasta ahora el BoE se está apoyando principalmente en los programas de compra de deuda para sostener a la economía.
Tony Yates, profesor de economía y antiguo miembro del BoE que también ayudó a redactar el discurso de 2005 de King, pone en duda que el banco esté poniendo en práctica la estrategia de Maradona y apunta a que los amagos de Bailey se pueden deber a la falta experiencia en el cargo.
«Nunca pensé que el gol de Maradona fuera una buena analogía», recuerda el ejemplo de su jefe. «Maradona conseguía engañar a todo el mundo, los bancos centrales deberían intentar hacer lo contrario, comunicando lo que están intentando hacer de forma clara».
El gol de Maradona fue una maravilla, pero el que valió para sacar a Inglaterra del Mundial lo hizo con la mano, engañando al árbitro. El conocido como la Mano de Dios provocó dolor y frustración a muchos aficionados ingleses.