El FMI previó que la deuda del país se modere en los próximos cinco años hacia el 64.9 por ciento del PIB, aunque a Secretaría de Hacienda previó en los Criterios Económicos englobados en el Paquete Económico 2021 que sea del 53.7 por ciento del PIB
Ciudad de México, 15 de octubre (SinEmbargo).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) previó que la deuda pública de México frente al Producto Interno Bruto (PIB) sea de 65.54 por ciento al cierre de 2020, un crecimiento de 4.24 puntos porcentuales de la previsión del mes de abril (61.3 por ciento).
El aumento de la deuda de México representaría 20 por ciento más de lo registrado al inicio del año, de acuerdo con lo dicho por el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, en junio. BBVA previó que la deuda aumentaría 15 puntos porcentuales desde el 44 por ciento hasta el 59 por ciento, pero el economista negó que haya indicadores de un aumento de tal magnitud en los compromisos de pago.
El informe del FMI «Monitor Fiscal» incluyó los déficits de las instituciones públicas mexicanas, como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex), además de los fondos de seguridad social aunados a la deuda del Gobierno federal, estatal y municipal.
Hacia los próximos cinco años el FMI previó que la deuda del país se moderará hacia el 64.9 por ciento del PIB. Pero el aumento de las presiones deficitarias del país será producto de la caída de la actividad económica; el ingreso de menos recursos tributarios; la depreciación cambiaria; además de los apoyos erogados para detener el desplome de la actividad económica.
La Secretaría de Hacienda previó que hacia el cierre de 2020 la deuda sea del 54.7 por ciento del PIB en 2020 y que hacia 2021 sea del 53.7 por ciento los Criterios Económicos englobados en el Paquete Económico 2021 significan un 10.8 y 11.2 puntos porcentuales menos de lo que el FMI estima para el país.
Sin embargo, el déficit de México no es el peor de los mercados emergentes de Latinoamérica, pues Brasil espera un nivel de deuda de 101.4 por ciento del PIB, o Colombia que pasó de 57.7 a 68.23 por ciento del total.
«La pandemia ha dejado al descubierto grandes diferencias en la capacidad de los países para financiar el gasto de emergencia a fin de proteger a su población. Esa capacidad se ha visto determinada, en parte, por el espacio fiscal de los países y por los niveles de deuda pública y privada existentes al inicio de la crisis», destacó el documento.
Apenas el 13 de octubre el FMI mejoró 1.5 puntos porcentuales la previsión de la contracción de la economía mexicana al cierre de 2020, con una caída de -9.o por ciento del PIB. El cambio en la perspectiva de la institución ocurrió luego de que en junio pronosticara un descenso del 10.5 y pese a que los datos del segundo trimestre del año fueron más débiles de lo proyectado, con bajas en la demanda interna y la propagación de la pandemia de la COVID-19.
Hacia 2021 la recuperación de México será del 3.5 por ciento, de acuerdo con las “Perspectivas de la Economía Mundial, octubre de 2020”, desde el 3.3 previsto en la revisión de junio.
El contexto internacional es el de “la peor crisis desde la Gran Depresión y necesitará de una innovación significativa en el frente político, tanto a nivel nacional como internacional, para recuperarnos de esta calamidad”, según explicó la economista jefa del FMI, Gita Gopinath, en un blog publicado este martes por el organismo.
La institución, encabezada por Kristalina Georgieva, observó en el reporte actual que a nivel global la actividad económica repuntó en mayo y junio debido a la reapertura de las actividades económicas, lo que estimuló que el promedio del PIB del segundo trimestre dieran “sorpresas positivas”. Además, el comercio internacional comenzó a recuperarse en junio con el final de los confinamientos, pero también por la colaboración de la economía China cuyas exportaciones se recuperaron de las profundas caídas sufridas en meses anteriores por la demanda externa de equipamiento médico y equipos necesarios para el trabajo a distancia.
Sin embargo, el FMI observó que la reapertura de la economía se estancó debido a los rebrotes de contagios del nuevo coronavirus en las economías que reabrieron actividades comerciales y productivas, así como de esparcimiento. Este repunte en los datos propició la necesidad de instaurar nuevos confinamientos parciales.
-Con información de Europa Press