México está entre las economías más golpeadas por su dependencia del turismo, por lo que previó una contracción del PIB de -10 por ciento, desde el -7.5 anterior; para 2021 pronosticó un crecimiento de 3.7 por ciento.
A la pandemia se suma un periodo de varios años de lento crecimiento en la región, además de un escaso progreso en términos de indicadores sociales y una ola de disturbios sociales. El Banco Mundial observó que las medidas de confinamiento se distribuyeron de manera desproporcionada sin tomar en cuenta la alta tasa de informalidad.
Madrid, 9 de octubre (Europa Press).- El Banco Mundial ha vuelto a empeorar por segunda vez las previsiones para las economías de América Latina y el Caribe, pasando de la contracción del 7.2 por ciento estimada en junio al 7.9 por ciento actual.
El último informe de perspectivas macroeconómicas de la región revela que América Latina y el Caribe es en la actualidad la región más castigada por la pandemia de COVID-19, tanto en el ámbito sanitario, con más del 33 por ciento de los fallecidos a nivel global, como en el económico, en un contexto en el que las economías latinas se ven afectadas por una caída en la demanda externa, una mayor incertidumbre económica, un colapso en el turismo y las consecuencias de meses de confinamiento.
«Nuestra región soporta el peor impacto económico y en salud debido a la COVID-19 en todo el mundo, algo que exige mayor claridad respecto a cómo combatir la pandemia y recuperar el rumbo económico de cara a una rápida recuperación», destaca el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
Entre las economías más golpeadas, destacan varias islas del Caribe por su dependencia del turismo, como Santa Lucia (-18 por ciento), Belice (-17.3), Bahamas (-14.5), Suriname (-13), así como el caso de México (-10), también muy dependiente de la actividad turística.
Por su parte, las previsiones para las principales economías de la región registran a su vez caídas significativas, aunque de muy diferente magnitud en función del país. Así, Brasil se contraerá un 5.4 por ciento, Argentina se desplomará en un 12.3, Colombia caerá un 7.2 y Chile se contraerá en un 6.3 por ciento.
Respecto a las menores caídas, destacan las de Haití (-3.1 por ciento), Paraguay (-3.2), Uruguay (-4) y República Dominicana (-4.3), todas ellas por debajo del 5 por ciento, a diferencia de Costa Rica (-5.4), Bolivia (-7.3) o Ecuador (-11).
Guyana es el único país que tiene una proyección de crecimiento positiva del 23.2 por ciento, dados los descubrimientos de yacimientos petrolíferos en el país.
Al impacto de la pandemia, se ha unido un periodo de varios años de lento crecimiento en la región, que llegó a registrar una caída del 0.2 por ciento en 2019 y que creció un 1.4 en 2018 y un 1 por ciento en 2017, además de un escaso progreso en términos de indicadores sociales y una ola de disturbios sociales en muchos países de la región, como fue el caso de Chile.
De su lado, las medidas de confinamiento se distribuyeron de manera desproporcionada ante la alta tasa de informalidad de la región, que se estima por encima del 50 por ciento. Por ello, el Banco Mundial reafirma la necesidad de políticas que apunten a promover la formalización, aunque sin penalizar la «tan necesaria» creación de empleo.
Para ello, sugiere que la existencia de registros sociales detallados ayudaría a que las transferencias en efectivo llegasen a un número mayor de personas que viven al día.
El organismo prevé además que la pandemia continúe por un tiempo prolongado, por lo que los sistemas de salud deberían contemplar reformas para mejorar la efectividad y reducir los costes que deben asumir los gobiernos e individuos. Asimismo, los gobiernos deberán hallar la manera de retomar la consolidación fiscal tras un periodo de gasto elevado en estímulos económicos y transferencias sociales de emergencia.
PREVISIÓN DE CRECIMIENTO
Las perspectivas para el año que viene apuntan a una recuperación del 4% del PIB en la región, que mejora la previsión anterior del 2.8 por ciento ya que, «a pesar de las perspectivas negativas, existen señales de que el impacto podría ser menos grave de lo que inicialmente se temía».
Entre los factores que explican esta mejora, el comercio mundial de bienes regresa a niveles anteriores a la crisis y los precios de las materias primas se han mantenido relativamente bien. Además, las remesas en general son mayores que hace un año y son pocos los países que no pueden acceder a los mercados financieros internacionales.
Sin embargo, el crecimiento estimado para los países en 2021 queda lejos de cubrir la caída a la que se van a enfrentar este año.
Los países con mayores repuntes en su economía serán Santa Lucia (8.1 por ciento), Perú (7.6), Belice (7.4) y Guyana (7.8), todos con crecimientos por encima del 7 por ciento.
Por su parte, los repuntes más moderados serán los de Suriname (1.5 por ciento), Haití (1.1) y Nicaragua (1.1), mientras que las principales economías de la región, Brasil (3), Chile (4.2), Colombia (4.5), Argentina (5.5) y México (3.7) crecerán todas por debajo del 6 por ciento.
De su lado, la previsión para 2022 en la región es de un crecimiento del 2.8 por ciento.
El Banco Mundial destaca la importancia de los paquetes de estímulo llevados a cabo por los distintos gobiernos, que en general fueron robustos pese a las restricciones fiscales, y que buena parte de los recursos adicionales fueran a transferencias sociales. «El efecto multiplicador de estas transferencias sobre la actividad económica es significativo», asegura la institución.