El miedo a una nueva oleada de cierres por los contagios de la COVID-19 inundaron el mercado. A esto se sumó la posible reducción de la demanda, lo que renovó las expectativas a que el mercado se vea inundado en un exceso de oferta.
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo/EFE).- En la primer jornada de la semana la cotización del crudo se vio arrastrada por el miedo a que la economía de algunos países vuelva a sufrir un frenazo por la imposición de restricciones dirigidas a contener la expansión de la COVID-19.
La posibilidad de que se reduzca la demanda renueva las expectativas a que el mercado se vea inundado en un exceso de oferta, un escenario que suele hundir los precios del crudo. Contribuyeron durante la jornada a incrementar esos temores los indicios de que Libia está preparada para aumentar sus niveles de bombeo.
Este escenario ha puesto fin a la revalorización que registró el crudo la semana pasada ante los cortes de producción producidos por el mal tiempo en el Golfo de México.
La mezcla mexicana de exportación se vendió en 37.26 dólares por barril, un fuerte descenso del 4.39 por ciento respecto al cierre del viernes. El petróleo mexicano se depreció 1.71 dólares desde los 38.97 anteriores, con lo que sumó 10 jornadas por abajo de los 40 dólares el barril.
El precio del barril de petróleo Brent para entrega en noviembre terminó hoy en el mercado de futuros de Londres en 41.43 dólares, un 3.94 por ciento menos que al finalizar la sesión anterior, entre temores a que una segunda ola del coronavirus golpee a la demanda global. El crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, concluyó la jornada en el International Exchange Futures con un descenso de 1.70 dólares respecto a la última negociación, cuando cerró en 43.13 dólares.
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este lunes con una caída del 4.4 por ciento, hasta 39.31 dólares el barril, contagiado por las ventas masivas en el mercado bursátil y por la preocupación que genera una posible sobreoferta global de crudo. Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en octubre recortaron 1.80 dólares respecto a la sesión previa del viernes.
Las pérdidas se aceleraron al compás de Wall Street y otras grandes plazas, que hoy acusan el temor por el aumento de casos de COVID-19, y entre expectativas de que pronto se restablezca la oferta petrolera libia en el mercado.
El director de investigación de mercados en la firma Tradition Energy, Gary Cunningham, dijo a CNBC que ante la perspectiva de nuevos confinamientos, los inversores anticipan un «mercado más débil» y las perspectivas económicas han empeorado, con malas noticias para la demanda de combustible para los aviones.
Por su parte, la Corporación Nacional de Petróleo (NOC, en inglés) de Libia levantó el sábado el estado de fuerza mayor en sus «instalaciones seguras», lo que podría llevar a unas mayores exportaciones, según apuntan los expertos.
Este lunes se han reiniciado las operaciones de bombeo en el campo de Sharara y un buque cisterna se dirige a la terminal Marsa El Hariga, de acuerdo a medios especializados.
No obstante, «aún hay un largo camino hacia la recuperación completa en el desgastado sector petrolero de Libia, donde siguen paralizados 1 millón de barriles diarios debido a los bloqueos de la infraestructura, desde los puertos hasta los campos», señaló el jefe de mercados de crudo de la firma Rystad Energy, Bjornar Tonhaugen.
En cuanto a la temporada de huracanes, que presiona al alza el precio del «oro negro», la tormenta tropical Beta se movía hoy lentamente hacia la costa de Texas, donde podría tocar tierra esta noche, de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes.
Por otra parte, los contratos de gasolina con vencimiento en octubre restaron 6 centavos hasta los 1.18 dólares el galón, y los de gas natural para entrega en el mismo mes recortaron 21 centavos, hasta 1.84 dólares por cada mil pies cúbicos.