Los hallazgos publicados esta semana son prometedores para prevenir la pérdida de masa muscular y ósea en los astronautas en viajes espaciales prolongados, como las misiones a Marte, así como en personas en la Tierra que están postradas en cama o que necesitan sillas de ruedas.
Por Marcia Dunn
CABO CAÑAVERAL, Florida, EU (AP).- Unos “ratones mutantes” mantuvieron sus músculos durante una estadía de un mes en la Estación Espacial Internacional y regresaron a la Tierra con apariencia de fisicoculturistas, informaron los científicos.
Los hallazgos publicados esta semana son prometedores para prevenir la pérdida de masa muscular y ósea en los astronautas en viajes espaciales prolongados, como las misiones a Marte, así como en personas en la Tierra que están postradas en cama o que necesitan sillas de ruedas.
Un equipo de investigación dirigido por el doctor Se-Jin Lee del Laboratorio Jackson en Connecticut envió en diciembre 40 jóvenes ratonas negras a la estación espacial a bordo de un cohete SpaceX, entre ellas ocho ratonas modificadas genéticamente.
En un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, Lee dijo que, como se esperaba, 24 ratones no tratados perdieron una cantidad considerable de masa muscular y ósea en ingravidez, hasta un 18 por ciento.
New #PNAS paper: Targeting myostatin/activin A protects against skeletal muscle and bone loss during spaceflight. https://t.co/WQFzwnhtN0
— Matthew S. Alexander (@Matt_Muscle_Guy) September 8, 2020
En cambio, las ocho ratonas modificadas genéticamente que llegaron a la estación espacial con el doble de músculo mantuvieron su volumen. Sus músculos parecían ser comparables a otros ratones “poderosos” que se quedaron en el Centro Espacial Kennedy de la NASA.
Además, ocho ratones normales que recibieron el tratamiento “poderoso” en el espacio regresaron a la Tierra con músculos drásticamente más grandes. El tratamiento implica bloquear un par de proteínas que normalmente limitan la masa muscular.
Una cápsula SpaceX devolvió a los 40 ratones en buenas condiciones en enero. Los científicos completaron el experimento justo cuando la pandemia de coronavirus comenzaba a afectar a Estados Unidos
“El único lado positivo de la COVID es que tuvimos tiempo para escribir el reporte intensamente” y enviar los resultados para su publicación, dijo la doctora Emily Germain-Lee del Connecticut Children’s Medical Center. Ella es esposa de Lee y también participó en el estudio. Ambos están afiliados a la Universidad de Connecticut.
Aunque animados por sus hallazgos, la pareja dijo que se necesita hacer mucho más trabajo antes de probar el medicamento en personas para desarrollar músculos y huesos sin efectos secundarios graves.
El Departamento de Salud y Ciencias de The Associated Press recibe apoyo del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.