En el mundo de veinte minutos que es su corto, las dos mujeres que lo centran representan dos etapas distintas de la vida de una mujer: la adolescencia, la búsqueda de referentes y guías, y una madurez a veces incomprendida por la sociedad.
Venecia (Italia), 4 de septiembre (EFE).- La directora colombiana Mariana Saffon compite en la Mostra de Venecia con su cortometraje Entre tú y Milagros, una disertación sobre el «complejo» vínculo entre madre e hija y lo doloroso que resulta emanciparse con el paso del tiempo.
«Este es un corto que habla de esta separación, de cuando ya la hija suelta ese vientre, que es muy doloroso, y la madre también suelta a esta hija porque también quiere seguir con su vida», explica la autora en una entrevista con Efe en el Lido de Venecia.
Entre tú y Milagros compite en «Horizontes», la segunda sección del certamen, dedicada a las nuevas corrientes expresivas, y cuenta la relación entre la joven Mili (Sofía Paz), de 15 años, y su madre (Marcela Mar) en medio del paisaje selvático colombiano.
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El mundo de la muchacha todavía gira en torno al de su madre pero durante un verano esto empieza a cambiar. Un inesperado y primer contacto con la muerte y la vida despreocupada de la progenitora hacen que empiece a plantearse su relación y coexistencia con ella.
La idea surgió de un pensamiento personal de Saffon: «al cumplir 30 años me di cuenta de que a esa edad mi mamá ya tenía una hija de dos años, que era yo, y ya estaba divorciada y en ese momento me impresionó un poco porque yo creo que nunca había pensado en mi mamá como en algo más que mi mamá», rememoró.
En el mundo de veinte minutos que es su corto, las dos mujeres que lo centran representan dos etapas distintas de la vida de una mujer: la adolescencia, la búsqueda de referentes y guías, y una madurez a veces incomprendida por la sociedad.
«Creo que eso nos pasa muchísimo a la sociedad en general, esperar que cuando una mujer se vuelve una madre tiene que ser simplemente una madre y borrar la posibilidad de que esta mujer tenga una vida sexual, tenga otras prioridades», denunció.
Saffon converge todos estos planteamientos en el corto para revisar su relación con su propia madre y «pensar en esas relaciones de madre e hija que son tan complejas y que se han explorado durante toda la historia».
El suyo es el único corto latinoamericano que compite en «Horizontes» mientras que entre los largos está Selva trágica de la mexicana Yulene Olaizola.
Y no puede esconder la ilusión que le hace haber podido llegar a Venecia para su estreno, aunque para ello ha tenido que superar los palos en las ruedas que ha puesto la pandemia. Para entrar en Italia ha tenido que guardar cuarentena en Croacia y demostrar que no estaba contagiada al cruzar en coche la frontera.
Pero lo ha conseguido y ahora esperará saber si logra llevarse de vuelta algún premio, algo que solo conocerá el 12 de septiembre.
«Estoy muy emocionada, me siento muy afortunada porque tener un estreno físico en la mitad de una pandemia es algo que no nos imaginábamos y tener la oportunidad de hacerlo aquí es un privilegio absoluto», sostiene.
Pues, a su parecer, «toda la gente que hace cine siempre está mirando a Venecia como referente». Y más este año, como el único gran festival internacional que por el momento ha tenido lugar.
Por eso, toda su odisea, promete, «valió la pena».