Varios elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) arribaron al colegio cuyos dueños son Abarca Velázquez y Lara Brito para cumplir una orden de aprehensión; empero, la turba logró quitarles a la pareja y la subieron a una camioneta. Posteriormente, la rodearon para que los agentes no se la llevaran.
Ciudad de México, 21 de agosto (SinEmbargo).- Amigos y familiares de Roselia Abarca Velázquez y a Cirilo Lara Brito, hermana y cuñado del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca, evitaron que la pareja fuera detenida por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR).
Alrededor de las 21:00 horas del miércoles, varios elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) arribaron al colegio «Benemérito de las Américas» cuyos dueños son Abarca Velázquez y Lara Brito, para cumplir una orden de aprehensión relacionada con las investigaciones contra el exalcalde igualense; empero, la turba logró quitarles a la pareja y la subieron a una camioneta. Posteriormente, la rodearon para que los agentes no pudieran llevársela.
De acuerdo con un video, uno de los hijos de la pareja argumentó que los agentes llegaron a las instalaciones e intentaron llevarse a sus padres sin presentar una orden de aprehensión, razón que motivó a la multitud a reaccionar de esa manera.
“Se presentaron como si trajeran una orden de aprehensión pero nunca la presentaron, intentaron hacer un secuestro de mis padres, no es posible López Obrador que permita que toda esta gente siga haciendo este tipo de arbitrariedades, ahora nos mandan a estos perros a buscar dinero”, dijo el sobrino de Abarca.
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“Esa vez teníamos mucho miedo, por eso no nos defendimos […] pero ya no somos tontos, ya no somos la familia que pisotearon hace unos años de la que denunciaron muchísimos delitos que no fueron ciertos”, agregó.
José Luis Abarca era Alcalde de Iguala cuando los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron víctimas de desaparición forzada. Abarca, junto con su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, fueron los primeros en ser acusados por el crimen contra los normalistas. Sin embargo, su defensa prácticamente lo ha librado de este cargo; y en la actualidad sólo sigue detenido por el crimen contra Arturo Hernández Cardona, asesinado el 1 de junio de 2013.
El pasado 13 de mayo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), admitió el caso y el Estado mexicano tiene tres meses para responder sobre el expediente. Sin embargo, la familia de Hernández Cardona no cuenta con medidas cautelares, a pesar de lo riesgoso del caso y a pesar de que la CIDH las emitió desde 2014.
En enero de 2013, diversas organizaciones sociales se aglutinaron en la Unidad Popular en Iguala; exigían cuestiones, como vivienda, obra social y fertilizante para campesinos. Uno de los miembros era el ingeniero Arturo Hernández Cardona, perredista, de la corriente IDN, y líder de la Unión Popular Campesina Emiliano Zapata (UPEZ).
Desde que la UP surgió, tuvo una relación tensa con el Alcalde. Y ya desde entonces los rumores acusaban a éste de vínculos criminales. En medio de ese, estira y afloja, el 7 de marzo de aquel año, un edil del cabildo, Justino Carvajal, fue asesinado. Carvajal era sobrino del político guerrerense Félix Salgado Macedonio, de gran relevancia no sólo local, sino nacional.
Inmediatamente después del crimen, dos patrullas de la policía municipal de Iguala, con armas de grueso calibre, se apostaron frente a las oficinas de la UPEZ, la organización de Hernández Cardona. Años más tarde, familiares de Carvajal señalarían a Abarca del crimen. Pero en esos días, el Alcalde fue quien acusó a Hernández.
Pasaron los meses y las discusiones fueron subiendo de tono. Mientras, Iguala también se descomponía. Fueron hallados narcolaboratorios, fosas; Guerreros Unidos.
-Con información de Pie de Página.