Semana con semana el municipio de León, apenas a unos kilómetros de Centro Fox, hace cierres de eventos y reuniones no esenciales con la intención de «frenar la propagación del virus». Este fin de semana canceló por medio de la Dirección General de Fiscalización seis fiestas y un baile sonidero de entre 20 y 200 personas que celebraban cumpleaños, aniversarios de bodas y XV años. Las celebraciones suspendidas fueron de las colonias San Nicolás, Valle Hermoso, Linares, San Pablo y Satélite, Libertad y en la comunidad Loza de los Padres; todas ellas colonias de menor poder adquisitivo en la ciudad.
Guanajuato, 9 de agosto (PopLab).- «Lo que en el rico es alegría en el pobre es borrachera», dice un proverbio popular. Así se hizo patente durante este fin de semana en Guanajuato, donde mientras el municipio de León cancelaba fiestas, sonideros y reuniones populares, leoneses de la élite empresarial escaparon de las restricciones sanitarias trasladándose para celebrar una boda en las instalaciones de Centro Fox y la Hacienda San Cristóbal, donde el municipio de San Francisco del Rincón desplegó elementos de policía y protección civil para brindarles seguridad.
El expresidente Vicente Fox Quezada ha sido crítico del manejo de la pandemia a nivel federal y, pese a ello, ofrece las instalaciones de su filantrópica fundación para el beneficio de empresarios durante la pandemia. En una publicación del 08 de julio dijo que es «dramático la manera en que se han manejado las cosas en México»; el 23 de mayo que «en los hechos veo ninguna curva aplanada en México»; y en otro tuit del 12 de julio le pide a Andrés Manuel López Obrador que le diga «cuándo y cómo» saldremos adelante de la pandemia y la recesión económica.
Nada de eso le ha impedido, sin embargo, abrir las puertas de su recinto por excelencia para saltarse todas las recomendaciones sanitarias y contribuir a la diseminación de la COVID-19. Al tiempo que México ya superaba las 50 mil muertes, Centro Fox era anfitrión de unas lujosas nupcias.
Si bien la organización de eventos es una actividad habitual de su Hacienda, el estado de Guanajuato recién comenzó con un semáforo naranja a nivel estatal que prohíbe todavía las concentraciones multitudinarias de este tipo, donde el riesgo de contagio de COVID-19 incrementa exponencialmente.
Con el semáforo naranja se reactivaron giros clave para el reinicio de clases como las papelería, librerías, uniformes y otros insumos educativos básicos. También se reincorporaron las actividades deportivas y de cuidado personal en espacios públicos y privados por medio de citas. Cines, teatros, museos y otros eventos culturales, así como actividades de culto, también se permiten con las medidas sanitarias. No obstante, permanecen inhabilitadas «celebraciones sociales y ninguna actividad que genere concentración de personas», además de «eventos masivos como conciertos o grandes concentraciones».
Semana con semana el municipio de León, apenas a unos kilómetros de Centro Fox, hace cierres de eventos y reuniones no esenciales con la intención de «frenar la propagación del virus». Este fin de semana canceló por medio de la Dirección General de Fiscalización seis fiestas y un baile sonidero de entre 20 y 200 personas que celebraban cumpleaños, aniversarios de bodas y XV años. Las celebraciones suspendidas fueron de las colonias San Nicolás, Valle Hermoso, Linares, San Pablo y Satélite, Libertad y en la comunidad Loza de los Padres; todas ellas colonias de menor poder adquisitivo en la ciudad.
Sin embargo, en Centro Fox elementos de seguridad pública custodiaron la boda de la hija del empresario Salvador Liberato Hernández Hurtado y su esposa Victoria (Vicky) Bernal, un conocido hombre de negocios, dueño de LHESH, dedicada al comercio por mayoreo de calzado, ropa y otros artículos.
De acuerdo con un testimonio de la organización de eventos en San Francisco del Rincón y León, las actividades de este tipo están paradas desde marzo y según fiscalización no hay posibilidad de «organizar eventos sociales o corporativos». «No hemos tenido luz verde, no podemos operar ni eventos chiquitos. Imagínate: tenemos que pagar sueldos a nuestros empleados. Estamos totalmente parados», dijo un gestor de eventos de San Francisco del Rincón que pidió no ser identificado.
PROTECCIÓN PÚBLICA Y FALTA DE MEDIDAS SANITARIAS
La celebración nupcial tuvo lugar en la comunidad de San Cristóbal, un poblado cooptado por los eventos recurrentes de los Fox. La boda de la hija de Liberato Hernández recibió entre 150 y 200 personas que caminaron por la localidad rural sin cubrebocas, sin sana distancia y en contacto cercano a sus pobladores.
Alrededor de las 6:30 am ya había un valet parking de unos 10 hombres listos para recibir a los invitados de gala; después de unos minutos, de dos camionetas rojiblancas de Proteccion Civil descendieron elementos a inspeccionar los alrededores. De a poco, y una vez asegurado el lugar, los invitados fueron estacionando sus lujosos automóviles a un costado de la placita central del poblado. Al mismo tiempo los convidados se hacían lugar en el atrio y al interior de la iglesia, apretujándose entre ellos para presenciar el acto.
Poco antes de las 8:00 pm a las visitas de Fox ya los esperaban unos aperitivos y unas cervezas para brindar por los recién casados. En medio del apacible poblado, transcurría una escena por demás contradictoria con las medidas sanitarias en las que se lleva insistiendo desde hace casi cinco meses. Pocos, casi ninguno de los invitados portaba cubrebocas o respetaba los protocolos de prevención.
Mientras la misa tenía lugar, una patrulla estatal yacía estacionada justo a un costado de las instalaciones de Centro Fox. Afuera del estacionamiento de la hacienda unas camionetas de Luis Lencina, famoso organizador de eventos en León, bajaban los últimos insumos para la celebración.
La patrulla estatal se fue alrededor de las 7:30 pm, pero al poco tiempo dos patrullas municipales llegaron para hacer un rondín, llenas de elementos de la fuerza pública, inspeccionando con detalle los alrededores de Centro Fox. Ya habiéndose mudado los invitados de la iglesia a las instalaciones Fox, otra patrulla estatal hizo nuevamente su visita.La boda transcurrió en con plena calma: música a todo volumen, cena, pista de baile, servicio de meseros, flores y comilona. No hubo cancelación alguna, solo seguridad pública que devino en vigilancia privada.
Las cosas como fueren, tal parece que hay un semáforo muy desigual al interior del gobierno del estado y sus municipios, que les permite a unos lo que a otros les prohibe.