En el nuevo estudio, los investigadores desarrollaron un modelo computacional de la dinámica de transmisión del SARS-CoV-2 junto con la mortalidad asociada con COVID-19. El modelo tuvo en cuenta el retraso entre la infección y la muerte, el mayor diagnóstico de enfermedad en personas con síntomas graves y los datos estratificados por edad.
Madrid, 29 de julio (Europa Press).- Cuando se usa correctamente, el índice de letalidad sintomático (CFR) y el índice de letalidad por infección (IFR) son mejores medidas para monitorear las epidemias de COVID-19 que el índice de letalidad (CFR) comúnmente reportado, según un nuevo estudio publicado esta semana en la revista PLOS Medicine por Anthony Hauser de la Universidad de Berna (Suiza) y sus colegas.
Las estimaciones confiables de la mortalidad por infección por SARS-CoV-2 son esenciales para comprender la epidemia de COVID-19 y desarrollar intervenciones de salud pública. Sin embargo, el CFR de uso común (el número de muertes reportadas dividido por el número de casos reportados) puede ser una medida engañosa de mortalidad asociada con COVID-19.
En el nuevo estudio, los investigadores desarrollaron un modelo computacional de la dinámica de transmisión del SARS-CoV-2 junto con la mortalidad asociada con COVID-19. El modelo tuvo en cuenta el retraso entre la infección y la muerte, el mayor diagnóstico de enfermedad en personas con síntomas graves y los datos estratificados por edad.
Los investigadores aplicaron el modelo a la provincia de Hubei (China), Austria, Baviera (Alemania), Baden- Württemberg (Alemania), Lombardía (Italia), España y Suiza. En Hubei, el IFR calculado fue de 2.9 por ciento mientras que el CFR fue de 2.4 por ciento. En Europa, las estimaciones de IFR variaron de 0.5 a 1.4 por ciento mientras que el CFR varió de 3.9 por ciento a 17.8 por ciento. En general, las estimaciones de CFR e IFR fueron similares entre sí y variaron menos geográficamente que el CFR.
«El CFR no es un buen predictor de mortalidad general por SARS-CoV-2 y no debe usarse para la evaluación de políticas o la comparación entre entornos –dicen los autores–. El CFR y el IFR, ajustados para los sesgos correctos, son medidas que pueden usarse para mejorar y monitorear estrategias clínicas y de salud pública para reducir las muertes por infección por SARS-CoV-2».