Un perito de la FGR detectó que Emilio Lozoya presenta «anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud», por lo que fue trasladado esta mañana a un hospital, donde será vigilado por policías.
Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo/EFE).– El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, quien desde respondería ante un Juez de las acusaciones de varios casos de corrupción que amenazan con salpicar directamente a varios miembros del Gobierno de Enrique Peña Nieto –y al mismo expresidente–, fue llevado a un hospital.
Un perito de la Fiscalía General de la República (FGR) realizó una revisión física y médica a Lozoya a su llegada este viernes a México y encontró que tiene anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, «así como una debilidad general en toda su salud», por lo que fue trasladado a un hospital.
La dependencia informó que la familia del exfuncionario extraditado hoy desde España pidió que un médico particular también le hiciera una revisión y éste encontró los mismos síntomas, por ello el Ministerio Público Federal ordenó su traslado a un hospital, donde permanecerá en calidad de detenido bajo vigilancia policiaca.
El perito médico de la #FGR realizó la revisión física y médica del extraditado y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud, por lo que propuso su internación en un hospital.
— FGR México (@FGRMexico) July 17, 2020
La FGR detalló esta mañana que notificó a los jueces sobre el estado de salud de Emilio Lozoya y quedará espera de su determinación sobre las fechas para las audiencias correspondientes sobre los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación ilícita en los casos Agronitrogenados y Odebrecht por los que es investigado.
Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Pública, dijo que Lozoya Austin fue ingresado al Reclusorio Norte y posteriormente fue traslado a un hospital privado “por algunos síntomas y molestias que presentó”. Sin embargo, el vocero de la FGR confirmó a TV Azteca que el exfuncionario no llegó al Reclusorio Norte. Autoridades de la Ciudad de México también confirmaron a Animal Político esta versión. El Presidente López Obrador adelantó que pediría a la FGR que aclare esta situación.
Lozoya llegó en un avión de la Fiscalía a las 00:46 horas de este día; custodiado por agentes de la Interpol, el extitular de la empresa pública Pemex (2012-2016) aterrizó en la Ciudad de México desde Madrid tras ser extraditado por las autoridades españolas.
Esta mañana, antes de conocer sobre el traslado de Lozoya a un hospital, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las diligencias judiciales estaban previstas para iniciar la tarde de hoy. Defendió que el proceso penal que enfrenta el funcionario servirá, según lo que se concluya, para que «se estigmatice a los corruptos, para que haya vergüenza y nunca más se vuelvan a cometer actos de corrupción».
«El juicio al señor Lozoya va ayudar mucho a que se aclaren estas cosas, que se sepa que sucedió y se siga combatiendo la corrupción y la impunidad», agregó en conferencia desde Manzanillo, Colima.
Hagan changuitos ?
Mientras en otros países, presidentes y altos funcionarios cayeron por el caso Odebrech, en México «prevaleció la impunidad», afirmó el presidente @lopezobrador_ y asegura que la llegada de Lozoya a México ayudará a conocer la trama de corrupción. pic.twitter.com/s9XFltVdhj
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) July 17, 2020
El martes pasado, la FGR anunció que había enviado un avión de las autoridades mexicanas por el exdirector de Pemex, luego de que la Audiencia Nacional de España aprobara la extradición de Lozoya desde la cárcel de Navalcarnero donde estaba preso, esto por una petición que hizo el Gobierno de México a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El exfuncionario pasó al menos tres horas dentro del hangar de la FGR -ubicado cerca de la Puerta 2 de la terminal aérea- donde fue sometido a diversos protocolos de revisión.
Poco después de las 4:00 horas, fue trasladado en un convoy integrado por vehículos de la FGR hacia a un hospital. Se espera que comparezca por diferentes delitos de corrupción y que presente “14 horas de pruebas” que involucran a altos funcionarios de la administración peñista.
El caso Lozoya es el centro de la batalla anticorrupción del Presidente Andrés Manuel López Obrador y especialmente contra la sucesión de ilegalidades presuntamente cometidas por el Gobierno de Peña Nieto.
Lozoya, un economista con vasta experiencia internacional y miembro de una familia con profundos lazos con el poder en México, fue detenido el 12 de febrero en Málaga, España.
Tras meses prófugo y en paradero desconocido, fue ubicado en un refugio para millonarios en la turística Costa del Sol.
FRAUDES Y CORRUPCIÓN
Las expectativas de sentar ante un Juez a este ex alto funcionario vienen azuzadas por el propio López Obrador para demostrar la corrupción del anterior Gobierno.
Lozoya está acusado de un presunto fraude de 280 millones de dólares en la compra de una planta de fertilizantes y por haber recibido millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
«Esta extradición voluntaria va a ayudar mucho para ir purificando la vida pública, limpiando de corrupción el país», afirmó este jueves el presidente en su conferencia matutina.
López Obrador confía en que los trapos sucios de Lozoya permitirán destapar los supuestas artimañas que habrían llevado al peñanietismo a instrumentar reformas estructurales como la energética, que abrió el sector a la iniciativa privada tras décadas de monopolio estatal.
«Va a hablar de Odebrecht y de otro tipo de ilícitos. Va a ser algo interesante, importante», apuntó el mandatario.
Además de este escándalo de raíces brasileñas, Lozoya enfrentará en México acusaciones por lavado de dinero, asociación delictiva y cohecho.
Son delitos derivados de la transferencia de unos 12.5 millones de dólares de Odebrecht y de Altos Hornos de México (AHMSA) -cuyo directivo Alonso Ancira, conocido como «el rey del acero», también fue detenido en España- a cuentas en Suiza ligadas a Lozoya.
¿PEÑA NIETO EN LA MIRA?
Lozoya tiene, al parecer, en sus manos grabaciones de supuestos sobornos relacionados con la aprobación de la reforma energética. Es por ello que con su regreso parece estrecharse el cerco sobre Peña Nieto y su círculo más cercano.
En agosto pasado, la exsecretaria de Desarrollo Social de México Rosario Robles se convirtió en la primera integrante del Gabinete de Peña Nieto en declarar ante un Juez por corrupción.
Gerardo Ruiz Esparza, exsecretario de Comunicaciones y Transportes de México, murió en abril pasado a los 70 años antes de que se le pudiera investigar por supuesto lavado de dinero.
En una reciente entrevista con EFE, el titular de la Unidad, Santiago Nieto, explicó que está investigando tramas de corrupción en el Gobierno de Peña Nieto y aseguró que el expresidente será denunciado si se hallan indicios que lo vinculen.
No obstante, López Obrador ha aclarado en varias ocasiones que solo lo investigará si los mexicanos lo decidían en una consulta ciudadana.
«El enjuiciamiento de Enrique Peña será viable siempre y cuando le dé rendimiento político al actual presidente», dijo este viernes a EFE el coordinador de los posgrados de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Khemvirg Puente.
Para el experto, este juicio también puede destapar el papel clave -y sus posibles desmanes- del exministro de Hacienda y Exteriores Luis Videgaray, mano derecha de Peña Nieto.
TEMBLOR POLÍTICO
En las últimas horas importantes figuras políticas han opinado sobre la llegada de Lozoya.
Provocará un «temblor político» que sacudirá el país, dijo Ricardo Monreal, líder en el Senado del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El actuar Gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa, hoy de la formación Morena pero antes Senador por el izquerdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), aseguró no tener estrechos lazos con Lozoya.
Pero otro miembro de Morena, el Senador suplente Alejandro Rosas Díaz Durán, publicó una fotografía de Barbosa sonriente junto a Lozoya y otros altos funcionarios del Ejecutivo anterior.
«Barbosa es un corrupto. Se hizo millonario con Enrique Peña Nieto al votar a favor de casi todas las reformas», dijo.
Xóchitl Gálvez, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), esperó que Lozoya «diga lo que tiene que decir» pero sin buscar deliberadamente «enlodar» a políticos de su partido.
EXPECTACIÓN MÁXIMA
El retorno de Lozoya ha generado enorme expectación en el país: «El chivo a sacrificar», «pirotecnia, justicia y política», «caso Lozoya. ¿Bomba pareja o selectiva?», opinaron columnistas de los principales medios del país.
«Podemos esperar escándalo, mucho ruido pero no necesariamente justicia. El Gobierno puede usarlo para distraer la atención y reivindicar su gestión», dijo Puente, quien consideró que a López Obrador este caso le va «como anillo al dedo» para enarbolar una vez más la bandera anticorrupción.
Más allá de los resultados de este juicio, las acusaciones contra Lozoya pueden enterrar definitivamente la muy maltrecha figura de Peña Nieto y de su Gobierno.
–Con información de EFE.