El joven tuvo una infancia difícil, ya que su madre lo abandonó y su padre tenía que luchar mucho para llegar a fin de mes. Después, su sueño de convertirse en un boxeador profesional se vio truncado por una lesión importante, así que Staton tomó un trabajo en una empresa de saneamiento y recogida de basura.
Los Ángeles, 8 de julio (LaOpinión).- Un estudiante de Maryland, que se despertaba todas las mañanas a las 4 a.m. para recoger basura y mantener a su familia, ha sido aceptado en la Facultad de Derecho de Harvard.
Rehan Staton, de 24 años, de Bowie, Maryland, comenzará las clases en la prestigiosa escuela de derecho este otoño, después de superar numerosos obstáculos en la vida que casi lo llevaron a renunciar a sus sueños.
El joven tuvo una infancia difícil, ya que su madre lo abandonó y su padre tenía que luchar mucho para llegar a fin de mes. Después, su sueño de convertirse en un boxeador profesional se vio truncado por una lesión importante, así que Staton tomó un trabajo en una empresa de saneamiento y recogida de basura.
Segúhn informa la CNN, fue ahí donde sus compañero de trabajo (algunos exconvictos) y el hijo del dueño de la compañía, Brent Bates, vieron su potencial y lo ayudaron a luchar por lo que merecía.
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“Era la primera vez en mi vida que la gente me valoraba y no porque fuera bueno en los deportes”, dijo Staton a CNN.
“Durante toda mi vida, todas las personas en mi vida a las que se suponía que debía admirar, fueron las que siempre me minimizaban y me hacían sentir mal conmigo mismo”, dijo.
“Tuve que ir al fondo de la jerarquía social, es decir, trabajadores de saneamiento y exconvictos para encontrar mi lugar”.
Staton explica que tuvo una “educación sólida y de clase media”, bastante tranquila y sin incidentes hasta que su madre abandonó a su familia y dejó el país cuando tenía ocho años.
Su padre luchó por mantenerlo financieramente a él y a su hermano Reggie, de 27 años.
Su padre solía tener dos o incluso tres trabajos a la vez para darles un techo y poner comida sobre la mesa.
La difícil situación familiar le pasó factura y sus calificaciones empeoraron hasta tal punto que uno de sus maestros le recomendó que ingresara en educación especial. El joven se refugió en el deporte y alimentó la pasión por el atletismo, las artes marciales y el boxeo. Soñaba con ser un boxeador profesional, pero estos sueños se desvanecieron cuando sufrió una importante lesión deportiva.
Mientras tanto, un ingeniero aeroespacial que su padre conoció en un centro comunitario local se ofreció a darle tutorías gratis durante el resto del año escolar.
Las oportunidades de Staton parecían estar cambiando.
Pero justo en ese momento, Staton recibió otro golpe cuando sus sueños se vieron frustrados por una lesión en el hombro doble. Estaba en el grado 12 y fue rechazado de todas las universidades a las que se postuló porque ya no podía practicar deportes
Fue en este punto que consiguió el trabajo en la empresa de basura, donde sus colegas lo alentaron y lo apoyaron para que fuera a la universidad.
Bates luego le presentó a un profesor de la Universidad Estatal de Bowie, quien apeló a la junta de admisiones en su nombre y lo ayudó a conseguir un lugar.
De ahí pasó a la universidad de Maryland y ahora le han aceptado en Harvard.
“Cuando miro hacia atrás a mis experiencias, me gusta pensar que saqué lo mejor de la peor situación”, dijo a CNN.
“Cada tragedia que enfrenté me obligó a salir de mi zona de confort, pero tuve la suerte de tener un sistema de apoyo que me ayudara a prosperar en esas dificultades”.
Especialmente acredita su éxito al tiempo como recolector de basura, donde dijo que nunca se había sentido más apoyado en su vida.
Staton quiere transmitir ese apoyo a otros jóvenes ofreciendo asesoramiento universitario y tutoría a otras personas que enfrentan adversidades.