Christian Rodríguez Telumbre usaba lentes. Le decían “Clark”. Sí, en referencia a Clark Kent, Superman. Hijo de Don Clemente Rodríguez y Luz María Telumbre, Christian tenía 19 años de edad cuando fue desaparecido la “Noche de Iguala”. Hoy, las autoridades confirmaron que uno de los restos encontrados en un lugar llamado la «Barranca de la Carnicería», en Cocula, Guerrero, corresponde al joven.
Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).- Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, señaló que la identificación del normalista Christian Alfonso Rodríguez marca el inicio de una nueva ruta en la investigación del caso Ayotzinapa en la que prometió no será una mentira.
“Vamos a continuar con esta ruta y vamos a asumir el compromiso de que nosotros no vamos a inventar una nueva verdad histórica, porque lo que tenemos que hacer es justicia para los familiares de Ayotzinapa”, aseguró el también presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa.
La nueva dirección del caso, destacó el funcionario, no sólo derrumba la mal llamada “Verdad Histórica”, sino que genera las condiciones para esclarecer los hechos de esa lamentable noche en Ayotzinapa.
Encinas Rodríguez advirtió que “seguramente habrá reacciones con las que se pretenda descalificar lo avances obtenidos hasta ahora en la investigación”. Sin embargo, afirmó que los avances de la indagatoria tienen un fuerte sustento por los testimonios, indicios, pruebas y otras diligencias que ha hecho la Unidad para el Caso Ayotzinapa de la Fiscalía General de la República (FGR).
Entre el 21 al 29 de noviembre de 2019, la Unidad para el Caso Ayotzinapa de la FGR realizó una diligencia de búsqueda –derivada de diversos testimonios– en el lugar llamado “Barranca de la Carnicería” en el municipio de Cocula, Guerrero, donde encontraron múltiples indicios, es decir, restos humanos que fueron embalados en presencia de víctimas y activistas. Posteriormente, seis de esos restos fueron enviados al Instituto de Genética de la Universidad de Innsbruck, en Viena.
La FGR informó este día que una de las piezas óseas ya fue identificada; pertenece a Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014.
Christian Rodríguez, hijo de Clemente Rodríguez y Luz María Telumbre, tenía 19 años de edad cuando abordó el autobús rumbo a Iguala. El joven normalista era moreno, delgado y vecino en Tixtla, Guerrero. Le llamaban “Clark”. Sí, por Superman. Sí, por sus lentes. Le gustaba la danza, el zapateo y la tarima. Su padre, Don Clemente, lo buscó incansablemente.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que ha coadyuvado en la investigación, detalló que el resto óseo en cuestión corresponde a un hueso del pie derecho y fue hallado entre el 25 y 26 de noviembre de 2019.
«Fue recuperado junto con otros fragmentos óseos humanos como parte de una diligencia de búsqueda realizada por la Unidad Especial para el caso Ayotzinapa de la FGR [..] Allí se hallaron más de 100 fragmentos óseos no articulados dispersos en superficie en un radio aproximado de 200 metros”, detalló el EAAF en un comunicado de prensa.
Alejandro Encinas aseguró que los otros hallazgos realizados en el perímetro cercano a la Barranca de la Carnicería serán igualmente enviados a la Universidad de Innsbruck para su procesamiento y análisis.
El funcionario aseguró que hay un compromiso por parte del Presidente Andrés Manuel López Obrador para que todas las instituciones de la administración federal coadyuven con la FGR para encontrar la verdad y que se castigue a los responsables, “tanto a los responsables materiales, como aquellos que por negligencia y omisión incurrieron en faltas a la Ley, creando una verdad que no existía”.
Encinas Rodríguez destacó que este avance «no puede disociarse del problema de desaparición forzada de miles de personas en nuestro país», por lo que esperan que la experiencia que se obtenga en las investigaciones de este caso pueda ser utilizada para la búsqueda, localización e identificación de miles de personas desaparecidas.
EAAF AVALA LA IDENTIFICACIÓN FORENSE
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF) informó que de las tres muestras (restos óseos) enviadas al laboratorio de Innsbruck, sólo una de ellas se arrojó un resultado concluyente.
“No pudo obtenerse ADN de una de ellas; sobre la segunda muestra se obtuvo un perfil genético parcial insuficiente para resultados concluyentes; y la tercera arrojó un perfil genético completo (ADN autosómico de STR )”, detalló el equipo en un boletín de prensa.
El EAAF también dio a conocer que el informe recibido de Innsbruck señala que el resto óseo analizado tiene al menos mil millones de probabilidades más de pertenecer al estudiante desaparecido que a una persona no relacionada a esta familia.
“Según los datos de frecuencia de alelos de la población caucásica establecidos por la GMI, los datos genéticos nucleares tienen al menos mil millones de veces más probabilidades de ser observados en la hipótesis de que los restos no identificados procedan de un hijo biológico de la madre y del padre, y de un hermano biológico completo de las [tres] hermanas completas de la persona desaparecida, en comparación con que los restos no identificados sean originados por un individuo no relacionado”, dice el informe, el cual concluye que los procedimientos de comparación genética familiar dieron una evidencia muy fuerte de que los perfiles de la víctima coinciden con la familia .
El equipo experto, que desde el 2016 participa en las búsquedas forenses y análisis de pruebas sobre los estudiantes desaparecidos, aceptó los resultados enviados por la Universidad de Innsbruck porque – después de una revisión– concuerdan con las conclusiones del dictamen: «el resultado obtenido por el EAAF arroja un porcentaje de parentesco superior al 99.99 por ciento, teniendo en cuenta las variables estadísticas aplicables a este caso”, detalló.
Con información de Carlos Vargas