En EU los reguladores federales anunciaron un cambio en la «norma Volcker» que permitirá a las entidades bancarias hacer inversiones de capital riesgo con más facilidad.
Sin embargo, las últimas cifras publicadas siguen mostrando la debilidad de la economía estadounidense. El PIB del primer trimestre disminuyó un 5 por ciento interanual; además las peticiones de prestaciones por desempleo se acercaron la semana pasada al millón y medio.
Nueva York, 25 de junio (EFE).- Wall Street se sobrepuso en la última hora de este jueves a una jornada irregular y su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, subió un 1.18 por ciento, animado por la flexibilización de una norma impuesta al sector bancario tras la crisis financiera de 2008.
Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones sumó 299.66 puntos y se situó en 25 mil 745.60 unidades gracias a grandes corporativas financieras como Goldman Sachs (4.59 por ciento), JPMorgan (3.49) o American Express (2.48).
El selectivo S&P 500 ascendió un 1.10 por ciento o 33.43 puntos, hasta 3 mil 083.76 enteros; y el índice del mercado compuesto Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más importantes, progresó un 1.09 por ciento o 107.84 puntos, hasta los 10 mil 017 enteros.
El parqué neoyorquino comenzó la jornada en rojo pero después remontó, impulsado por un cambio anunciado por los reguladores federales dentro de la conocida como la «norma Volcker», y que permitirá a las entidades bancarias hacer inversiones de capital riesgo con más facilidad.
El máximo ejecutivo de la asociación bancaria estadounidense ABA, Rob Nichols, declaró en una nota que la flexibilización de la norma «impulsará la formación de capital, la elección de los clientes y los esfuerzos de desarrollo comunitarios a la vez que se preservan los servicios bancarios tradicionales».
Por sectores, el financiero registró las mayores ganancias (2.71 por ciento), seguido por el energético (1.92), el tecnológico (1.3) y el de los materiales básicos (1.3).
No obstante, el mercado se mantuvo dubitativo hasta poco antes del cierre debido a la preocupación que generan los registros máximos de casos diarios de COVID-19 en varios estados, entre ellos Texas, que hoy paralizó su reapertura económica para contener el virus.
Algunas grandes empresas han reaccionado a la situación con restricciones, como Apple, que ha decidido cerrar de nuevo algunas tiendas en Houston (Texas), o Walt Disney, que retrasará la reapertura de sus parques de atracciones en California.
También influyeron los sombríos datos sobre la economía de EU, que se contrajo un 5 por ciento en el primer trimestre de 2020 por los efectos de la pandemia, la primera caída trimestral registrada desde la crisis financiera de 2008.
Asimismo, la Casa Blanca divulgó que cerca de un millón y medio de personas perdieron sus trabajos y pidieron las prestaciones por desempleo la semana pasada, pero el número total de beneficiarios de ese subsidio bajó de los 20 millones por primera vez en dos meses.
SUBE EUROPA, PIERDE ASIA
Las principales bolsas europeas han subido este jueves a pesar de los malos datos económicos de Estados Unidos, que han quedado compensados por la subida del precio del petróleo y la recuperación tras las fuertes caídas del miércoles.
Madrid ha subido un 1.04 por ciento; París, un 0.97; Fráncfort, un 0.69; Londres, un 0.38; y Milán, un 0.37 por ciento. El índice Eurostoxx 50, que engloba a las 50 empresas europeas de mayor capitalización, ha subido un 1.11 por ciento.
La bajada de Wall Street el miércoles por el aumento de los contagios por coronavirus en varios estados de Estados Unidos, condicionaba la apertura de las grandes plazas del Viejo Continente después de haber incidido negativamente en Tokio, que hoy cerró con unas pérdidas del 1.22 por ciento (los mercados chinos están cerradas por festivo).
Los mercados empezaron la sesión con altibajos y se decantaron por las subidas después de la publicación en Alemania del indicador elaborado por la Sociedad para la Investigación del Consumo (GfK) correspondiente al mes de junio, que muestra mejoras tanto de las expectativas económicas y de ingresos, como la disposición a las compras.
En sentido contrario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó de que los altos niveles de endeudamiento pueden volverse incontrolables y desencadenar una oleada de insolvencias que ponga a prueba la resistencia de los bancos ante la aguda crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
En el otro lado del Atlántico, las últimas cifras publicadas siguen mostrando la debilidad de la economía, como el producto interior bruto (PIB) del primer trimestre, que bajó un 5 por ciento interanual en Estados Unidos, el primer descenso trimestral de este indicador desde la crisis financiera de 2008, o las peticiones de prestaciones por desempleo, que se acercaron la semana pasada al millón y medio.