En la Zona de Valle de México, que pasa por el pico de contagio de la COVID-19, más allá de las cifras oficiales de casos positivos y decesos cuestionadas por la prensa internacional, la alta demanda tiene al personal médico agotado, a las funerarias alistando más crematorios y a los panteones cavando más hoyos.
Ciudad de México, 14 mayo (SinEmbargo).– En el Hospital General «Dr. Manuel Gea González» de la Secretaría de Salud, uno de los receptores sin disponibilidad en la zona sur de la Ciudad de México, el área de urgencias está saturada, el sexto piso de Terapia Intensiva también está lleno con todos los ventiladores ocupados y el quinto piso, aunque era solo para pacientes estables, en cuestión de horas requieren conectarse a un ventilador. La poca disponibilidad de camas es porque se recuperan, son trasladados a otros centros o porque mueren.
«Estar ahí dentro es indescriptible. Es mucho estrés estar escuchando a la gente que se está ahogando, que quiere ver a su familia o ver que no están respondiendo a las medidas a un paso antes de la entubación. Hay pacientes que lamentablemente una vez entubados la mortalidad es alta [la letalidad va en el 56 por ciento, Secretaría de Salud]; entonces fallecen los pacientes y las camas se vuelven a llenar de más pacientes», contó vía telefónica una médica del Gea González, quien cuenta con dos certificaciones en manejo de ventiladores debido a cursos gratuitos dados por universidades y fundaciones, aunque, aclaró, el manejo con pacientes con la COVID-19 es muy diferente a cualquier otro problema pulmonar.
«En el primer mes y medio me estresé mucho porque todos los días la entrega de guardia era ‘este paciente ya falleció’, ‘este paciente ya se entubó’, ‘este paciente no está respondiendo’. Esta última semana no sé si es el cansancio mental o la costumbre… pienso ‘hubo tantas defunciones’ y ya».
La doctora también cuenta con ansiolíticos y antidepresivos ante la imposibilidad de dormir por el estrés y con tres maletas para transportar la ropa con la que entra, otra para cambiarse después de salir del área de coronavirus y otra para cargar su equipo de protección personal. A dos meses de atender pacientes contagiados en turnos de seis horas, presenta úlceras en la cara por los goggles. No puede respirar cuando usa todas las herramientas y suele dolerle la cabeza. Cuenta los minutos para poder quitarse todo.
En las 16 alcaldías de la Ciudad y 59 municipios conurbados del Estado de México, donde habitan más de 22 millones de habitantes, se concentra el mayor contagio de la COVID-19. La zona pasa por el pico desde el 8 de mayo. Más allá de las cifras oficiales de casos positivos y decesos, puestas en duda por la prensa internacional, la alta demanda en hospitales y funerarias privadas desde abril y sobre todo en mayo refleja una crisis en escalada en la región centro del país. Aunque autoridades y grupos funerarios rechazan que aún se llegue a la saturación total.
Ambas entidades acumulan más de 17 mil 700 casos positivos de los más de 40 mil registrados a nivel nacional (13 de mayo) y se reportan cerca de 5 mil 500 pacientes hospitalizados, de los cuales, el 20 por ciento está intubado, exponen cifras oficiales. La Ciudad de México, con 30 por ciento de disponibilidad de camas y 43 por ciento con camas con ventilador, es líder en número de casos acumulados, casos activos y defunciones a nivel nacional, revelan datos de la Secretaría de Salud hasta el 13 de mayo.
El Gobierno de la capital del país reporta más de 10 mil detectados con coronavirus, sobre todo en Iztapalapa (2,093), Gustavo A. Madero (1,351), Tlalpan (864), Álvaro Obregón (684) y Coyoacán (650); más de 3 mil hospitalizados con más de 900 entubados, así como más de mil defunciones (principalmente en la GAM, con 1 millón de habitantes). Alrededor del 30 por ciento de los habitantes del Valle de México y otras ciudades se hospitalizan en la Ciudad por la concentración de la infraestructura de salud, detalló la Secretaria de Salud local, Oliva López Arellano. La disponibilidad de hospitales cambia en días.
Ante las notas del diario New York Times y El País, la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum aclaró que no ocultan cifras de decesos ni hay falta de coordinación con el Gobierno federal, ya que hay un comité especializado que determina si las muertes reportadas a diario son por la COVID-19 o por otra causa.
A diferencia de hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a nivel nacional, en el Hospital General «Dr. Manuel Gea González» y en el Instituto Nacional de Nutrición «Salvador Zubirán», también ya en su máxima capacidad con más de 60 pacientes entubados, los pacientes no son colocados en sillas ni en los pisos de los pasillos, dijo el personal médico consultado.
«Al momento de entubarlos es imposible tenerlos en sillas», aseguró la doctora del Gea González. «Siguen llegando bastantes en un estado más grave de salud. Pero hay un centro regulador de traslados donde deciden si hay condiciones de ser traslados a otros donde haya más cupo», dijo la doctora de Nutrición que también atiende pacientes entubados. El Instituto de la SSA planea abrir otro espacio para unos 15 ventiladores más.
Pero la alta demanda se refleja en el cansancio y estrés del personal médico. «Mi jornada (un día sí, dos días no) empieza un día siguiente porque aunque sea mi descanso, no lo disfruto; siento angustia, tristeza y estrés de pensar que al día siguiente debo ir», contó la médica del Gea González. «Atendemos alrededor de 40 pacientes críticos dos o tres médicos, lo que se me hace inhumano para el paciente y para nosotros».
Por su parte, el Gobierno del Estado de México reporta más de 6 mil 500 casos concentrados en los municipios aledaños a la Ciudad de México, esto es, Nezahualcóyotl, Ecatepec, Naucalpan, Tlalnepantla y Chimalhuacán; más de mil 500 hospitalizados con 250 entubados, así como 378 muertos (más en Ecatepec, con 1 millón y medio de habitantes). El 43 por ciento de sus camas tiene disponibilidad y el 47 por ciento de camas con ventilador sigue libres, muestran las cifras de la SSA hasta el 13 de mayo.
«En los hospitales del Estado de México hay mucha demanda de hospitales», cuenta una integrante de la Asamblea Nacional de Residentes con base en testimonios de médicos mexiquenses. «En el Hospital Regional de Alta Especialidad Ixtapaluca –sin disponibilidad– con 100 camas fallecen hasta 14 personas por turnos de entre 8 y 12 horas, en el área de terapia intensiva para 36 camas está una sola persona atendiendo por guardia cada tercer día; y en Nutrición o el Instituto Nacional de Respiración eso no pasa. Somos cuatro personas para 10 entubados y la capacitación para manejo de ventiladores ha sido adecuada».
HOSPITALES SIN DISPONIBILIDAD (NI INSUMOS)
En el frente del sistema de salud en la Ciudad de México, hay 60 por ciento de ocupación solo de los hospitales receptores de la Secretaría de Salud la Ciudad de México (SEDESA), de acuerdo con la Secretaria local Oliva López. De los más de 3 mil hospitalizados, alrededor de 900 estaban entubados esta semana.
«En el caso de SEDESA tenemos capacidad de atención tanto en hospitalización general como para personas que requieran una cama con ventilador. Esto es muy heterogéneo, según institución y seguridad social. Los institutos nacionales de salud tienen una ocupación mucho más alta, en este momento podríamos decir que ellos sí tienen una saturación en términos de las camas para asistencia ventilatoria», expuso López en conferencia de prensa.
Sin considerar las unidades que han abierto para atención de casos no graves como el centro Citibanamex o el Autodromo Hermanos Rodríguez, datos del Gobierno capitalino revelan que los nosocomios que ya no pueden recibir más pacientes con COVID-19 son 25 de los 47 disponibles en la capital del país del IMSS, ISSSTE, Ejército, y SEDESA.
«Es cierto, hay algunas de estas instituciones que ya han llegado a su saturación y estamos en permanente coordinación», reconoció la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en conferencia.
Entre los hospitales sin disponibilidad están el Hospital de Especialidades «La Raza» (Azcapotzalco), Hospital Juárez de México (GAM), Hospital General de México «Dr. Eduardo Liceaga» (Cuauhtémoc), Hospital de Especialidades «Siglo XXI» (Cuauhtémoc), Hospital de Especialidades «Belisario Domínguez» (Iztapalapa), el Instituto Nacional de Nutrición (Tlalpan) o el Hospital General Regional «Ignacio Zaragoza» (Iztapalapa), el cual alquiló por una semana un trailer refrigerante para guardar cuerpos mientras eran entregados a familiares.
De los 246 médicos en la Ciudad de México encuestados por la Asamblea Nacional de Residentes en la primera quincena de abril, el 50 por ciento ha estado en contacto con pacientes COVID-19, pero el 88 por ciento dijo que en su hospital carecen de material suficiente como cubrebocas, mascarilla N95, batas desechables, gafas protectoras y/o caretas, guantes, alcohol en gel, material de limpieza y desinfección, sobre todo de la Secretaría de Salud y del IMSS.
Entre los hospitales sin material de protección suficiente de acuerdo con los encuestados están, entre otros, los ubicados en las tres Alcaldías con más casos: el Centro Médico Nacional «La Raza», Hospital General «La Villa», Hospital «Juárez de México», Hospital General de Iztapalapa, Hospital General Ticomán, Hospital de Especialidades «Belisario Domínguez», Hospital General «Gea González» o el Hospital General Regional «1 de octubre».
Aunque en el caso del Instituto Nacional de Nutrición, de la Secretaría de Salud, el personal médico sí cuenta con los insumos para atender pacientes con COVID-19. «Para entrar al área COVID me pongo una pijama quirúrgica que solo uso en el hospital, arriba una bata, mascarilla N95, goggles, gorro, botas y doble par de guantes. Llevo un mes en guardia y nos han hecho tamizaje para ver si no ha habido contagios, y he salido negativa», dijo una doctora que atiende entubados. Pero lamentó que a nivel nacional vayan más de 8 mil 500 colegas contagiados, sobre todo en el Valle de México, y más de 100 muertos como informó el vocero de la pandemia, Hugo López-Gatell.
En el Estado de México hasta el 13 mayo de los 45 hospitales mexiquenses receptores en 32 municipios, nueve ya no tenían disponibilidad, entre ellos, el Hospital General «Las Américas» (Ecatepec), Centro Médico «Adolfo López Mateos» (Toluca), Hospital General de Axapusco (Axapusco), entre otros mostrados en la tabla.
En la Segunda Encuesta de la Asamblea Nacional de Residentes, de los 100 residentes en el Estado de México consultados del 7 al 14 de abril, aunque 44 por ciento no está asignado a una área crítica de COVID-19, el 94 por ciento ha tenido contacto con un paciente con coronavirus y, resalta el informe, el 96 por ciento dice no contar con material de protección necesario, entre ellos, algunos receptores como el Hospital General «La Perla Nezahualcóyotl», Hospital «Fernando Quiroz Gutiérrez» y el Hospital Regional de Alta Especialidad «Bicentenario de la Independencia».
EL 70% MÁS DE SERVICIO FUNERARIO
Empleados de la funeraria Gayosso acuden a los hospitales del Valle de México con trajes de cuerpo completo, caretas, guantes, botas, bombas sanitizadoras y bolsas de contención para trasladar el cuerpo en carrozas y ambulancias exclusivas para cuerpos fallecidos por coronavirus, el cual va directamente a cremación, dijo Alejandro Sosa, director de operaciones de este grupo, quien expuso que el «desafío» no lo han encontrado en la entrega de las personas, sino en sus certificados de defunción «porque a lo mejor se les está juntando mucho» en los hospitales.
En abril usaban tres de sus siete hornos en la zona solo para casos con COVID-19, pero en mayo –el mes del pico de contagio– han pasado a usar cinco de ellos y, aunque por ahora «no están rebasados», planean reubicar dos más como prevención «porque la curva de fallecimiento poco a poco se va normalizando, pero esperamos ver un incremento en las próximas tres semanas».
«En marzo no aumentó el número de servicios, pero en abril sí incrementó de forma importante en comparación con el mismo mes del año pasado. El país se ha movido diferente. En México [CDMX y Edomex] en abril tuvimos un aumento de 35 por ciento en número de servicios contra el mismo abril de 2019, en El Bajío fue lineal, y en Tijuana-Mexicali subió el 60 por ciento», expuso Sosa con datos del monitoreo de Gayosso a sus 23 agencias funerarias en 16 ciudades. «En mayo ya aumentó todavía más. En México estamos dando 70 por ciento más el número de servicios».
Ante el aumento de demanda que previeron desde marzo y dado que cuentan con sus propias capillas, cementerios, hornos crematorios, carrozas, fábrica de ataúdes y florería, empezaron a producir más cajas e insumos, afinaron el mantenimiento y adquirieron refracciones. En los casos confirmados de coronavirus no pueden realizar velorios –pero en caso de otras causas de muerte se ofrecen funerales virtuales o solo con la familia más cercana– y las cenizas son guardadas en sus mausoleos para que los familiares puedan despedirse después de la contingencia con misa, palomas y demás.
La Secretaría de Salud de la capital del país, Oliva López, dijo en una conferencia esta semana que realizaron convenios con las funerarias y los crematorios, para agilizar la certificación de defunciones y facilitar el manejo y la entrega de la persona fallecida.
La otra gran funeraria líder en la Ciudad de México y área metropolitana, J. García López, reportó a SinEmbargo que del 24 de marzo al 11 de mayo han otorgado servicios funerarios a 400 casos COVID-19 y/o neumonía atípica, y solo del 5 al 11 de mayo atendieron 89 servicios funerarios por esa causa. Dicho de otro modo, de cada 50 servicios diarios, en promedio 18 son por coronavirus.
«La operación de J. García López se desarrolla de manera normal, con un aumento significativo como hemos venido informando semanalmente, sin que ello se deba interpretar que están rebasados los servicios funerarios», reportó en una tarjeta informativa.
No obstante, ante el pico de contagio previsto, para la última semana de mayo planean aumentar tres hornos crematorios más a los ocho con los que cuentan sus nueve sucursales. Las muertes seguirán.
El Grupo Funeza, con cinco sedes en la Ciudad de México y dos en el Estado de México, así como un panteón en el Estado de México, compartió a este medio que han registrado «un incremento considerable» de solicitudes de servicio, sobre todo en la zona Oriente (Iztapalapa y Nezahualcóyotl).
Desde hace dos semanas han tenido niveles de operación de casi un 100 por ciento en muchas de sus sedes, por lo que están ajustando su estructura por si fuera necesario en las próximas semanas. También han detectado incremento en el precio del material de protección para el manejo, traslado y necropsia del cuerpo, desde guantes hasta bolsas, así como mayor solicitud de cajas y urnas.
«A las familias que tenemos el privilegio de ayudar les explicamos previamente las condiciones extraordinarias que se están presentando, desde los retrasos por saturación en los centros hospitalarios para la entrega de las personas que fallecieron, hasta los tiempos de espera para la asignación de horarios de cremación, sobre todo lo que establecen los ‘Lineamientos’ sobre las restricciones especialmente sobre la velación del cuerpo que debe evitarse, el no poder tener concentraciones de más de 20 personas, entre otras», expuso el grupo.
Ante el exceso de solicitud de cremación, y con base en los Lineamientos, consideran recurrir a la inhumación en las próximas semanas.