El desplome sin precedentes del WTI no es meramente un reflejo de la baja demanda del crudo en los mercados internacionales, sino un problema operativo para almacenar los futuros del WTI de mayo en Cushing, Oklahoma, coincidieron expertos consultados.
Por Juan Luis García
Ciudad de México, 21 de abril (EconomíaHoy).- La estrepitosa caída del West Texas Intermediate (WTI) agrava los riesgos que representa la falta de capacidad de almacenamiento nacional y la intención de Petróleos Mexicanos (Pemex) de no reducir su producción ante el nuevo escenario internacional, alertaron especialistas.
El desplome sin precedentes del WTI no es meramente un reflejo de la baja demanda del crudo en los mercados internacionales, sino un problema operativo para almacenar los futuros del WTI de mayo en Cushing, Oklahoma, coincidieron expertos consultados.
«Lo que pasó es que prefieren pagar para que se lleven el petróleo en vez de cobrarlo (porque no hay dónde guardarlo)», explicó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
Al cierre de la sesión del lunes, los futuros del WTI cotizaron en -37.63 dólares por barril. Acercarse al límite de la capacidad de almacenamiento orilló a operadores a deshacerse de contratos que tenían vigencia hasta este 21 de abril.
Esto supone un nuevo desafío a la producción mexicana de cara al corto plazo. En México hay capacidad de almacenamiento de 11 millones de barriles, cuyo limite está ocupado a la mitad.
«Nos rehusamos a recortar producción, o por lo menos en los niveles requeridos por la OPEP, pero si Estados Unidos se quedó corto en almacenamiento, México no tiene capacidad de almacenamiento alguna, porque casi siempre nuestra producción va comprometida con Estados Unidos», apuntó Miriam Grunstein, analista energética de la firma Brilliant Energy Consulting.
La caída del WTI también se explica en malas perspectivas de los precios de los futuros de mayo.
«Había perspectivas negativas en los precios del crudo, y si tú ves las perspectivas de los contratos futuros de junio no son muy halagüeños por debajo de los 32 dólares por barril. ¿Qué quiere decir? Estados Unidos se quiere deshacer de su cúmulo, no encontrar compradores, sino deshacerse de su inventario», explicó Grunstein.
La caída del WTI arrastró a los precios de la mezcla mexicana ayer. Pese a la revisión a la baja del estimado de los precios de la mezcla mexicana de 49 a 24 dólares por barril hechos por Hacienda, el mercado ha vuelto a sorprender a las autoridades y hoy el crudo nacional de exportación cotiza en -2.37 dólares por barril, su precio más bajo en la historia. Esto representa 109 por ciento menos que el nuevo estimado en los precriterios 2021.
Los nuevos bajos precios de la mezcla colocan a Pemex en la apremiante situación de cumplir con los designios del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en un nuevo escenario en el que los precios del crudo nacional se habrán desplomado.
«Va haber consecuencias a Pemex, porque va a tener menos dinero para ejecutar su plan de negocios», explicó el consultor energético independiente Arturo Carranza, antes en la consultora Mercury. Esta encrucijada pondrá a Pemex a tener que decidir entre endeudarse o requerir inyecciones de recursos del gobierno federal.
Pemex ha estado en la mira de diversas calificadores internacionales. La semana pasada Fitch Ratings bajó la calificación de Pemex de BB a BB-, el segundo recorte en lo que va del mes. «Las calificaciones de Pemex están tres niveles por debajo de las del soberano como resultado del continuo deterioro de su perfil de crédito independiente (SCP)», destacó Fitch.
La propia calificación de México ha sido trastocada por el papel de Pemex. Además, una baja en el pronóstico de crecimiento económico, recientemente Moody’s bajó la calificación de México por el «continuo deterioro de la situación financiera y operativa de Pemex», que estaría erosionando la fortaleza fiscal del soberano del país.
Hasta ahora México mantiene su grado de inversión, a riesgo de perderlo.»Sería perder la capacidad de Pemex de endeudarse y de la nación», refirió Grunstein.
SIN BAJAS A LA PRODUCCIÓN
Dentro del plan de Negocios de la empresa productiva del Estado se contempla aumentar la producción. En marzo el director de Pemex Octavio Romero Oropeza informó que en enero del 2019 el promedio de producción fue de un millón 625 mil barriles por día para luego, a partir del segundo semestre, contar con una tendencia de crecimiento de 10.6 por ciento anual.
La posición de producción de Pemex es contraria a la del resto de empresas en el mundo que han recortado gastos de operación para sobrellevar la baja demanda del petróleo, explicó Carranza.
Este fin de semana el presidente de la petrolera Halliburton, Jeff Miller, señaló en un comunicado que esperan que la actividad en el segundo trimestre bajé en América del Norte y permanezca débil en 2020. Así entre otras medidas Halliburton reducirá gastos por mil millones de dólares anuales y bajara inversiones en 800 millones de dólares.
Sin embargo, este no es el caso de México, que recientemente bloqueó las negociaciones de recorte de producción mundial del petróleo de la OPEP y sus aliados por no dar su brazo a torcer de recortar en 400 mil barriles diarios su producción. Finalmente, el pacto acordó que México sólo reduciría en 100 mil barriles y Estados Unidos aceptó recortar el resto.
«Pemex debería ajustar su producción a la capacidad de colocación de su producto, como cualquier otra empresa razonable», dijo Grunstein.