Lipsitch y sus colegas admitieron que no se sabe de momento si las personas que se recuperan de COVID-19 se vuelven completamente inmunes al virus y por cuánto tiempo. Ante estas incertidumbres, los investigadores modelaron varios escenarios para predecir la futura propagación del coronavirus en los próximos cinco años. Según todas sus simulaciones, las infecciones aumentarían una vez que se levanten las restricciones.
Ciudad de México, 15 de abril (RT).- La cuarentena actual no sería suficiente para detener el coronavirus, por lo que, en ausencia de medicamentos eficaces o una vacuna, podrían necesitarse periodos intermitentes de distanciamiento social hasta 2022 a fin de evitar un colapso de los hospitales, sugierió un modelo matemático desarrollado por investigadores de la Escuela de Salud Pública Chan, de la Universidad de Harvard (EU).
El estudio, publicado este martes en la revista Science, sostuvo que «incluso en el caso de una eliminación aparente» del COVID-19, «se debe mantener la vigilancia, ya que un resurgimiento del contagio podría ser posible hasta 2024» o incluso hasta 2025.
Marc Lipsitch, profesor de epidemiología en Harvard y uno de los autores del estudio, subrayó durante una teleconferencia que «predecir el fin de la pandemia para el verano» de este año «no es consistente con lo que sabemos».
Lipsitch y sus colegas admitieron que no se sabe de momento si las personas que se recuperan de COVID-19 se vuelven completamente inmunes al virus y por cuánto tiempo. Ante estas incertidumbres, los investigadores modelaron varios escenarios para predecir la futura propagación del coronavirus en los próximos cinco años. Según todas sus simulaciones, las infecciones aumentarían una vez que se levanten las restricciones.
Los investigadores apuntaron que la duración e intensidad de los bloqueos periódicos se pueden relajar a medida que lleguen tratamientos y vacunas. Sin embargo, en su ausencia, el distanciamiento intermitente le daría a los hospitales tiempo para incrementar la capacidad de cuidados críticos a objeto de atender el aumento en el número de contagiados después que se alivien las medidas.
PELIGROS DE UN AISLAMIENTO PROLONGADO
Por otro lado, el modelo mostró también las consecuencias negativas de un aislamiento intenso y prolongado. Así, un período de 20 semanas de bloqueo social y económico resultó tan efectivo en reducir la transmisión del virus «que prácticamente no se construyó inmunidad poblacional», lo que a su vez intensificó el siguiente pico de infecciones y muertes.
Una serie de esfuerzos de salud pública podrían mejorar las perspectivas, indicaron los investigadores. Estos avances incluyeron más pruebas de diagnóstico y rastreo riguroso de contactos, una mayor capacidad de atención crítica en hospitales, pruebas precisas de anticuerpos en sangre, tratamientos efectivos para COVID-19 y, lo más importante, una vacuna contra el virus.
«No tomamos posición sobre la conveniencia de estos escenarios, dada la carga económica que puede representar el distanciamiento sostenido», aclararon los investigadores. «Pero observamos la carga potencialmente catastrófica sobre el sistema de atención médica programada si el distanciamiento es poco efectivo o no se mantiene durante el tiempo suficiente», concluyeron.
El coronavirus ya ha dejado más de un millón 980 mil infectados y más de 126 mil muertos a nivel mundial, según los últimos datos actualizados por el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que monitorea las estadísticas a nivel internacional.