El fallecido estaba en su decimotercera temporada como socio general de los Yanquis y su undécima temporada como de copresidente del equipo, que la pasada semana fue valorado por la revista Forbes en cinco mil millones de dólares, el más alto dentro del béisbol profesional.
Nueva York, 14 de abril (EFE).- El copropietario de los Yanquis de Nueva York, Hank Steinbrenner, falleció este martes a la edad de 63 años mientras se encontraba en su residencia de Clearwater (Florida), de acuerdo a la información ofrecida por el equipo del béisbol profesional de la Liga Americana.
En la información oficial, los Yanquis dijeron que Steinbrenner falleció por causa de un problema de salud con el que había luchado durante un largo tiempo.
Steinbrenner era el hijo mayor del original George Steinbrenner y tenía un estilo descarado y abierto como su padre, cuyos enfrentamientos con los pilotos y jugadores pasaron a la historia del deporte pasatiempo nacional en Estados Unidos.
Desde el 2003, George Steinbrenner dijo que quería que «los elefantes más pequeños también fueran parte de la Gran Carpa». Hank y Hal Steinbrenner tomaron las riendas de las operaciones diarias del club en el 2007.
Durante dicha campaña, Hank Steinbrenner demostró la misma personalidad del Jefe al momento de tomar decisiones como la transición del dirigente Joe Torre a la llegada de Joe Girardi y la negociación del nuevo contrato del ex polotero Alex Rodríguez.
El directivo también expresó sus opiniones sin timidez, como la idea de que los Bombarderos debían adquirir al as venezolano Johan Santana de los Mellizos.
Cuando los Yanquis celebraron su vigésimo séptimo título de la Serie Mundial en el 2009, Hank Steinbrenner lo veía por televisión al lado de su padre en la Florida.
Hank Steinbrenner había desempeñado un papel fundamentalmente detrás del escenario con el equipo durante la última década, con su hermano Hal, actuando como propietario principal y socio general de los Yanquis.
A Hank Steinbrenner le encantaba lanzar advertencias y decir frases irónicas a los oponentes del equipo y comentó una vez: «Si esto es una nación de los Red Sox, este es un universo de los Yanquis».
El fallecido estaba en su decimotercera temporada como socio general de los Yanquis y su undécima temporada como de copresidente del equipo, que la pasada semana fue valorado por la revista Forbes en cinco mil millones de dólares, el más alto dentro del béisbol profesional.
La declaración del equipo dijo que él era responsable de supervisar todas las áreas de negocios y operaciones de béisbol del club, incluida la participación en las negociaciones contractuales y la estrategia general del club.
«Hank era un espíritu genuino y gentil que atesoraba las profundas relaciones que formó con las personas más cercanas a él», destacó la familia en un comunicado.
En el mismo se informó que «fue presentado a la organización de los Yanquis a una edad muy temprana, y su amor por los deportes y la competencia continuó brillando a lo largo de su vida».
En cuanto a su personalidad el comunicado señala que «Hank podía ser directo y franco, pero en la misma conversación mostraba una gran ternura y alegría. Más que nada, fue un ejemplo para todos nosotros en la comodidad con la que vivió disfrutando de sus pasiones y actividades personales.
Nos entristece profundamente haberlo perdido y llevaremos su memoria siempre con nosotros».
El fallecido deja a cuatro hijo: Jacqueline, Julia, George Michael IV y John, y una nieta: Anabel.
Nada más conocerse el fallecimiento de Hank Steinbrenner, el mundo del béisbol profesional a través de la redes sociales mandó sus condolencias a la familia al igual que el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred.