La doctora Roxana Julieta Villarreal Ramírez, psiquiatra del Hospital General Balbuena de la Secretaría de Salud, aseguró que el COVID-19 genera un estado de alerta y miedo en personas que sufren de ansiedad debido a que no saben qué va a pasar en el futuro.
México, 21 mar (EFE).- Los pacientes que sufren de ansiedad son más vulnerables a un exceso de noticias relacionadas con el COVID-19 que ha causado mas de 250 mil contagios y 10 mil muertos en todo el mundo.
Desde que surgió el COVID-19, la mexicana Lilia Reyes tiene que ser muy selectiva con las noticias que lee porque asegura que su cerebro tiende a irse al extremo pesimista.
«Con mis antecedentes caería en manías de limpieza muy fuertes como no dejar de lavarme las manos o no tocar nada», asegura a Efe.
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO
Desde hace seis años, Lilia sufre el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que se caracteriza por tener pensamientos irracionales y temores (considerados obsesiones) que provocan comportamientos compulsivos.
Desde que fue diagnosticada toma medicamentos para controlar las manías que ha ido mitigando y que antes padecía como no poder tocar a la gente, ni superficies, por lo que le resultaba complicado vivir su día a día.
Además de leer pocas noticias para no aumentar el malestar emocional que le puede causar el COVID-19, Lilia sigue tomando su medicamento porque «sin él el TOC se hace más fuerte y en medio de tanta incertidumbre tendría que vivir debajo de la regadera para asegurarme que estoy limpia y no contagiada».
Y es que los pacientes con TOC tienden a presentar miedo a los gérmenes por ello esta nueva pandemia puede alterar su estado de salud mental, advirtieron varios expertos.
La doctora Roxana Julieta Villarreal Ramírez, psiquiatra del Hospital General Balbuena de la Secretaría de Salud, aseguró que el COVID-19 genera un estado de alerta y miedo en personas que sufren de ansiedad debido a que no saben qué va a pasar en el futuro.
«Se incrementa su angustia generando situaciones compulsivas de repetición como las manías. Con el TOC, lavarse las manos como una medida de prevención genera cada vez más exacerbación de la enfermedad y seguir padeciendo mucho más el sufrimiento en el que están inmersos», detalló.
Pero no solo las personas con TOC son vulnerables ante la sobre exposición de noticias del nuevo coronavirus.
Villarreal asegura que también quienes tienen problemas de somatización e hipocondría, así como los adultos mayores y aquellos que padecen alguna enfermedad respiratoria como neumonía o asma.
Esta preocupación puede derivarse en sentir riesgo de morir debido a que las noticias señalan a los adultos mayores, con problemas de pulmón e inmunodeprimidos como las principales víctimas mortales.
Aunque preocuparse por las noticias puede ser comprensible hasta cierto punto, en muchas personas esto puede empeorar problemas de salud mental ya existentes.
INFORMACIÓN ADECUADA PERMITE FRENAR PÁNICO
El psiquiatra José Javier Mendoza Velázquez, excoordinador de Investigación del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), agrega que como en cualquier emergencia, las personas diagnosticadas previamente con algún trastorno mental son las más vulnerables.
Recomienda que para tener una buena salud mental durante esta contingencia sanitaria lo principal es informarse a través de medios fiables como la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre qué causa este virus en el organismo, cómo se genera y cómo se transmite.
«Es muy normal tener miedo pero no hay que normalizar el pánico. No hay que dejar que esto elimine nuestro funcionamiento diario. La primera parte para no entrar en pánico es consumir información verificada y limitar el acceso a la información», estima.
Aconsejó ver solo una vez al día información sobre el COVID-19, máximo dos veces al día y limitar también la interacción en redes sociales donde abunda la propagación de información falsa o errónea.
Si en algún momento una persona se siente angustiada, le cuesta trabajo enfocarse en algo que no sea el coronavirus, tiene ganas de llorar e incluso llega a pensar que la vida no vale nada, debe pedir ayuda psicológica para ser tratada, aconsejó.