Francisco Javier Pizarro
15/03/2020 - 12:05 am
De epidemias y pandemias sanitarias y socio-políticas
Estoy convencido que el Presidente de la República va a poner en práctica la recomendación de la OMS, la cual, desde mi punto de vista, debería ejercer también para poner freno a las epidemias que nos dejó el neoliberalismo y contener la cadena de transición de la clase política corrupta con la sociedad, con la que pretende que el virus que enfermó a nuestro país se mantenga para recuperar el poder perdido y en consecuencia sus prebendas.
La epidemia del coronavirus (COVID-19) que brotó en diciembre del año pasado en China se expandió a partir del 30 de enero del año en curso en Europa, Asia, América y Oceanía, por lo que la Organización Mundial de Salud (OMS) la calificó ya como una pandemia o plaga a nivel mundial.
El saldo global de la pandemia es ya de 4 mil 720 decesos, 128 mil 343 contagios y 68 mil 314 personas recuperadas. El COVID-19, como se le definió a esta enfermedad, se propagó geográfica y exponencialmente por dos razones:
1) Por el flujo migratorio de personas contaminadas en sus países de origen por los que este virus se gestó y,
2) Por la insuficiencia de las medidas de prevención sanitaria adoptadas por los países que les recibieron, como ha quedado fehacientemente demostrado por la OMS y las instituciones de salud de los países contagiados.
La expansión del coronavirus ha generado una crisis financiera global sin parangón, que en opinión de los expertos puede derivar en una recesión de la economía mundial.
Por lo pronto, la pandemia ha generado un fuerte impacto a los países afectados, los cuales tienen que liberar más fondos y recursos para controlar y atender los casos y obliga a sus gobiernos a restringir viajes y comercio con países afectados.
Italia canceló toda actividad productiva, social y pública; Francia congeló el viernes pasado toda reunión o evento que congregue a más de 100 personas; Suiza cierra escuelas y ofrece 10 mil millones de francos suizos a las empresas para paliar su caída financiera; Austria cierra comercios y suspende vuelos a Francia y España; Luxemburgo suspende escuelas y aísla a personas de la tercera edad con alto riesgo de infección; Eslovaquia y la República Checa cerraron sus fronteras.
Y no es para menos. El saldo global de la pandemia en Italia asciende a mil 016 muertos y 15 mil contagiados; Francia 61 muertos y 2,2 mil 281 enfermos; Bélgica tres decesos y 399 enfermos; Alemania cinco decesos y 2 mil 369 personas contagiadas.
En el Medio Oriente la situación es también sumamente grave: En Iran se han registrado 429 decesos y 10 mil 75 enfermos.
Líneas arriba señalé los factores coyunturales que expandieron la pandemia, no así las causas sociales de fondo que dieron origen a este virus nuevo que tiene en jaque a todo el mundo. Las enumero:
-La ONU reconoce que la epidemia es reflejo de la degradación ambiental;
-Que la epidemia se multiplicó por los recortes consecutivos en los últimos 30 años (neoliberalismo) de los sistemas de salubridad públicos en la mayoría de las naciones.
-Que es consecuencia del individualismo y la descomposición social, y por supuesto de la pobreza y la miseria.
En el ámbito político internacional se mantiene la disputa por el control de la hegemonía mundial, lo que es más inquietante. El portavoz de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, señaló que el Ejército de Estados Unidos “podría haber llevado el coronavirus a la ciudad de Wuhan, donde surgió el brote que ha causado la muerte de 4 mil 965 personas e infectado a más de 132 mil en el mundo”.
Para dar sustento a su acusación, refirió que “el Ejercito de los Estados Unidos participó en los Juegos Mundiales Militares, celebrados en Wuhan, en octubre, la provincia central de Hube que reunió a competidores de más de 100 países”.
Y, por si fuera poco, el portavoz de China, publicó un video “de un discurso de Robert Redfield, Jefe del Centro para la Prevención y Control de Estados Unidos, en el cual señaló que se “encontró coronavirus post mortem en varios estadounidenses que fueron diagnosticados con gripe”, destacó la agencia Sputnik.
Y concluyó con un furibundo mensaje: “¿Cuándo comenzó el paciente cero en los Estados Unidos? ¿Cuantas personas están infectadas? ¿Cómo se llaman los hospitales?
¡Sé transparente! ¡Haz público tus datos! ¡Nos debes una explicación! (Fuente: Aristegui Noticias. Redacción AN/GS marzo 13,2020 9:39am).
En lo personal no me extrañaría que esa acusación del portavoz de Relaciones Exteriores de China sea verídica. De Donald Trump se puede esperar todo. China es y seguirá siendo un rival a vencer por Estados Unidos.
Con la jactancia que le caracteriza, Trump había presumido que: “El virus no podrá con nosotros. Ningún país está más preparado o es más resistente que Estados Unidos. Tenemos la mejor economía, el cuidado de salud más avanzado y los doctores y científicos e investigadores más talentosos”.
Se equivocó de pies a cabeza. Las principales bolsas del continente registraron pérdidas históricas tras el anuncio de Trump de suspender los vuelos por el coronavirus. Wall Street se derrumbó hasta un 10 por ciento en sus índices líderes, la peor caída desde 1987. De nada sirvieron los intentos de la reserva Federal de contener el golpe con medidas de estímulos.
Tan pudo el virus contra su soberbia que los casos de infectados por coronavirus en Estados Unidos siguen, ya rebasan las mil 200 personas. El miércoles pasado cuatro personas fallecieron en el estado de Washington, lo que aumentó a 37 las muertes por la enfermedad.
Y ya que estamos abordando lo del ámbito político, no hay que dejar de lado lo que está ocurriendo en esa esfera en nuestro país. No obstante que en México se han detectado 41 casos de contagiados del COVID-19 y no se ha registrado ningún deceso hasta ahora, la oligarquía financiera y adversarios de la Cuarta Transformación se han dado a la tarea de generar incertidumbre y miedo a la población.
Banqueros, cámaras empresariales, medios de comunicación a su servicio, legisladores y actores políticos están que se “queman” de que el número de infectados crezca para hacer responsable a AMLO de ello por “la falta de medidas” de su Gobierno ante los casos del COVID-19 en el país, los cuales, rumoran, se han ocultado haciéndolos pasar por casos de influenza, como lo han propagado con toda desfachatez y cinismo.
A tal grado ha llegado ese enfermizo odio que un columnista de El Universal asevera que ya se le soltó el tigre a AMLO, “con la crisis de salud –que ya se convirtió en financiera– del coronavirus”. Lo había traído muy amarrado (al tigre) “pese a algunas microcrisis que le han explotado como las del desabasto de gasolinas y medicinas”.
Pero eso no es todo. El Presidente de la República, en la conferencia mañanera del jueves, dio a conocer que la semana pasada los conservadores sacaron un video en donde dicen a la población socarrona y burlescamente que no hay “problema por abrazarse”, lo que el mandatario calificó como una “falta de ética y profesionalismo”, que en mi opinión no es más que un grotesco insulto a su persona e investidura.
La OMS señala que la pandemia del COVID-19 es controlable, “si se tiene una mayor vigilancia para identificar, aislar, diagnosticar y tratar cada caso y romper las cadenas de transición comunitaria”.
Estoy convencido que el Presidente de la República va a poner en práctica la recomendación de la OMS, la cual, desde mi punto de vista, debería ejercer también para poner freno a las epidemias que nos dejó el neoliberalismo y contener la cadena de transición de la clase política corrupta con la sociedad, con la que pretende que el virus que enfermó a nuestro país se mantenga para recuperar el poder perdido y en consecuencia sus prebendas.
Veremos y diremos el desenlace esta pandemia si, como dice la OMS, se logra “un justo equilibrio entre la protección de la salud, la prevención de las perturbaciones económicas y sociales y el respeto a los derechos humanos”
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