El Rebaño Sagrado buscaba seguir con su camino ascendente, y Atlas necesitaba ganar. Ahora el futuro de Rafael Puente del Río está en duda.
Por César Huerta
Ciudad de México, 8 de marzo (AS México).- Goles. Garra. Ímpetu. Orgullo. Polémica. Conato de bronca. Expulsiones… Todos los ingredientes que necesita un Clásico estuvieron presentes. Para el Club Deportivo Guadalajara, el regreso a la que fuera su casa durante 50 años resultó pletórico. El Estadio Jalisco revivió viejos tiempos: se cimbró de nuevo con el “¡Chivas, Chivas!”. Una noche totalmente rojiblanca y un 2-1 que dejó al Rebaño Sagrado con el honor de la ciudad intacto.
Antes del silbatazo inicial, fue un partido desigual en la estadística. El cuadro de Luis Fernando Tena parecía con todo a favor ante los dirigidos por Rafael Puente, que arrastraban cuatro derrotas consecutivas. Pero sabido es que en esta clase de encuentros, la tabla se olvida. Así, los Zorros dieron el primer aviso, cuando Ignacio Jeraldino quedó de frente al arco, tras un contragolpe. Antonio Rodríguez aguantó y tapa, al minuto 5.
Lo gritamos por cuarta vez consecutiva en el #ClásicoTapatío:
?? ¡GANÓ EL GUADALAJARA! ?? #Chivas2020 ? pic.twitter.com/D60AOYYhQw
— CHIVAS (@Chivas) March 8, 2020
La jugada resultó fundamental para asentar el estado anímico de los equipos: Chivas tomó confianza, Atlas la perdió. Tiro de esquina por el costado derecho. Cobró Alexis Vega. Peinó Hiram Mier, a primer poste. En el corazón del área, falló de forma terrible Martín Nervo y dejó la pelota en pies del rival. Jesús Molina no tuvo contemplación alguna. Soltó la pierna con potente disparo que estremeció las redes, con el 1-0, al minuto 18.
El Estadio Jalisco explotó. La afición rojiblanca marcó mayoría en la tribuna. Fue su casa 50 años. Esta noche lo fue de nuevo. No es domingo a mediodía, pero la fiesta es la misma. La cancha que tanto tiempo vio la grandeza de Chivas, esta noche desempolvó los recuerdos para vibrar con el Clásico Tapatío.
Fue bravo el encuentro: una entrada de Jesús Sánchez sobre Luciano Acosta desató un conato de bronca cerca del medio campo, al minuto 32. En la trifulca le reportaron al árbitro un incidente previo, no visto. Con ayuda del VAR, detectó una palanca de Alexis Vega sobre Germán Conti. El delantero del Rebaño Sagrado se fue expulsado al minuto 34. Le ganó el ímpetu que desde días antes vivía por el Clásico ante Atlas.
Con un hombre más, revivieron las esperanzas de los Zorros. Para desgracia del equipo y del técnico Rafael Puente, la ilusión de meterse en el encuentro duró muy poco. Uriel Antuna tomó la redonda por izquierda y metió el acelerador. Se quitó rivales de encima y avanzó hasta que Martín Nervo lo frenó con una entrada que el árbitro Jorge Isaac Rojas castigó con tarjeta roja, al minuto 37.
Después, tremendos destellos individuales. Isaac Brizuela bajó de gran manera una pelota alta. En el control se quitó al rival de encima. Aceleró y tocó para José Juan Macías. El delantero hizo todo perfecto: dejó entrar la pelota antes de controlar. Con ese movimiento se fabricó el espacio entre dos defensores y definió con un derechazo pegado al poste. Imposible para Camilo Vargas. Golazo, al minuto 42.
El Estadio Jalisco vibró como en los viejos tiempos. El grito de gol fue estruendoso. La algarabía fue difícil de contener. No bastó con celebrar. La afición rojiblanca arrojó al campo los peluches que debían aguardar al medio tiempo para ser lanzados. Un momento de éxtasis total para los seguidores del Rebaño Sagrado.
En tiempo de compensación, apareció la polémica. Otro ingrediente infaltable en los Clásicos. El árbitro Jorge Isaac Rojas expulsó a Fernando Beltrán, por una entrada cerca del medio campo. Le avisaron que valía la pena revisar en el VAR. Tras consultar las repeticiones, determinó que el futbolista de Chivas sólo ameritaba amarilla y se quedó en el campo.
Para la segunda parte, Atlas fue el obligado. Primero por orgullo. Después por su técnico que se tambaleó en la cuerda floja. Pero la reacción fue muy tibia. Brayton Vázquez conectó un cabezazo, en tiro de esquina, que Antonio Rodríguez se quedó con seguridad, al minuto 51. Incluso, Chivas estuvo más cerca del tercero, cuando una chilena de Jesús Molina fue desviada de gran manera por Camilo Vargas, al minuto 58.
Chivas controló el trámite del encuentro, pero le faltó meter el acelerador a fondo para sentenciar. Tenía aparente dominio, pero en estos encuentros nada estaba escrito mientras no sonara el silbatazo final. Antonio Briseño cometió una falta sobre Ignacio Jeraldino, dentro del área. En la recta final del encuentro, el árbitro decretó una pena máxima.
El cuestionado Mauricio Cuero, recién ingresado, tomó la pelota y la acomodó en el manchón. Momentos de tensión en el Estadio Jalisco. Pateó con convicción. La redonda estremeció las redes. Gol del Atlas, al minuto 84. La ilusión de la parcialidad rojinegra revivió a poco del final. Había Clásico Tapatío y los Zorros se lanzaron con todo al frente.
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G⚽⚽⚽L del José Juan Macías
Atlas 0-2 Chivas#LigaBBVAMX ⚽ #VamosPorEllas ? pic.twitter.com/iCtfenyiQf— LIGA BBVA MX (@LigaBBVAMX) March 8, 2020
Los segundos finales fueron de angustia para la grada. Chivas resistió como pudo. Atlas tuvo más ganas que futbol y con eso le alcanzó para meter al Rebaño Sagrado en su campo. Pero el esfuerzo no fue suficiente. El silbatazo desató la euforia del Estadio Jalisco. El Club Deportivo Guadalajara ganó el Clásico Tapatío por cuarta ocasión consecutiva. Para los Zorros de Rafael Puente, es la quinta derrota al hilo.