Son siete las medias que los sacerdotes deberán tomar en cuenta para evitar la propagación del coronavirus; la primera y más importantes es abstenerse a celebrar misa públicamente si presentan algún indicio de la enfermedad.
Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).- Ante los cinco casos confirmados de coronavirus en el país, la Arquidiócesis Primada de México implementó medidas precautorias que los sacerdotes deberán considerar en los templos, para evitar la propagación del virus.
Son siete las medias a tomarse en cuenta; la primera y más importantes es abstenerse a celebrar misa públicamente si presentan algún indicio de la enfermedad de Wuhan.
La Arquidiócesis solicitó evitar que las personas permanezcan mucho tiempo juntas, por lo que recomendó abreviar al máximo el tiempo de las celebraciones.
Respecto a la colecta que se realiza durante las celebraciones, se aconsejó sea realizada de forma posterior a la comunión para evitar la contaminación de las manos antes de recibirla con el dinero.
Te dejamos algunas medidas que los sacerdotes deberán tomar en cuenta ante la prevención del #Coronavirus en los templos. pic.twitter.com/sW7dQw58r9
— Arquidiócesis Primada de México (@ArquidiocesisMx) March 1, 2020
La persona encargada de distribuir la comunión deberá desinfectar sus manos con agua y jabón, para poder hacerlo, así también las personas que la reciban deberán percatarse de ello y recibirla en la mano, no en la boca como se acostumbra.
En cuanto a las confesiones se solicitó que tanto los sacerdotes como los fieles utilicen cubrebocas, para evitar focos de infección al contacto cercano.
Finalmente se instó a los sacerdotes a instruir a las personas sobre las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades.
EL CORONAVIRUS EN LA IGLESIA CATÓLICA
Con la reciente celebración del Miércoles de Ceniza se notaron varias modificaciones en los estándares eclesiásticos en el mundo, debido a la propagación del coronavirus.
En el Vaticano, el Papa Francisco realizó su audiencia general habitual en la Plaza de San Pedro, en la que rezó por los enfermos del virus y por el personal médico que los atiende.
Algunas de las miles de personas en la plaza usaba cubrebocas para protegerse del virus, que se originó en China y ha infectado a miles en el mundo, incluidas más de 300 en Italia.
Francisco besó a un niño al recorrer la plaza en su papamóvil y estrechó las manos de los fieles en la primera fila. También saludó a los prelados con apretones de manos, pero la mayoría se abstuvo de besar el anillo o abrazar al papa como se hace habitualmente.
Pero en otras partes de Italia se cancelaron las misas por temor al coronavirus, y otros países católicos tomaron precauciones.
El patriarcado de Venecia canceló la misa en la Basílica de San Marcos después que algunos ancianos en la ciudad lacustre dieron positivo para el virus. La región circundante del Véneto tiene el segundo foco más numeroso del mal en Italia.
En Filipinas, el único país asiático de mayoría católica, los sacerdotes echaban cenizas sobre la cabeza de los fieles en lugar de hacerles la marca de la cruz en la frente para evitar el contacto físico.
El padre Victorino Cueto de Filipinas, rector del concurrido santuario de la Madre del Perpetuo Socorro en la metrópoli de Manilo dijo que se optaba por esparcir la ceniza sobre las cabezas de los fieles para impedir el contagio, pero que en realidad era una tradición basada en el Antiguo Testamento.
-Con información de AP
